La decisión de Ford Motor Company de apostar por un cambio de paradigma en la concepción de los vehículos eléctricos es todo un símbolo para la industria automotriz mundial.
En primer lugar porque lo hace la marca que popularizó el concepto de línea de montaje y abarató los costos de los automóviles, democratizando su uso. Y en segunda instancia, porque llega en un momento crítico para las compañías automotrices convencionales, muchas de las cuales ya decidieron postergar sus planes de electrificación o retrasar los plazos ante un amesetamiento de las ventas en la mayoría de los países desarrollados.
Este lunes se anunció en Michigan que Ford invertirá aproximadamente USD 5.000 millones para desarrollar una nueva plataforma universal de vehículos eléctricos y transformar su proceso de manufactura.
Eficiencia, tecnología y modularidad
“La empresa adoptó un enfoque radical para un desafío muy difícil: crear vehículos más accesibles que deleiten a los clientes en diseño, innovación, flexibilidad, espacio, placer de conducir y costo de operación”, señaló Jim Farley, presidente y CEO de Ford, en el comunicado emitido este lunes.
El máximo ejecutivo de la marca agregó que “todos hemos vivido demasiados ‘intentos universitarios’ fallidos por parte de los fabricantes de automóviles de Detroit para hacer vehículos accesibles que terminan con plantas inactivas, despidos e incertidumbre. Así que, esto tenía que ser un negocio sólido, sostenible y rentable”.
Para logarlo Farley dijo que “desmantelamos el concepto de línea de montaje móvil y diseñamos uno mejor. Y encontramos un camino para ser el primer fabricante de automóviles en fabricar baterías LFP prismáticas en EE.UU.”
Para hacer autos eléctricos más asequibles que puedan competir con la industria automotriz china, se buscó mejorar la eficiencia en el uso de los recursos. La Plataforma Universal EV reduce en un 20% la cantidad de piezas respecto a un vehículo convencional y requiere 25% menos piezas de fijación. El número de estaciones “dock-to-dock” necesarias en planta disminuye un 40%, lo que impacta directamente en los tiempos de montaje, que se reducen un 15%.
Al ser una plataforma y no un vehículo, en una primera etapa todo está centrado en el desarrollo del primer modelo. Será una pickup eléctrica mediana doble cabina, que pretende ofrecer un nivel superior en confort, tecnología y versatilidad de uso para el segmento. Llegará en 2027 a los clientes de Estados Unidos con un rango de precio inicial cercano a los USD 30.000 para el mercado norteamericano.
Algunos datos que se anunciaron y que llaman la atención están referidos a la capacidad que tendrá esta pick-up, que tendrá la aceleración de un Mustang EcoBoost, un baúl delantero tipo frunk (término que combina las palabras baúl y delantero en una misma palabra), y una gran capacidad de carga en la caja posterior.
Ford detalló además que el nuevo set de cableado para la pickup será 1,3 kilómetros más corto y 10 kilos más liviano que el de su SUV eléctrico de primera generación.
Baterías de bajo costo
Pero más allá de reducir costos y tiempos de fabricación, la tecnología eléctrica es la otra pieza clave para el éxito del proyecto. Las nuevas baterías prismáticas de litio-ferrofosfato (LFP), libres de cobalto y níquel, serán construidas en BlueOval Battery Park Michigan.
Estas baterías, integradas estructuralmente al piso del vehículo, optimizan espacio interior y rebajan el centro de gravedad, aspecto clave para mejorar el manejo de los vehículos. Si bien las baterías LFP son menos eficientes que las de litio con cobalto y niquel, su costo es sustancialmente menor y permiten abaratar el elemento más caro de un auto eléctrico.
Doug Field, director de eléctricos, digital y diseño de Ford, vinculó la apuesta con los orígenes de la marca: “Nos inspiramos en el Modelo T, el auto universal que cambió el mundo», dijo, antes de explicar que “aplicamos la ingeniería de primeros principios, llevando al límite la física para que sea divertido de conducir y competitivo en precio. Nuestra nueva arquitectura desbloquea capacidades que la industria nunca ha visto».
Esa es la tercera cualidad rupturista del proyecto. El nuevo Sistema de Producción Universal EV rompe con la linealidad clásica del ensamblado de vehículos, ya que en lugar de una cinta transportadora única, ahora serán tres subconjuntos los que avanzan por líneas separadas y se integran recién al final del proceso.
Este esquema se complementa con la fabricación de grandes piezas de aluminio fundido que sustituyen el concepto actual de componentes más pequeños. Además, los kits de montaje, que contienen los elementos de fijación y herramientas ordenadas para cada tarea, se desplazan junto al producto, mejorando la ergonomía y calidad de las operaciones.
El sistema, compatible con la nueva arquitectura EV, permite que el armado de la pickup mediana pueda realizarse hasta un 40% más rápido que en los sistemas actuales de Louisville.
“A veces se necesita un salto dramático. Esperamos avances ergonómicos y reducción de complejidad— a través de la eliminación de piezas, conectores y cables— que se traducirán en importantes ganancias de calidad y costo”, dijo Bryce Currie, vicepresidente de Manufactura para América en Ford.
El cronograma de Ford contempla informar próximamente detalles adicionales sobre la pickup eléctrica mediana, incluyendo autonomía prevista, variantes de batería y tiempos de recarga. La ambición de la compañía es proporcionar soluciones competitivas tanto para el mercado doméstico como para la exportación, apuntando a consolidar su presencia en el creciente sector de vehículos eléctricos.
Una vez desarrollado el primer vehículo, la versatilidad de la plataforma permite producir desde SUVs hasta modelos utilitarios o vans. Aunque la marca no lo afirma en su comunicado, el material adicional proporcionado muestra los posibles automóviles que se podrían fabricar con este concepto y plataforma.
El hecho de establecer como metas básicas la producción de vehículos eléctricos asequibles, permite imaginar que un B-SUV 100% eléctrico podría estar entre los planes. Aunque falta mucho tiempo, pensar en un eventual retorno a una versión eléctrica de un Ford Ecosport, o como se llame, no debería sorprender a nadie.
La inversión anunciada por Ford, además, impactará en el sostenimiento y creación de nuevos puestos de trabajo para las plantas de Louisville y BlueOval Battery Park Michigan, en Estados Unidos, asegurando el empleo de más de 4.000 trabajadores para este proyecto.