La crisis energética en Cuba generará apagones durante todo el día este martes que afectarán simultáneamente a la mitad de la isla en las horas de mayor demanda, según la Unión Eléctrica (UNE).
El deterioro de la situación desde mediados del año pasado se traduce en apagones que superan las 20 horas diarias en grandes ciudades como Santiago de Cuba y Holguín (este), con casos de hasta 38 horas seguidas sin energía eléctrica en algunas localidades.
La Habana, que antes había quedado parcialmente al margen del problema, ahora enfrenta largos cortes eléctricos. Esta semana la capital afronta apagones planificados de hasta diez horas diarias.
La UNE, organismo dependiente del Ministerio de Energía y Minas, estima que la capacidad máxima de generación eléctrica para el horario pico (tarde-noche) será de 1.948 megavatios (MW), mientras que la demanda ascenderá a 3.750 MW. Esto arroja un déficit de 1.802 MW y una afectación proyectada de 1.872 MW, aunque los valores reales suelen superar estos cálculos.
En este momento, siete de las 20 unidades de producción termoeléctrica, localizadas en siete centrales, permanecen fuera de servicio por averías o mantenimientos. Además, 53 centrales de generación distribuida (motores) no funcionan por la falta de combustible (diésel y fueloil).
Las causas principales de la crisis son las averías recurrentes en las centrales termoeléctricas, resultado de décadas de sobreexplotación y escasa inversión, y la falta de divisas para importar crudo y derivados.
Expertos independientes atribuyen la dificultad a una crónica infrafinanciación del sector, que permanece completamente en manos del estado cubano desde el triunfo de la revolución en 1959.
Estudios independientes calculan que el régimen requeriría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para restablecer la red eléctrica.
Los cortes eléctricos aumentan el malestar social y en los últimos años se han vinculado con protestas relevantes, como las de julio de 2021.