El equipo económico priorizó mantener el camino de desinflación y evitar que la terminación del crawling peg del tipo de cambio desanclara a los precios

La primera revisión de metas con el Fondo Monetario se acerca a la recta final. El organismo confirmó en las últimas horas que terminó la revisión de metas y que será sometido a la discusión final en el directorio la semana próxima. En juego está el segundo desembolso, por USD 2.000 millones.

El acuerdo con el FMI, en vigor desde hace tres meses, transitó por dificultades y ajustes. Hubo idas y vueltas en el tipo de cambio: la cotización del dólar primero descendió hacia el piso de la banda de flotación y luego se acercó al techo. La política de reservas combinó una fase inicial de no intervención del Banco Central con una posterior aceleración de compras de dólares por parte del Tesoro y el desarme de las LEFI (Letras Fiscales de Liquidez), dentro de un viraje hacia un nuevo esquema de política monetaria.

En esta primera etapa del nuevo programa, el Fondo acordó financiar con USD 20.000 millones -el 60% ya desembolsado- la transición a una política económica con menos restricciones cambiarias, dólar flotante entre bandas y un sistema de agregados monetarios controlado, en un contexto de superávit fiscal sostenido a pesar del aumento del gasto primario por la fórmula jubilatoria automática y baja de recursos por la eliminación de impuestos (inflacionario, PAIS, aranceles a la importación y reducción transitoria de retenciones, principalmente).

La política de reservas combinó una fase inicial de no intervención del Banco Central con una posterior aceleración de compras de dólares por parte del Tesoro y el desarme de las LEFI

El equipo económico priorizó mantener el camino de desinflación y evitar que la terminación del crawling peg del tipo de cambio desanclara a los precios.

El traslado a la inflación de los movimientos cambiarios desde abril hasta los últimos datos relevados en julio parecen no mostrar un comportamiento amenazante para el sendero de desaceleración de la variación del IPC. Un dólar más alto, además, le permite al Gobierno poder aliviar en cierta medida las cuentas externas, que en el primer trimestre del año mostraron números críticos.

Pero alguna alarma se encendió por la escasez de reservas -en el mercado y en Washington- y el Poder Ejecutivo necesitó tomar otras medidas para remediar ese faltante.

Fuentes con conocimiento del pensamiento del staff técnico del FMI consideran que la cuestión de las reservas fue un punto de fricción entre las dos partes y que así también sucedió en las reuniones informales que tuvo el directorio antes de la discusión formal de la revisión de metas en los últimos días.

Perspectiva de reservas y qué factores las harían variar en los próximos meses, según LCG

En su comunicado, el jueves por la noche, el staff del FMI reconoció los avances del plan económico de esta primera etapa, aunque no dio precisiones sobre el cumplimiento de metas ni sobre el pedido eventual de un waiver sobre la cantidad de reservas.

“El programa ha tenido un inicio sólido a pesar de un contexto externo más complejo: la desinflación y el crecimiento han continuado, la pobreza ha seguido reduciéndose y Argentina se ha reincorporado a los mercados internacionales de capital antes de lo previsto”, afirmó el organismo.

A su vez, destacó: “Las autoridades mantienen su compromiso de salvaguardar el ancla fiscal, reconstruir las reservas, reducir la inflación de forma duradera, seguir fortaleciendo el marco monetario e impulsar reformas que impulsen el crecimiento”.

La desinflación y el crecimiento han continuado, la pobreza ha seguido reduciéndose y Argentina se ha reincorporado a los mercados internacionales de capital (FMI)

El Fondo también valoró el desarrollo de la transición cambiaria: “La transición a un régimen cambiario más flexible y la flexibilización de la mayoría de los controles cambiarios se han desarrollado sin contratiempos, a pesar de un contexto externo más complejo. El tipo de cambio oficial se ha mantenido cerca del punto medio de la banda”.

Qué cambió en las últimas semanas

Fundación Capital destacó que, si bien las reservas internacionales netas aún se ubican por debajo de las metas acordadas con el Fondo Monetario, las recientes compras del Tesoro y el cambio de postura frente a lo expresado en mayo -cuando se había anunciado que no se intervendría dentro de las bandas- mostraron un giro hacia la acumulación de divisas.

Según el informe semanal, esta decisión se alineó con los los últimos contactos con el equipo técnico del FMI y con la búsqueda de habilitar el segundo desembolso del acuerdo, por USD 2.000 millones, previsto para julio. También está pautado un tercer giro por USD 1.000 millones para noviembre.

Sobre las perspectivas cambiarias, Fundación Capital advirtió que el calendario electoral podría generar tensiones adicionales. “Nos encontramos más próximos a las elecciones, períodos en los que suele haber una dolarización de carteras más significativa, y nos alejamos del período de mayor estacionalidad de los agrodólares”, analizó la entidad.

En ese contexto, juzga esencial “continuar el sendero de acumulación de reservas para ofrecer mayor previsibilidad cambiaria y generar confianza”.

Portfolio Personal Inversiones (PPI) precisó que entre el 23 de junio -cuando comenzaron las compras “en bloque”- y el 21 de julio, el Tesoro habría adquirido unos USD 993 millones en el mercado oficial, a un tipo de cambio promedio de $1.248. De ese total, USD 579 millones se habrían comprado luego del pago de deuda soberana realizado el 9 de julio.

Las reservas netas pasaron de un estimado de USD 3.577 millones el 10 de julio a USD 4.723 millones el 21 de julio (PPI)

A partir de esas operaciones, tanto las reservas netas como la liquidez del Banco Central mostraron una mejora. Según el informe, las reservas netas pasaron de un estimado de USD 3.577 millones el 10 de julio a USD 4.723 millones el 21 de julio, mientras que las reservas líquidas subieron de USD 16.892 millones a USD 18.653 millones en el mismo período.

No obstante, la consultora financiera 1816 advirtió sobre riesgos asociados a esa estrategia. Según sus estimaciones, con la intervención en los mercados de las últimas ruedas, el Banco Central habría alcanzado una posición vendida en contratos de futuros cercana a USD 4.800 millones,un incremento notorio si se compara la posición corta de USD 1.900 millones a final de junio con el aumento de USD 2.900 millones en el interés abierto durante julio. El total de posiciones abiertas en futuros -incluyendo BCRA y privados- asciende actualmente a USD 6.700 millones.

El total de posiciones abiertas en futuros -incluyendo BCRA y privados- asciende actualmente a USD 6.700 millones (Foto: Reuters)

El cálculo surge de una posición corta de u$s 1.900 millones al cierre de junio y de un aumento de USD 2.900 millones en el interés abierto durante julio. El total de posiciones abiertas —sean del BCRA o de privados— asciende actualmente a USD 6.700 millones.

El total de posiciones abiertas en futuros -incluyendo BCRA y privados- asciende actualmente a USD 6.700 millones (1816)

La consultora 1816 se preguntó: “¿Por qué el Gobierno se negaba a comprar dólares en el mercado de cambios cuando el spot valía $1.100 y lo hace ahora que vale más de $1.200?”, y ensayó como respuesta: “esencialmente porque cambiaron las prioridades”.

En la etapa inicial la unificación cambiaria obligaba a contener los precios y sostuvo al dólar como ancla de la inflación. Posteriormente, la negociación con el FMI por el nuevo desembolso cobró protagonismo. “Ahora, en plena gestión del waiver con el FMI el equipo económico luce más interesado en acumular divisas, aunque ello suponga un costo inflacionario adicional”, concluyó el informe.