La hermana del líder norcoreano Kim Jong Un, Kim Yo Jong, rechazó oficialmente los esfuerzos del recién instalado Gobierno liberal surcoreano encabezado por el presidente Lee Jae Myung para mejorar las relaciones entre ambas Coreas, según información divulgada por medios estatales norcoreanos. Kim Yo Jong afirmó: “No hay ningún interés en ninguna propuesta de Seúl y no existe razón para reunirse ni tema que discutir”, subrayando que la postura del nuevo Ejecutivo surcoreano no difiere de la de sus predecesores conservadores debido a su “ciega confianza” en la alianza con los Estados Unidos y su “hostilidad” hacia el Norte.
La declaración constituye la primera reacción oficial de Corea del Norte al Gobierno de Lee, quien asumió en junio y que desde entonces adoptó medidas para distender las relaciones bilaterales, como suspender las transmisiones con altavoces en primera línea, intentar frenar el envío de globos con propaganda hacia el norte y repatriar a ciudadanos norcoreanos llegados accidentalmente en embarcaciones de madera.
Kim Yo Jong reconoció que se trata de “esfuerzos sinceros” de Seúl, pero sostuvo que la administración de Lee continúa en el camino de la confrontación, mencionando en particular las previstas maniobras militares conjuntas entre Corea del Sur y Estados Unidos en verano, consideradas por Pyongyang como un simulacro de invasión.
Desde el colapso de las conversaciones nucleares entre Kim Jong Un y el presidente Donald Trump en 2019 por desacuerdos en las sanciones internacionales, Corea del Norte ha reforzado su programa nuclear e implementado una política de “dos Estados” hostil, repudiando cualquier diálogo con Seúl y Washington.
En respuesta a la declaración, Lee subrayó la importancia de reconstruir la confianza entre las Coreas. El ministro de Unificación surcoreano, Chung Dong-young, afirmó su intención de proponer a Lee un ajuste en los ejercicios militares con Estados Unidos, con el fin de incentivar el retorno norcoreano a las negociaciones. Esta idea podría provocar reacciones adversas entre sectores conservadores surcoreanos, defensores del fortalecimiento de las maniobras conjuntas como respuesta al avance armamentístico del Norte.
Analistas como Moon Seong Mook, del Instituto Coreano de Estrategia Nacional, señalaron que Pyongyang espera que Seúl abandone la alianza con Washington, y que no ve incentivos para reanudar la cooperación económica mientras sigan vigentes las sanciones internacionales.
En el actual contexto, Corea del Norte parece privilegiar los lazos con Rusia, a la que brinda apoyo militar en el conflicto de Ucrania y de la que recibe asistencia económica. Especialistas como Leif-Eric Easley, de la Universidad Femenina Ewha en Seúl, interpretan la declaración de Kim Yo Jong como una maniobra para reforzar el orgullo nacional y justificar la política armamentística, al tiempo que busca debilitar la relación entre Seúl y Washington resaltando las tensiones militares.
De acuerdo con Kwak Gil Sup, director del sitio One Korea Center, ante el estancamiento del diálogo, Pyongyang podría reconsiderar su estrategia diplomática en una próxima reunión del Partido de los Trabajadores, posible para enero, valorando nuevas vías de relación con Corea del Sur y Estados Unidos.
(Con información de AP)