Después de una etapa de turbulencia en que el tipo de cambio y -en particular- las tasas de interés oscilaron fuertemente “las tasas se están reacomodando y en la misma transición también se reubican los niveles del el tipo de cambio de los agregados monetarios, que encontrarían un nuevo equilibrio”, dice un informe privado sobre la reciente etapa de alta volatilidad en el mercado financiero.
En su reporte semanal, la consultora Quantum, cuyo fundador y director ejecutivo, Daniel Marx, fue secretario de Financiamiento de la Argentina durante la gestión ministerial de Domingo Cavallo, analizó el proceso de desarme de las LEFIs (letras fiscales de liquidez) recordando que el 9 de junio el Banco Central había anunciado la estrategia monetaria a implementar al cabo del vencimiento de ese instrumento, emitido para sustituir los pasivos remunerados del BCRA, pases, que se canjearon por esas letras, representativas de obligaciones del Tesoro.
Lo cierto es que ese cambio hizo que las tasas de interés en pesos atravesaran por una verdadera montaña rusa: la tasa de la caución a 1 día pasó de 37% de tasa efectiva anual (TEA) el martes 8 de julio a 19% de TEA, el martes pasado 22, cuando tocó máximos de 98%, y anteayer, jueves, bajó a 55 por ciento.
“El principal motivo fue la cantidad de pesos con que se encontraron los bancos por la eliminación de las LEFIs y las limitadas opciones de colocaciones a corto plazo para esas mayores disponibilidades. Ello alteró el manejo de la liquidez de los bancos. En el ínterin, el BCRA adoptó medidas que apuntaron principalmente a frenar los aumentos de tasas, que fueron revertidos pocos días después”, explica el informe sobre un evento adverso que el ministro de Economía, Luis Caputo, endilgó enteramente a los bancos por “hacer numerales”.
Un informe de IEB también cita que según el titular del BCRA, Santiago Bausili, “el proceso de vencimiento de las LEFIs transitó el escenario más desordenado de los tres que tenían previstos” y subrayó que si bien el programa económica está en su “Fase 3″, con la política monetaria orientada al agregado monetario M2 transaccional, había aún un “almacén de pesos” remanente de la “Fase 2″ del programa económico. Ese almacén —la diferencia entre la base monetaria ampliada (incluyendo LEFIs y depósitos en pesos del Tesoro en el BCRA) y la base monetaria— no estaba agotado, por lo que el sistema bancario disponía de liquidez en pesos, con lo cual lo que se agregara -por así decirlo- “sobraría”.
Incluso Grok, la inteligencia artificial de Elon Musk, señaló que en lugar de lo que hizo el equipo económico debió haberse implementado “una salida gradual de las LEFIs, con absorción simultánea vía LECAPs, para evitar el aluvión de liquidez». De ese modo, explicó, “se mantiene el control de tasas y se minimiza presión sobre el dólar, priorizando estabilidad sin shocks innecesarios”.
El 15 de julio hubo una apertura temporaria de una ventana para operaciones de pase pasivos a 1 día, la posibilidad de trasladar excesos de efectivo mínimo al mes siguiente durante un periodo y también se modificó la norma sobre el efectivo mínimo que debía mantenerse diariamente. Al mismo tiempo, el BCRA intervenía en el mercado de títulos en pesos para estabilizar las tasas de caución y en el mercado de futuros de dólares para estabilizar el tipo de cambio, recapituló Quantum sobre algunas de las medidas que tomaron Economía y el Banco Central sobre un manejo que –según un exfuncionario del FMI de visita en Buenos Aires notó a Infobae, se pareció demasiado a lo que antes eran “operaciones de pasivos remunerados, aunque no lo quieran llamar así”.
Cuantificando estas movidas, Quantum calculó que durante el período el Tesoro registró altas por canjes y emisiones por USD 154.183 millones equivalentes, mientras que tuvo bajas por canjes o cancelaciones por USD 175.569 millones equivalentes.
Los movimientos, precisa, fueron en su mayor parte en pesos mediante el uso de LECAPs y BONCAPs y la diferencia entre altas y bajas de operaciones del período significaron cancelación neta de deuda por USD 21.386 millones.
Golpe de liquidez
Todo esto se desencadenó porque entre el 8 y el 10 de julio el stock de LEFIs se redujo de ARS 15,5 billones a cero. De esos 15,7 billones (millones de millones) de pesos, los bancos destinaron 10,7 billones a aumentar las tenencias de LECAPs y cauciones y el remanente, unos $4,8 billones, lo depositaron en sus cuentas corrientes en el BCRA como efectivo mínimo. El informe aclara además que como la exigencia de efectivo mínimo es en promedio de saldos diarios, el dato de un día no permite sacar conclusiones sobre el cumplimiento de la norma por parte del conjunto del sistema financiero.
El Tesoro emitió LECAPs en dos licitaciones -una extraordinaria por los efectos generados sobre la tasa de interés- para instrumentar el desarme. La base monetaria se expandió en $4,8 billones por esos movimientos, que también se reflejaron en una suba de depósitos del Tesoro en el BCRA por $9,3 billones.
Así, a los saltos, se llegó a la etapa actual en que tras la anunciada eliminación de las LEFIs “las tasas de interés se están reacomodando”, transición en la cual el tipo de cambio y los agregados monetarios buscan su nuevo equilibrio, mientras las empresas suplican por una baja de tasas de interés activas que conspiran fuertemente contra el nivel de actividad económica.