El candidato a la Presidencia de Bolivia por el Partido Demócrata Cristiano (PDC), Rodrigo Paz Pereira (EFE/Luis Gandarillas)

El candidato a presidente de Bolivia Rodrigo Paz delineó las diferencias centrales entre su proyecto político y el de Tuto Quiroga, con quien disputará el balotaje tras las elecciones generales realizadas el pasado domingo.

En conversación con Eduardo Feinmann en Radio Mitre, Paz explicó que su propuesta busca romper con la lógica histórica de exclusión y burocracia estatal que, según él, mantiene estancada la economía boliviana.

El 85% de la economía boliviana es informal en tiendas gremiales, cuentapropistas, transportistas, comerciantes… Si no tratas la informalidad del país para crear una formalidad barata, muy difícilmente vas a reordenar la economía”, remarcó el candidato, quien insistió en que la clave está en un proyecto inclusivo que deje atrás años de enfrentamiento y división.

“Nuestro proyecto se llama ‘Capitalismo para Todos’, que implica cerrar una aduana corrupta, facilitar la producción nacional y crear comercio con tecnologías baratas“, explicó.

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Para Paz, la diferencia con Quiroga es central: “Él va por la receta normal de ‘voy al Fondo Monetario Internacional a conseguir doce mil millones de dólares para reactivar esta economía’. En Bolivia hay recursos, solo que hay que acabar con un Estado tranca que se consume el 80% de esos recursos”, sostuvo.

También subrayó la necesidad de descentralizar atribuciones y construir la economía “desde las regiones”.

En el repaso del escenario posterior a las elecciones generales, Paz celebró los resultados obtenidos, especialmente entre la comunidad boliviana en Argentina. Aseguró que las urnas respaldaron su apuesta por el reencuentro tras “20 años de confrontación, de dispersión, de orden racial, cultural, geográfico”.

“Hoy día estamos en un gran encuentro entre todos los bolivianos para salir adelante con estabilidad, gobernabilidad y este cambio a la economía que es tan necesario”, sostuvo.

Al analizar las dos décadas del modelo del socialismo del siglo XXI en Bolivia, Paz criticó el aislamiento internacional y el despilfarro de recursos: “Este es el año del bicentenario de Bolivia… y no hemos tenido la visita de un solo presidente para nuestro día de aniversario, el 6 de agosto. Ese es un ejemplo del aislamiento económico, del aislamiento internacional, de la división interna y del fracaso de este modelo, que lo único que ha generado es el despilfarro de más de sesenta mil millones de dólares y dejarnos una deuda de cerca de cuarenta mil millones de dólares para el pueblo boliviano”.

El ex presidente Evo Morales (AP Photo/Jorge Sáenz)

Consideró que el debate izquierda-derecha está agotado y propuso un Estado facilitador enfocado en la economía real, no en la confrontación ideológica.

Sobre la situación judicial de Evo Morales, fue categórico: “Cuando seamos Gobierno, más allá de Evo Morales, la ley se tiene que aplicar, la justicia se tiene que reformar… todo aquel que haya incumplido la norma va preso”. Reafirmó que la lucha contra la corrupción y la reforma de la justicia serán banderas prioritarias.

Consultado sobre similitudes con líderes regionales, Paz descartó comparaciones con Javier Milei o con Mauricio Macri: “No creo que haya nadie parecido a Milei, le soy honesto… si tuviera que tener un criterio, me ubico más en la admiración a un prócer o una figura como San Martín, que tiene un sentido del equilibrio estratégico”.

El presidente de Argentina, Javier Milei

En cuanto a la relación con Argentina y el presidente Milei, el candidato resaltó la vecindad y la historia compartida: “Yo vengo de una región que es Tarija, frontera con Jujuy y con Salta. Tenemos una fuerte admiración y presencia en la relación con Argentina”. Reiteró la prioridad de reconstruir los lazos bilaterales y de iniciar la apertura del país después de años de aislamiento.

Por último, Paz definió su visión sobre la política exterior boliviana, poniendo énfasis en la importancia del vecindario y en la cooperación con los países limítrofes: “Hay pesos pesados dentro de ese bloque. Uno es los Estados Unidos, otro Brasil y otro es Argentina. Entonces, primero el vecindario y después hablemos del resto del mundo”, concluyó.