De acuerdo con un relevamiento realizado por la consultora Focus Market sobre la base de datos de Scanntech —que recopila información a partir de lectores de código en 756 puntos de venta de todo el país—, el consumo masivo registró en julio de 2025 un aumento del 3,4% respecto del mes anterior. Sin embargo, en la comparación interanual se observó una caída del 4,3% frente a igual mes de 2024.
El informe también indica que la cantidad de tickets emitidos creció 2,1% en relación con junio, mientras que las unidades por ticket tuvieron un incremento del 0,6%.
Según el relevamiento, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) el consumo aumentó 6,6% en julio, acompañado por una suba de 6,4% en la facturación frente al mes previo. En el interior del país, la variación mensual fue aún más pronunciada: el consumo subió 9,3% y la facturación avanzó 10,1%.
En cuanto al comportamiento de compra, el director de Focus Market, Damián Di Pace, señaló que “en un contexto de desaceleración inflacionaria y mayor previsibilidad en la variación futura de precios, el patrón de compra se está normalizando. Los hogares ya no sienten la urgencia de acopiar; en cambio, reponen con mayor regularidad y en volúmenes más ajustados a la necesidad inmediata”.
Diferencias por formato de tienda
El estudio detalla que el desempeño fue dispar según el formato de comercio. El segmento de Self-Independiente registró un alza del 15,1% en el consumo, con un ticket promedio de $10.811.
El autoservicio grande mostró un incremento del 17,6%, con un ticket promedio de $9.845. En el autoservicio mediano, la suba fue del 21,3%, con un ticket promedio de $7.566. Por su parte, el autoservicio chico tuvo un aumento del 21,4%, con un ticket promedio de $6.795.
Di Pace afirmó que hay un giro en el ciclo macroeconómico. “La estabilidad relativa de precios, aun con niveles altos, reduce el incentivo al adelantamiento del gasto y permite reasignar ingresos hacia otros rubros, como es el gasto en servicios. El desafío para las empresas de consumo masivo será adaptarse a un mercado que deja atrás el ‘pico de ventas por stockeo’ y se orienta hacia una demanda más estable, pero menos voluminosa en cada acto de compra”, señaló Di Pace.
Evolución por categorías
El trabajo analiza también la evolución interanual en julio de 2025, comparando con el mismo mes de 2024, según el peso de la facturación y del consumo en cuatro grandes familias de productos: alimentos, bebidas, cuidado personal y limpieza.
En términos de peso en la facturación, dos de las categorías registraron incrementos y dos retrocesos. Los alimentos pasaron de representar el 63,6% al 64,0% del total, mientras que las bebidas aumentaron de 20,6% a 20,8%.
En cambio, cuidado personal cayó de 8,4% a 8,1% y limpieza bajó de 7,4% a 7,2%.
Si se observa el peso en el consumo (medido en unidades), tres de las cuatro categorías presentaron subas y una registró una caída. Limpieza pasó de 5,5% a 6,0%, cuidado personal subió de 1,9% a 2,0% y alimentos crecieron de 46,8% a 48,2%. La única baja correspondió a bebidas, que retrocedieron de 45,8% a 43,8%.
Cambios en el patrón de compra
El relevamiento señala que el comportamiento de los consumidores ha cambiado respecto del año pasado. “Tras un 2024 marcado por la inercia inflacionaria y la incertidumbre sobre el valor del dinero, los consumidores argentinos habían adoptado un comportamiento defensivo: adelantaban compras, acumulaban mercadería no perecedera y se ‘refugiaban’ en el stock como una forma de preservar poder adquisitivo frente a aumentos de precios vertiginosos”, indicó Di Pace.
El informe agrega que, incluso con el movimiento del dólar registrado en julio de 2025, este tipo de conducta no se replicó. La demanda actual, según el análisis, exige al canal comercial —tanto mayorista como minorista— ajustar su estrategia hacia una mayor rotación de productos y dejar en segundo plano el stockeo.