Aunque se espera que con el cupo de 50.000 automóviles híbridos y eléctricos habilitado por el Gobierno para ser importados sin arancel del 35%, se produzca un cambio en las proporciones de los autos eléctricos e híbridos en el mercado argentino, la electromovilidad sigue viviendo tiempos turbulentos en la mayoría de los países desarrollados, e incluso también en los más importantes de la región.
Según cifras aportadas por Promotive Latam Auto Data Solutions, de los 15,9 millones de autos circulantes en Argentina sólo el 0,4% son híbridos o eléctricos. El país con mayor proporción de vehículos de esta tecnología es Brasil, que tiene un parque de unidades vigente de 50,3 millones de autos y el 0,8% tienen esta tecnología. México, en cambio, de 38,2 millones de vehículos alcanza una cuota del 0,3%, y otros países con menos parque automotor como Chile tiene el 0,3% y Colombia el 0,7%.
Dentro de esos porcentajes, sin embargo, entre el 75% y el 90% de los autos electrificados son híbridos. En Argentina circulan 54.228 autos híbridos y sólo 1.807 eléctricos puros. En Brasil son 313.868 híbridos y 98.430 eléctricos; en México suman 100.933 híbridos y 24.455 eléctricos; en Chile hay 14.624 híbridos y 4.929 eléctricos y en Colombia suman 42.698 de los primeros y 9.193 a batería.
Los límites de la electromovilidad pura
El alto costo de las baterías sigue siendo el principal condicionante para el avance de los autos eléctricos puros en todo el mundo, aunque la falta de una infraestructura acorde a una mayor demanda de puntos de carga es el otro gran motivo por el que se han ralentizado las ventas en los países más desarrollados.
Ahora parece que hay un segundo fabricante japonés que podría cambiar su estrategia de electrificación. Se trata de Honda, que estaría alejándose de la electrificación total, para adoptar un enfoque similar al de Toyota, la primera marca que dijo públicamente que sus planes de electromovilidad no serían una prioridad sino una apuesta masiva por los vehículos híbridos.
Directivos de Honda señalaron que los autos eléctricos a batería no constituyen el objetivo final, sino un paso más en la ruta hacia la neutralidad de carbono, además de confirmar que los híbridos, el hidrógeno y los combustibles sintéticos ocuparán un lugar esencial en sus planes, en contraste con la tendencia global donde otros fabricantes priorizan los vehículos 100% eléctricos.
El director general de Honda Australia, Jay Joseph, declaró a medios locales que la automotriz ajustó sus perspectivas y desechó su objetivo previo de que un 30% de sus ventas en 2030 fueran exclusivamente de coches eléctricos. La empresa también reconfiguró la inversión asignada a ese fin, que previamente ascendía a diez billones de yenes, equivalentes a unos 59.000 millones de euros.
Las experiencias recientes influyeron en esta decisión. El primer auto eléctrico de Honda, el modelo Honda e, que se lanzó como una opción urbana, estuvo disponible apenas durante tres años y su producción finalizó en enero de 2024.
El siguiente paso de Honda será el lanzamiento de la nueva Serie 0, prevista para 2026, que incluirá un sedán y un SUV construidos sobre una plataforma nueva, y que serán los productos clave para la ofensiva eléctrica de la marca en el futuro próximo.
La organización mantiene a los vehículos híbridos como pilar para sus ventas internacionales, sobre todo en mercados asiáticos y norteamericanos. Según palabras de Joseph recogidas por Motorpasión, el crecimiento para la compañía se concentra en la tecnología híbrida, destacando la preferencia que los consumidores aún muestran por estos sistemas.
Además de los híbridos, Honda apunta a desarrollar alternativas como el hidrógeno y los combustibles sintéticos. Un ejemplo es el modelo CR-V e:FCEV, un SUV equipado con celda de combustible de hidrógeno. Este tipo de tecnología enfrenta desafíos, principalmente por la escasez de infraestructura global, ya que existen únicamente 1.160 estaciones de hidrógeno en todo el mundo, concentradas en Japón, Corea del Sur y California.
El desarrollo de combustibles sintéticos también está bajo estudio en Honda, inspirado en prácticas de fabricantes como Porsche. Si bien la producción y los costos actuales de estos combustibles son elevados, la industria considera que en el futuro permitirán la continuidad de motores de combustión interna con emisiones de carbono controladas. Esta apuesta se da en un contexto donde los autos eléctricos ya representan más del 20% del mercado global y el 17,5% de las matriculaciones europeas, según la Asociación de Constructores Europeos de Automóviles (ACEA).
Además, estudios recientes como el de Consumer Reports concluyen que los vehículos híbridos conservan una mayor robustez y confiabilidad respecto a los eléctricos, cuyas tasas de falla aún resultan superiores al promedio. Desde la perspectiva de Honda, la imposición de un único formato de transición tecnológica y la obligación de adoptar solo coches eléctricos representarían un error, ya que cada mercado evoluciona a su propio ritmo.