Juan Román Riquelme, Sebastián Battaglia, Raúl Cascini y Marcelo Delgado, durante un acto de campaña previo a las elecciones presidenciales de Boca en 2019

La reciente ruptura del consejo de fútbol de Boca Juniors trajo consigo el reflote de antiguos desacuerdos, situando en el centro de la escena las críticas cruzadas entre Sebastián Battaglia y Raúl Cascini. El ex entrenador del club respondió públicamente a los comentarios realizados por quien integró el órgano de gestión deportiva bajo el liderazgo de Juan Román Riquelme, y sumó un planteo que revela aspectos internos del manejo del primer equipo.

La discusión cobró notoriedad tras la reciente salida de Cascini del Consejo. En una entrevista con Pablo Ladaga para Fútbol y Rosca, el Mosquito afirmó: “Cada uno es dueño de sus palabras. Yo soy un agradecido. Tengo testigos, estaba en la mesa cuando se armó todo después de que se ganaron las elecciones. Sebastián eligió ir a dirigir y no estar en la Secretaría Técnica. Y Sebastián dijo que en un futuro quería dirigir en Primera. Y Román (Riquelme), con la palabra que tiene, porque no se maneja con papeles, le dio la Primera. Le cumplió su sueño y la palabra. Y en la vida hay que ser un poquito agradecido”.

Esta expresión se interpretó como un dardo directo al ex director técnico, quien no demoró en responder aludido. “Entré en ese proyecto en su momento dirigiendo Reserva, conociendo a los juveniles que ya estaban en el club. Dirigir la Primera se dio cuando se fue Miguel Russo, soy un agradecido en esa posibilidad… después hubo distintas cuestiones que hicieron que el pensamiento no fuera el mismo de cada uno y a partir de ahí las cosas se dieron como se dieron”, contestó Battaglia.

Sebastián Battaglia ganó tres títulos como entrenador de Boca Juniors

El ex entrenador remarcó su agradecimiento por la oportunidad aunque, en sus palabras, lo desilusionó el modo en que se produjo su salida, tras una reunión en una estación de servicio: “Obviamente me duele la manera que me fui del club, que me hayan sacado como me sacaron, me duele. Las formas no fueron las correctas”.

En diálogo con el programa Boca de Selección por Radio La Plata, Battaglia profundizó sobre el trato con Cascini: “Si lo veo le saludaría con respeto, yo no tengo problemas ni le correría la cara a nadie. Después cada uno sabe cómo actúa y cómo se maneja en la vida como dijo él, soy respetuoso en ese sentido”.

Battaglia también reveló un conflicto en torno a decisiones futbolísticas internas. El ex entrenador sostuvo: “Llegaron a cuestionar por qué jugaba Varela y hoy es vendido al Porto y citado a la selección argentina; cada uno sabe lo que dijo en su momento y lo que hace”. Para el técnico, durante su ciclo quedó claro que la dirigencia incidía en la confección del equipo, aunque se mostró firme para mantener sus criterios deportivos. Esta mención expone una modalidad reiterada en la gestión del consejo de fútbol liderado por Riquelme, que habría trasladado sugerencias sobre formaciones y uso de determinados jugadores a lo largo de los últimos años.

Varela pasó de ser suplente a transformarse en titular indiscutido, y el episodio relacionado con su inclusión generó uno de los principales cortocircuitos entre el Consejo y el cuerpo técnico, contribuyendo al desenlace que terminó con la salida de Battaglia tras la eliminación de la Copa Libertadores.

Por último, Battaglia desmintió a Cascini sobre el supuesto “sueño” de dirigir la Primera de Boca y enfatizó: “Fue un orgullo y una gran responsabilidad. La gestión estando en la Primera de Boca las cumplimos ganando campeonatos, tampoco creo que sea ‘cumplir un sueño’, nunca dije eso en ninguna charla”.