El empresario uruguayo Gustavo Basso, uno de los directores de Conexión Ganadera, era una persona reconocida en Florida, una ciudad a 100 kilómetros de Montevideo. Y allí tenía una vida religiosa activa: iba casi todos los días a recibir la eucaristía.
A una cuadra tenía su escritorio rural y la oficina de Conexión Ganadera, un fondo ganadero que se dedicaba a captar pequeños, medianos y grandes inversores para comprar ganado. A cambio, pagaba una renta fija de al menos un 7%. Era una persona que transmitía “confianza”, como definió el párroco de la Catedral de Florida, César Buitrago.
Basso murió en un accidente de tránsito voluntario, el 28 de noviembre. Después de su fallecimiento, se supo la crisis que atravesaba la empresa: el dinero de los más de 4.000 ahorristas se había esfumado. El déficit de la empresa asciende a unos USD 250 millones.
La estafa motivó varias investigaciones judiciales y hasta la imputación de la viuda de Basso, Daniela Cabral, por ese delito. Esta investigación también motivó allanamientos. Durante este proceso, hubo algunas acciones llamativas.
100 días después de que empiece la investigación judicial por estafa, y antes de los allanamientos del 8 de mayo, un depósito en el que había documentación de Conexión Ganadera fue vaciado y el material que había allí destruido. Dentro de esa documentación hay cuatro cuadernos que fueron rescatados por el noticiero Telenoche de Canal 4, que luego entregó a Interpol este material en el marco de la investigación que realiza.
Ese depósito pertenece a la parroquia de la Catedral de Florida, consignó El País. Testigos afirmaron que solían ver allí estacionados vehículos con el logo de la empresa. El lugar está en una zona periférica de la ciudad de Florida y escapó de los allanamientos que ordenó la Justicia el 8 de mayo en las oficinas de Conexión Ganadera, las que están a una cuadra de la iglesia.
Una de las testigos relató que Basso tenía en ese depósito muebles y otros materiales, como bolsas, papeles y cuadernos. La mujer contó que se tiraron en una volqueta muchos papeles que luego fueron retirados por un camión que se los llevó.
Los cuatro cuadernos recuperados tienen en total 336 páginas completas de anotaciones. Incluyen decenas de nombres y apellidos de inversores, celulares, establecimientos ganaderos, montos en dólares recibidos, adelantos entregados y números de cuentas bancarias. Estos registros tienen ganado y detallan compras, el valor y el peso de los animales. En el material también hay listados que vinculan a inversionistas con el número de caravana o guía del ganado.
Otra hoja parece ser una guía con nombres y números de celular de personas que estarían vinculadas a la operación de Conexión Ganaderas. Otras anotaciones están vinculadas a la firma Hernandarias XIII, una de las empresas vinculadas al fondo que era la principal tenedora de ganado.
Los registros en los cuatro cuadernos abarcan los años 2013, 2014, 2918, 2019 y 2020. El noticiero uruguayo entregó los cuadernos al área que investiga lavado de activos en la sede de Interpol, en el marco de la investigación.
La parroquia de Florida ya había sido mencionada en la investigación. Un informe de la Secretaría Nacional para la Lucha Contra el Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo elaboró un informe que realizó sobre transacciones vinculadas al fondo ganadero. Entre esas transacciones mencionaron la venta de cuatro unidades de propiedad horizontal en el departamento de Lavalleja al párroco Buitrago, quien era muy allegado a Basso.
Buitrago es uno de los damnificados de Conexión Ganadera. Cuando se conoció la crisis de la empresa, declaró: “Gustavo Basso gozaba de total confianza, todos los que le confiamos a Conexión Ganadera los ahorros lo hicimos en base a la confianza”.