La jornada electoral de este domingo en Bolivia se desarrollará bajo un llamado inusual del Tribunal Supremo Electoral (TSE), que ha solicitado a la población evitar ingresar teléfonos móviles en los recintos de votación.
El pedido surge tras la difusión de denuncias sobre presiones a funcionarios estatales para votar por determinados candidatos y aportar fotografías como prueba de sufragio por una opción específica.
La Sala Plena del TSE instruyó a los Tribunales Electorales Departamentales (TED) a emitir esta recomendación, que responde a la necesidad de prevenir presiones externas e ilícitas en el acto de votar. Fernando Arteaga, secretario de Cámara del TSE, explicó a diversos medios que el objetivo es salvaguardar la integridad del voto.
Señaló que la sugerencia a votantes y jurados electorales apunta a reducir la posibilidad de coacción, delito reconocido por la ley boliviana. Si bien reconoció la dificultad de controlar estrictamente el acceso de celulares, destacó la importancia preventiva de la medida. “La recomendación se hace para evitar cualquier susceptibilidad porque luego el acto de escrutinio es público, y quienes lo deseen podrán tomar fotografías de las actas”, precisó Arteaga.
La transparencia del proceso se mantiene, ya que los mecanismos de control ciudadano y acceso a la información estarán garantizados tras el cierre de las votaciones.
Garantías del voto: secreto, libertad y exhortación a la ciudadanía
El TSE ha remarcado que el acto de votar es un derecho y responsabilidad inherente a la democracia. El organismo pidió a la ciudadanía concurrir con tranquilidad y ejercer su voto sin presiones. Arteaga recordó que la participación electoral es una demanda democrática que debe mantenerse libre de injerencias.
El voto en Bolivia es secreto y libre; ningún ciudadano puede ser forzado a revelar su elección o a apoyar a candidatos contra su voluntad. El Tribunal Supremo Electoral busca fortalecer el principio de integridad del proceso y alerta sobre cualquier intento de condicionarlo mediante tecnología que facilite el rastreo o registro indebido del sufragio.
Tras emitir el voto, los electores reciben un certificado de participación indispensable para realizar trámites en entidades estatales y bancarias durante los noventa días siguientes.
Bolivia vivirá una de las jornadas electorales más importantes de su historia reciente, con alrededor de ocho millones de ciudadanos convocados para elegir presidente, vicepresidente, senadores y diputados.
Las mesas abrirán a las 8:00 y permanecerán habilitadas durante ocho horas. Todo ciudadano en fila al cierre puede votar, asegurando el derecho sin exclusión temporal.
El voto es obligatorio para todos los ciudadanos habilitados, lo que reafirma el compromiso colectivo y busca un reflejo fiel de las preferencias del electorado. La obligatoriedad se respalda con la entrega del certificado de sufragio, sin el cual no es posible acceder a trámites públicos y servicios bancarios durante los noventa días siguientes.
El desarrollo del día depende de jurados designados por sorteo, responsables de mantener el orden y la legalidad del proceso. La apertura de mesas, recepción de votantes y conteo de sufragios se realiza bajo observación ciudadana directa. El escrutinio es público, lo que permite presenciar y documentar el recuento y la elaboración de actas, reforzando la transparencia como base del proceso, para las elecciones que se llevarán a cabo mañana domingo.