La evolución no fue homogénea en toda la cadena productiva

La actividad metalúrgica registró en julio un aumento interanual de 1,8% y una suba de 0,3% respecto de junio. De esta manera, el sector acumuló un crecimiento de 2,9% durante el año, pero no logra recuperar el terreno perdido durante 2024. Se trata de un sector clave y que sirve como termómetro de la actividad, ya que produce insumos y componentes que se integran en distintas cadenas productivas, desde la construcción hasta la industria automotriz, pasando por la maquinaria agrícola, la energía y la producción de bienes de capital.

De acuerdo con el relevamiento del Departamento de Estudios Económicos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), el repunte frente al mismo mes del año pasado responde, en parte, a la baja base de comparación: en julio de 2024 la actividad había sufrido una fuerte contracción de 11,7 por ciento.

Pese a la mejora, uno de los indicadores que muestra debilidad es el nivel de utilización de la capacidad instalada, que en el mes se ubicó en apenas 45,2%. De esta manera, se encuentra en uno de los valores más bajos en términos históricos.

Pese a la mejora, la industria se mantiene en mínimos históricos. REUTERS/Martin Acosta

Los sectores de Maquinaria Agrícola (16,8%) y Carrocerías y Remolques (17,7%) se mantuvieron como los de mayor crecimiento interanual, consolidando la trayectoria positiva que vienen sosteniendo desde comienzos de año. Ambos rubros registraron una aceleración respecto al mes previo y continúan siendo los principales motores del entramado metalúrgico, aunque el ritmo de expansión comienza a moderarse en comparación con los picos del primer trimestre.

En contraposición, el sector de Autopartes (-2,9%) profundizó levemente su tendencia negativa, lo que confirma las dificultades que arrastra desde hace más de un año. En tanto, Fundición (-10,5%) interrumpió la mejora parcial observada en junio, manteniéndose en niveles históricamente bajos. El sector de Bienes de Capital (-1,8%) volvió a mostrar una caída interanual, situación que refleja un desempeño inestable y sin señales claras de recuperación.

A su vez, Equipos y Aparatos Eléctricos (0,6%) y Otros Productos de Metal (1,6%) sostuvieron incrementos moderados, que aportan cierta estabilidad, aunque aún sin configurar un repunte firme. Por último, Equipamiento Médico (1,7%) revirtió la contracción de junio y retornó a terreno positivo. No obstante, el crecimiento fue acotado y todavía no compensa la volatilidad registrada a lo largo del año, manteniendo un panorama frágil.

El presidente de Adimra, Elio Del Re, advirtió que “la industria local muestra señales de estancamiento y en niveles productivos muy bajos, a lo que se suman las importaciones con porcentajes históricos récord”. Y agregó: “La apertura indiscriminada promete precios bajos a corto plazo, pero sale caro a futuro”.

En la misma línea, criticó la habilitación para importar maquinaria usada sin criterios técnicos, al considerar que esa práctica “erosiona la competitividad, baja los estándares y reduce el empleo local”.

En este sentido, las compras externas de bienes metalúrgicos ascendieron en junio a USD 2.140 millones, lo que implicó un incremento interanual de 46,8%. En paralelo, las exportaciones totalizaron USD 357 millones, con una variación mínima de 1,4% respecto de 2024. La brecha entre ambos indicadores subraya la fragilidad competitiva del sector nacional.

La ocupación cayó 1,9% frente a julio de 2024 (Foto: Shutterstock)

La dinámica de la producción también presentó diferencias según las regiones. Santa Fe (4,8%) y Entre Ríos (3,6%) continuaron mostrando resultados positivos, impulsados por la fortaleza de la maquinaria agrícola. En contraste, Mendoza (-4%), Córdoba (-2,4%) y Buenos Aires (-1,4%) registraron caídas interanuales, lo que expone la heterogeneidad de la recuperación.

En tanto, la ocupación en el sector acompañó la debilidad general: cayó 1,9% frente al mismo mes de 2024 y retrocedió 0,1% respecto de junio. A su vez, nueve de cada diez compañías descartan aumentar su plantilla en el corto plazo.

“En julio, el 72,7% de las empresas prevé que su nivel de producción se mantendrá sin cambios o disminuirá, lo que evidencia un aumento en la percepción de estancamiento o caída de la actividad. Este resultado confirma la tendencia negativa observada en los últimos meses, en un contexto de alta incertidumbre y menor dinamismo en la demanda”, señaló Adimra.

Con estos datos, la industria metalúrgica se enfrenta al desafío de revertir la fragilidad productiva y recuperar competitividad en un escenario de fuerte presión por las importaciones.

Por caso, Acindar, una de las principales siderúrgicas del país, paralizó por una semana en julio su planta de Villa Constitución, Santa Fe, por la caída de la demanda. Se interrumpieron alrededor del 80% de las operaciones y hubo aproximadamente 200 trabajadores suspendidos.

Ya comienzos de año, la firma, propiedad del grupo ArcelorMittal, había rubricado un segundo acuerdo con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) para tener vigente un esquema de suspensiones que abarca a más de 900 empleados, quienes cobran el 75% del sueldo durante los días que dura el parate.