El escenario de tensión entre Israel e Irán tras la guerra de los 12 días sumó un nuevo capítulo este domingo con la contundente advertencia del ministro de Defensa israelí, Israel Katz, contra el líder supremo iraní, Ali Khamenei. En una declaración difundida oficialmente desde la oficina ministerial, Katz advirtió que Israel está dispuesto a alcanzar directamente a Khamenei en caso de mantenerse las amenazas provenientes de Teherán hacia el Estado israelí.
“Quiero mandar un mensaje claro al dictador Khamenei: si sigues amenazando a Israel, nuestro largo brazo alcanzará Teherán de nuevo y con más fuerza aún. Y esta vez a ti personalmente. No amenaces, no sea que te hagas daño”, manifestó Katz, según el comunicado difundido por su oficina, tras una visita a la base aérea de Ramón, un enclave militar fundamental para las operaciones defensivas y ofensivas de Israel.
Allí, el ministro israelí se dirigió a las tropas y empleados de la base tras la conclusión del enfrentamiento de 12 días que marcó el conflicto abierto y más reciente entre Israel e Irán, ocurrido en junio.
El fin de semana pasado, el ayatollah iraní lanzó una advertencia dirigida a Estados Unidos e Israel, asegurando que Teherán está listo para responder ante cualquier nuevo ataque militar.
Durante una reunión con altos funcionarios del poder judicial iraní, Khamenei afirmó que el país cuenta con todas las herramientas necesarias: razonamiento y capacidad militar, y enfatizó que sus respuestas serán contundentes, tanto en el ámbito diplomático como en el militar. Subrayó que Irán no busca un conflicto, pero advirtió que sus respuestas a Israel han sido “firmes y aplastantes”. Señaló, además, que los ataques israelíes a “ciertos individuos y centros clave en Irán” no lograron debilitar al sistema iraní; según el líder supremo, el resultado ha sido el opuesto.
La tensión se agravó el 13 de junio, cuando Israel inició una ofensiva contra territorio iraní. En represalia, Irán lanzó cientos de misiles y drones hacia Israel. El conflicto escaló aún más el 22 de junio, con el bombardeo estadounidense sobre tres instalaciones nucleares iraníes: Fordow, Natanz e Isfahan. El Gobierno israelí argumentó que su operación estaba dirigida a frenar el programa de armamento nuclear de Irán.
Por su parte, el presidente estadounidense Donald Trump dijo días atrás que Washington no tiene prisa para cerrar un acuerdo nuclear con Irán, aunque se mostró dispuesto a negociar. “No tenemos prisa, pero si quieren negociar, aquí estamos”, declaró en la Casa Blanca durante un encuentro con el príncipe heredero de Baréin. Explicó que la Administración de Estados Unidos estuvo cerca de cerrar un acuerdo semanas atrás; sin embargo, tras el rechazo iraní, Washington decidió bombardear las instalaciones nucleares mencionadas.
Desde que Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo nuclear de 2015 —que imponía inspecciones y restricciones al programa atómico de Teherán—, las negociaciones se han reducido a intercambios con escasos avances. Washington exige el desmantelamiento total del programa nuclear iraní, mientras que Irán defiende su derecho a realizar enriquecimiento de uranio con fines pacíficos.
Las conversaciones nucleares quedaron suspendidas el 13 de junio tras la ofensiva israelí y el ataque estadounidense a las instalaciones nucleares iraníes. El escenario se mantiene bajo una tensa calma, con la amenaza explícita de Khamenei sobre la disposición de Irán a responder con contundencia a cualquier nueva agresión militar.
Este domingo el presidente de Estado Unidos dijo que “Irán se está aprovechando” y se preguntó “cómo pueden ser tan estúpidos” de decir que continuarán con su proceso de desarrollo nuclear después que EEUU los bombardeara en junio.