La sátira alcanza otro nivel cuando Satanás interroga a Trump sobre la “lista de Epstein”, aludiendo a los archivos no publicados que el gobierno de Estados Unidos mantiene sobre el pedófilo condenado Jeffrey Epstein, amigo de Trump durante 15 años

“Él tiene el poder de demandar y aceptar sobornos, y puede hacerle cualquier cosa a cualquiera. Es el maldito presidente, amigo… South Park se acabó”. Con esta frase, Satanás advierte a los habitantes de South Park sobre las consecuencias de enfrentarse a Donald Trump en el episodio inaugural de la temporada 27, una entrega que no solo satiriza al presidente de Estados Unidos, sino que también apunta directamente a su nueva casa: Paramount. El estreno llega apenas un día después de que los creadores de la serie firmaran un acuerdo de $1.500 millones de dólares con la plataforma.

La nueva temporada de South Park arranca con una sátira feroz que entrelaza la demanda de Trump contra Paramount, la cancelación del programa de Stephen Colbert y la polémica sobre la presencia de Jesús en las escuelas del pueblo. El episodio, titulado “Sermon on the ’Mount”, utiliza una parodia del programa 60 Minutes para abordar la reciente disputa entre Trump y la cadena, propiedad de Paramount. En la ficción, los presentadores del noticiero se refieren con nerviosismo al presidente como “un gran hombre” y advierten que “probablemente está mirando”.En una de las escenas más provocadoras, Trump aparece representado como una fotografía real sobre un cuerpo animado, y protagoniza un extenso video hiperrealista generado por inteligencia artificial, donde se le ve completamente desnudo caminando por el desierto. La secuencia insiste en la idea de que los genitales de Trump son pequeños, un recurso que la serie utiliza para ridiculizarlo. La trama se intensifica cuando los padres de South Park protestan contra la presencia de Jesús en las escuelas, y Trump responde con la amenaza de una demanda de $5.000 millones. Jesús, resignado, les ruega que lleguen a un acuerdo: “No quería volver y estar en la escuela, pero tuve que hacerlo porque era parte de una demanda y del acuerdo con Paramount”, declara con los dientes apretados.

La presión surte efecto y los habitantes del pueblo aceptan pagar a Trump una suma mucho menor, $3,5 millones, pero a cambio deben producir mensajes a favor del presidente. Esto desemboca en el ya mencionado video de Trump despojándose de su ropa en el desierto, una imagen que resume el tono irreverente del episodio.

El estreno llega apenas un día después de que los creadores de la serie firmaran un acuerdo de $1.500 millones (unos €1.370 millones) con la plataforma, según detalla The Guardian

El contexto de este estreno resulta especialmente llamativo por el momento en que se produce. El miércoles, South Park Digital Studios y Park County, las compañías dirigidas por Matt Stone y Trey Parker, anunciaron un acuerdo de licencia con Paramount+ Global. El contrato, valorado en $1.500 millones garantiza la producción de 50 nuevos episodios para Comedy Central durante cinco años, que se emitirán en exclusiva en Paramount+ a nivel mundial. Además, toda la biblioteca de South Park estará disponible en la plataforma en Estados Unidos.

La reacción en la industria no se hizo esperar. Dylan Byers, corresponsal senior del medio Puck, escribió en redes sociales tras la emisión: “Cuesta pensar en algo más desafiante en los medios y el entretenimiento recientemente que Trey Parker y Matt Stone yendo a la guerra total contra Paramount en el estreno de temporada de South Park, justo después de firmar un acuerdo de $1.500 millones con esa misma compañía”.

El acuerdo se produce en medio de disputas corporativas que han sacudido a Paramount. Skydance, controlada por el hijo del aliado de Trump, Larry Ellison, busca tomar el control tanto de Paramount Global como de Park County. A principios de mes, Parker y Stone criticaron la fusión por retrasar el estreno de la temporada 27, afirmando: “Esta fusión es un desastre y está arruinando South Park. Estamos en el estudio trabajando en nuevos episodios y esperamos que los fans puedan verlos de alguna manera”.

La trama se intensifica cuando los padres de South Park protestan contra la presencia de Jesús en las escuelas, y Trump responde con la amenaza de una demanda de $5.000 millones

La fusión requiere la aprobación de la Comisión Federal de Comunicaciones, actualmente bajo control de Trump. Cuando Paramount resolvió de forma polémica una demanda con Trump por $16 millones relacionada con acusaciones de “interferencia electoral” en la edición de una entrevista de 60 Minutes a Kamala Harris, algunos críticos lo interpretaron como un nuevo ejemplo de sumisión de los medios ante el presidente. La tensión aumentó cuando, tres días después de que Colbert, conocido crítico de Trump, calificara el acuerdo como “un gran soborno” en su programa nocturno de CBS, Paramount y CBS anunciaron la cancelación del show.

El episodio de South Park hace referencia constante a estos acontecimientos. Cartman descubre que su programa favorito de radio en NPR, donde “los liberales se quejan de todo”, ha sido cancelado por Trump. “El gobierno no puede cancelar el programa. ¿Qué programa van a cancelar después?”, se pregunta el personaje.

La sátira alcanza otro nivel cuando Satanás interroga a Trump sobre la “lista de Epstein”, aludiendo a los archivos no publicados que el gobierno de Estados Unidos mantiene sobre el pedófilo condenado Jeffrey Epstein, amigo de Trump durante 15 años. La decisión reciente de la administración Trump de no divulgar más documentos ha desatado una tormenta política. Satanás le pregunta directamente si figura en la lista: “Es raro que cada vez que sale el tema, solo le digas a todos que se relajen”, le espeta.

En una declaración a Variety, la portavoz de la Casa Blanca, Taylor Rogers, arremetió contra la “izquierda” y criticó la falta de “contenido auténtico u original” en la serie. “Este programa no ha sido relevante en más de 20 años y se mantiene a duras penas con ideas poco inspiradas en un intento desesperado de llamar la atención”, concluyó.

Consultado sobre la repercusión del capítulo, el co-creador de South Park, Trey Parker, dio una respuesta breve pero cargada de ironía ante el enojo de la Casa Blanca. “Lo sentimos muchísimo”, afirmó, seguido de una larga y cómica mirada inexpresiva.