El Fondo Monetario Internacional ejemplificó con tres países de América Latina para plantear cuál debería ser el sendero de acumulación de reservas que debería tomar el BCRA: uno de ellos, Chile, anunció un plan para comprar dólares de manera diaria por tres años para ensanchar sus arcas internacionales.
Los otros dos países mencionados por el informe técnico del FMI son Colombia y México, que también aplicaron planes de ese tipo en los últimos años. Se trata de compras abiertas en el mercado, anticipadas y de manera predecible, según definen los economistas del organismo.
El BCCh cuenta con unos USD 43.000 millones, mientras que México tiene más de USD 240.000 millones y Colombia, unos USD 65.000 millones. Según estimaciones del fondo inversor VanEck, implica cerca de un 15% del PBI para los tres casos. La Argentina, como comparación, tiene menos de 5% de su Producto.
Una de las formas que tiene el FMI para medir la solidez de las arcas internacionales de cada país es el una métrica particular, desarrollada por los departamentos de análisis económico del organismo, en la que se establece un índice de “reservas adecuadas”. Mientras México y Colombia están bien por encima del 100% de ese monto que les corresponde, Chile ronda el 75% y la Argentina no llega al 50% incluso tras los desembolsos del Fondo Monetario.
El Banco Central chileno, que preside Rossana Costa, definió a la medida como “coherente con el régimen de metas de inflación y tipo de cambio flotante”. “No busca modificar las condiciones financieras ni afectar el comportamiento del mercado cambiario, sino fortalecer la gestión de reservas internacionales como parte de las funciones permanentes del Banco en resguardo de la estabilidad financiera”, concluyó.
En el Gobierno relativizan la recomendación del FMI respecto de qué forma debería el BCRA acumular reservas, y defienden el programa por el cual el Tesoro -es decir el Ministerio de Economía- inició compras por unos USD 1.500 millones, pero que a diferencia del caso chileno, son operaciones fuera de la pantalla abierta y de manera directa con una contaparte, como pueden ser empresas o provincias que emiten deuda en dólares o consiguen financiamiento en el exterior.
En el equipo económico consideraron, ante la consulta de Infobae, que el comentario hecho por el FMI representa una “expresión de deseos” y más una declaración de intenciones sobre qué tipo de compras esperan que haga el BCRA pero no está planteado, en el marco del programa vigente, como una meta obligatoria como son las metas puntuales de reservas internacionales y de superávit primario.
Desde Adcap Grupo Financiero realizaron un ejercicio para estimar, según ese criterio de reservas adecuadas del FMI, cuántos dólares debería tener el BCRA. “El Banco Central de Argentina tiene un nivel de reservas peligrosamente bajo. Excluyendo el swap de divisas con China, su stock bruto alcanza USD 28.000 millones, apenas la mitad de lo que sugieren como prudente los propios parámetros del FMI”.
Además mencionaron que “las reservas ‘óptimas’ de Argentina deberían situarse entre 57.800 millones y 78.700 millones de dólares estadounidenses”. Para dimensionar el desafío, Adcap planteó: “El nivel actual -descontando el swap con China- cubre solo entre el 36% y el 49% de ese rango”.
El análisis de Adcap destaca que “dado el tipo de cambio fuertemente administrado de Argentina -en algún punto intermedio entre un crawling peg y un sistema dual-un objetivo razonable de punto medio podría ser 68 mil millones de dólares”.
El régimen de flotación administrada continúa siendo un pilar del programa económico. En su staff report, el FMI reiteró que “los objetivos de flexibilidad cambiaria y acumulación de reservas siguen siendo primordiales” para garantizar la estabilidad del esquema y preservar la sostenibilidad externa del país.
El documento ratificó que el tipo de cambio se moverá dentro de las bandas anunciadas por el Banco Central, con márgenes de fluctuación crecientes, y que dentro de ese corredor no se realizarán ventas de divisas, aunque sí se mantendrán compras con criterios considerados oportunos.
El organismo indicó que esas compras serán clave para fortalecer el balance del BCRA, facilitar la reducción de los diferenciales soberanos y sostener el proceso de recomposición de reservas en un entorno que sigue presentando “riesgos crecientes”. Las autoridades argentinas se comprometieron a avanzar con un “enfoque multifacético” que, según el Fondo, requerirá una implementación cuidadosamente calibrada para cumplir con las metas revisadas del programa.
En ese marco, el FMI destacó que “será crucial que el Banco Central desempeñe un papel más activo en el proceso de acumulación de reservas, incluyendo la compra de divisas según un calendario predecible”. El staff del Fondo reiteró que esas condiciones son indispensables para consolidar la credibilidad del régimen cambiario, bajar el riesgo país y sostener el proceso de desinflación.