Las autoridades de Puerto Rico implementaron este sábado múltiples medidas de prevención ante el inminente impacto del huracán Erin, que alcanzó la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, con vientos máximos sostenidos de 257 kilómetros por hora (160 millas por hora), según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC). Las maniobras incluyen el cierre de numerosas playas y balnearios, inspecciones en estaciones de control de inundaciones y restricciones en puertos y espacios marítimos.
Los balnearios clausurados en la costa norte de la isla caribeña son Carolina, La Monserrate (Luquillo), Cerro Gordo (Vega Alta) y Manuel ‘Nolo’ Morales (Dorado), mientras que en el sur quedó temporalmente inhabilitado el de Caña Gorda, en Guánica. La clausura permanecerá vigente al menos durante el sábado y domingo, pues se estima que el oleaje y las marejadas sobrepasarán los 2,4 a 3,6 metros de altura (8 a 12 pies).
El NHC mantiene un aviso de tormenta tropical para las aguas del Atlántico en mar abierto, aunque, hasta el momento, no se han emitido otras vigilancias o avisos para tierra.
La Guardia Costera de Estados Unidos declaró la “condición Yankee” (alerta de la Marina de EEUU para indicar que un huracán representa una amenaza directa en las próximas 24 horas) para seis puertos marítimos de Puerto Rico y dos de las Islas Vírgenes, lo que ha llevado al cierre de estos recintos para el tráfico comercial entrante.
Adicionalmente, rige una advertencia para operadores de pequeñas embarcaciones, sumada a un riesgo elevado de corrientes marinas. El Servicio Nacional de Meteorología de San Juan mantiene en vigor una vigilancia de inundaciones que podría prolongarse hasta el lunes, debido al pronóstico de acumulados de lluvia de entre 50 y 150 milímetros. Estas precipitaciones intensas pueden desencadenar inundaciones repentinas, urbanas y deslizamientos de tierra.
El temporal forzó la cancelación este sábado de una veintena de vuelos entre Puerto Rico y otras islas del Caribe, como Santa Cruz, Tortola, San Tomas y Vieques. Aerostar, la empresa a cargo del aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín (SJU), pidió a los pasajeros que mantengan contacto permanente con sus respectivas aerolíneas ante probables modificaciones.
Mientras el centro del huracán se sitúa al norte de las Islas de Sotavento Septentrionales, las Islas Vírgenes y Puerto Rico, se espera que las bandas exteriores de la tormenta descarguen fuertes lluvias y generen oleaje en toda la región, afectando durante el fin de semana también a las Antillas Menores, Turcas y Caicos, y el sureste de las Bahamas. El NHC advirtió que las condiciones marítimas peligrosas se extenderán a las Bermudas y la costa este de Estados Unidos a principios de la próxima semana, con oleaje capaz de crear corrientes de resaca mortales.
Por otra parte, las agencias de socorro de República Dominicana también situaron en alerta verde a 11 provincias, ante las fuertes lluvias y el intenso oleaje previstos por Erin. El Centro de Operaciones de Emergencias (COE) prohibió el uso de playas en toda la costa atlántica, desde La Altagracia hasta Montecristi. El director del COE, Juan Manuel Méndez, ordenó a todas las embarcaciones permanecer en puerto y exhortó a la población a no acercarse a la costa debido al alto peligro.
El NHC subrayó que, aunque Erin no se encuentra cerca de tierra firme, la población de las Antillas Menores, Islas Vírgenes, Puerto Rico, Turcas y Caicos y el sureste de las Bahamas debe permanecer atenta a la evolución del sistema. El ciclón se hallaba este sábado a unos 170 kilómetros al noreste de Anguila y a 375 kilómetros de Puerto Rico, avanzando a 28 kilómetros por hora en dirección oeste.
Erin surgió el lunes pasado y pasó a categoría de huracán el viernes. En el año, es el primer huracán de la temporada atlántica y el primero en alcanzar la máxima categoría. El NHC pronostica que Erin tomará rumbo norte a partir de la noche del domingo, aunque las proyecciones actuales sugieren que permanecerá lejos de la costa estadounidense. No obstante, la tormenta podría causar olas peligrosas y erosión costera en lugares como Carolina del Norte.
Expertos meteorológicos han advertido que la temporada de huracanes para el Atlántico, de junio a noviembre, se perfila como más activa de lo habitual. El año anterior, el huracán Helene provocó más de 200 muertes en el sureste de Estados Unidos. El fenómeno del cambio climático y el aumento de la temperatura del mar han intensificado tanto la frecuencia como la rapidez de evolución de este tipo de sistemas, según advirtieron expertos citados por el NHC.
Mientras el huracán Erin avanza, las autoridades de los países del Caribe se mantienen en alerta máxima y llaman a la población a seguir las recomendaciones y los boletines meteorológicos oficiales.
(Con información de AFP y EFE)