Nueva amenaza de Kim Jong-un: el Ejército norcoreano efectuó disparos de artillería cerca de la frontera con Corea del Sur (REUTERS/KCNA)

El régimen norcoreano encabezado por Kim Jong-un volvió a mostrar su retórica belicista y sus habituales provocaciones militares con un entrenamiento de disparo de artillería táctica realizado en las inmediaciones de la frontera con Corea del Sur. La maniobra se llevó a cabo a menos de una semana de que Seúl y Washington inicien sus ejercicios conjuntos Ulchi Freedom Shield (UFS), previstos para el 18 de agosto, y que se extenderán hasta el día 28.

Según la agencia de propaganda norcoreana KCNA, el ejercicio, supervisado por Pak Jong-chon, vicepresidente de la Comisión Militar Central del Partido de los Trabajadores, involucró a unidades equipadas con morteros de distintos calibres. El objetivo, según el relato oficial, fue “verificar estrictamente la destreza de las tropas en métodos de combate de apoyo de fuego” y “contener completamente a los gánsteres militares en la zona adyacente a la frontera”. El comunicado añadió que el entrenamiento buscó “defender de forma fiable la seguridad y la soberanía del Estado infranqueable con un poder de combate abrumador”.

La maniobra se llevó a cabo a menos de una semana de que Seúl y Washington inicien sus ejercicios conjuntos, previstos para el 18 de agosto (REUTERS)

El domingo, el ministro de Defensa norcoreano, No Kwang-chol, lanzó una dura advertencia: el Ejército tomará “contramedidas de autodefensa” si las maniobras conjuntas cruzan lo que el régimen considera sus “líneas rojas”. Calificó el UFS como una “provocación militar directa” y una “amenaza real” para la región, acusando a Washington y Seúl de preparar “un escenario de guerra nuclear” que, en sus palabras, “aumenta la imprevisibilidad de la situación y la inestabilidad en la región”.

“Proteger los intereses de seguridad del Estado de las amenazas hostiles de EEUU y Corea del Sur es la misión absoluta de nuestras fuerzas armadas”, afirmó No, advirtiendo que cualquier cruce de líneas “se responderá con el ejercicio estricto del derecho soberano a la autodefensa”.

Por su parte, Seúl y Washington insisten en que el UFS es un ejercicio de carácter estrictamente defensivo. Las autoridades surcoreanas y el Comando de Fuerzas Combinadas explican que su propósito es reforzar la preparación y la capacidad de disuasión frente a amenazas norcoreanas. Este año, el programa de ejercicios fue ajustado: unas 20 de las 40 maniobras inicialmente previstas se aplazaron hasta septiembre.

Según la agencia de propaganda norcoreana KCNA, el ejercicio, supervisado por Pak Jong-chon, vicepresidente de la Comisión Militar Central del Partido de los Trabajadores, involucró a unidades equipadas con morteros de distintos calibres

Según funcionarios surcoreanos, la decisión respondió a la ola de calor y a los daños provocados por inundaciones, aunque también podría interpretarse como un gesto para facilitar un ambiente de diálogo.

El ministro de Unificación de Corea del Sur, Chung Dong-young, declaró a finales de julio que propondría al presidente Lee Jae-myung “ajustar” el alcance de las maniobras conjuntas como parte de la política de acercamiento intercoreano de la nueva administración. La cuestión podría abordarse en la próxima cumbre entre Lee y el presidente estadounidense, Donald Trump, prevista para el 25 de agosto según medios locales.

En paralelo, se han registrado gestos parciales de distensión. A principios de agosto, ambas Coreas retiraron los altavoces de propaganda instalados en la zona desmilitarizada, aunque el tono oficial del régimen no ha cambiado. La semana pasada, Kim Yo-jong, hermana del líder norcoreano y figura clave del aparato de poder, afirmó que Corea del Sur “sigue siendo el enemigo” y rechazó retomar el diálogo intercoreano o aceptar las propuestas de desnuclearización de Seúl y Washington.

El régimen norcoreano encabezado por Kim Jong-un volvió a mostrar su retórica belicista y sus habituales provocaciones militares con un entrenamiento de disparo de artillería táctica

La combinación de ejercicios militares cerca de la frontera, amenazas explícitas y rechazo a la negociación refuerza la percepción de que Pyongyang mantiene una estrategia basada en la confrontación. Las próximas dos semanas, coincidiendo con el desarrollo del Ulchi Freedom Shield, serán determinantes para medir si Corea del Norte opta por moderar su postura o intensificar su escalada.

(Con información de EFE)