Israel vivirá este domingo una jornada de paro nacional convocada por las familias de los rehenes retenidos por los terroristas de Hamas en la Franja de Gaza, que llaman a “detener la vida cotidiana” para exigir al Gobierno un acuerdo que permita su liberación.
La movilización, bautizada como “Israel en pausa”, comenzará a las 07:00 hora local (04:00 GMT) con concentraciones en cruces de carretera y se prolongará durante todo el día con marchas, oraciones y actos por todo el país.
La atención se centrará especialmente en Tel Aviv, donde se espera que cerca de un millón de personas se reúnan en la plaza de los Rehenes, epicentro de las protestas desde el inicio de la guerra.
A las 20:00 (17:00 GMT) está prevista una gran manifestación frente a la sede del Ejército israelí en Tel Aviv.
El paro cuenta con un amplio respaldo social. Varias universidades -entre ellas la Hebrea de Jerusalén, el Technion de Haifa y la Abierta de Israel- anunciaron que permitirán a su personal y alumnado unirse a las protestas, mientras que alrededor de 75 autoridades locales, incluido el alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai, han expresado su apoyo.
A la protesta se sumarán, según informan medios locales, varias compañías tecnológicas del país -entre ellas Wix, HoneyBook y Fireblocks- y la Asociación de Abogados de Israel.
Por su parte, la Histadrut, principal federación sindical, que representa a unos 800.000 trabajadores en el país, informó que no se unirá oficialmente a la huelga, aunque apoyará a los trabajadores que decidan acudir a la protesta tras reunirse con representantes empresariales y de las familias de los cautivos.
El jefe del Estado Mayor de Israel, Eyal Zamir, afirmó el jueves que la posibilidad de lograr la victoria en la guerra en la Franja de Gaza está ligada a la cohesión entre el Gobierno y el Ejército, en un contexto de recientes desacuerdos internos por la postura hacia la captura del enclave palestino.
Durante la ceremonia de entrega del mando de los Colegios Militares del Ejército israelí, Zamir remarcó: “En cualquier período, pero especialmente en tiempos de guerra, la relación entre el estamento político y el militar es un eje central de la seguridad nacional. La confianza mutua y la plena cooperación son claves para el éxito”.
El jefe militar sostuvo que la verdadera victoria no depende solo del poder militar, sino de la cohesión entre ambos estamentos: “Solo así podemos asegurar una victoria decisiva, así como la resiliencia del Estado al día siguiente”.
De acuerdo con medios locales, Zamir ha manifestado en ocasiones su desaprobación hacia el plan de capturar la Franja de Gaza. No obstante, aseguró que el Ejército está “finalizando los preparativos para intensificar la operación ofensiva” con el objetivo de «provocar el colapso de las capacidades de Hamás en la Franja, tanto gubernamentales como militares“.
Zamir enfatizó que la campaña concluirá únicamente cuando se haya garantizado “nuestra seguridad y nuestro futuro”.
El miércoles, el Ejército israelí aprobó el plan operativo para la nueva fase en Gaza, pocos días después de que el primer ministro Benjamín Netanyahu presentara su propuesta de ocupación del enclave palestino.
El plan establece cinco objetivos: desarmar a Hamás, liberar a todos los rehenes israelíes, desmilitarizar la Franja, asumir el control total de la seguridad y establecer «una administración civil alternativa que no sea ni Hamás ni la Autoridad Palestina“.
(Con información de EFE)