Drones iraníes Credito: iranprimer.usip.org

Las autoridades de Estados Unidos han anunciado este jueves la imposición de sanciones a un ciudadano de nacionalidad iraní y a cinco entidades con sede en el país centroasiático, China, Taiwán y Hong Kong, a los que acusa de haber adquirido tecnología y equipos para contribuir al desarrollo del programa de drones iraníes.

En particular, el Departamento del Tesoro ha denunciado a los seis sancionados por su “apoyo a la Compañía Industrial de Fabricación de Aeronaves de Irán (HESA)”, una subsidiaria del Ministerio de Defensa iraní que fabrica las aeronaves militares y drones empleados por la Guardia Revolucionaria y que también está sancionada por Washington.

“Irán continúa desarrollando capacidades de armas asimétricas, incluyendo vehículos aéreos no tripulados, para llevar a cabo ataques contra Estados Unidos, nuestros militares y nuestros socios y aliados en la región”, ha declarado el subsecretario del Tesoro para terrorismo e inteligencia financiera, John Hurley, en un comunicado difundido por el organismo en el que ha asegurado que “seguiremos impidiendo que Teherán impulse su agenda desestabilizadora, que socava la estabilidad de la región y amenaza la seguridad del pueblo estadounidense”.

Seguiremos impidiendo que Teherán impulse su agenda desestabilizadora, que socava la estabilidad de la región y amenaza la seguridad del pueblo estadounidense”, añadió.

La medida se suma a una nueva ronda de presiones económicas adoptadas por la administración estadounidense. Apenas un día antes, el gobierno había anunciado más de 115 sanciones dirigidas contra personas físicas, entidades y embarcaciones vinculadas a una red internacional que, según Washington, genera decenas de miles de millones de dólares mediante el transporte de petróleo y productos derivados desde Irán y Rusia a mercados globales.

El Departamento del Tesoro de EEUU. REUTERS/Kevin Lamarque/

En respuesta, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores del régimen de Irán, Esmaeil Baqaei, calificó las sanciones como “ilegales” y una muestra de “su excesiva indiferencia hacia el respeto a la ley”, según declaraciones difundidas por medios estatales iraníes.

La administración estadounidense sostiene que las actividades de estas redes permiten a Teherán financiar programas armamentísticos y operaciones militares en Medio Oriente, en particular mediante el uso de drones y otros sistemas aéreos no tripulados que, según Washington, han sido empleados en ataques contra intereses estadounidenses y de sus aliados.

Las nuevas sanciones prohíben transacciones con los individuos y entidades designados, bloquean sus activos en jurisdicción estadounidense y restringen su acceso al sistema financiero internacional. Las autoridades también han advertido que cualquier empresa o individuo que colabore con los sancionados podría enfrentar consecuencias similares.

Estas acciones se enmarcan en una política más amplia de presión económica contra el régimen de Irán, vigente desde la salida de Estados Unidos del acuerdo nuclear en 2018. En los últimos años, Washington ha ampliado sus medidas punitivas contra sectores estratégicos iraníes, incluyendo energía, defensa, transporte marítimo y tecnología dual, con el objetivo de frenar sus capacidades militares y limitar su influencia en la región.

(Con información de Europa Press)