La diversidad de superpoderes humanos plantea desafíos éticos y culturales sobre el uso de la tecnología y el respeto a los saberes ancestrales (Imagen Ilustrativa Infobae)

Diversos estudios científicos han confirmado que existen seres humanos cuyas habilidades exceden los parámetros biológicos conocidos. Aunque el término “superpoder” suele asociarse con la fantasía, la ciencia lo utiliza, en contadas ocasiones, para describir capacidades fisiológicas o cognitivas extraordinarias que, comparadas con el promedio de la población, se explican por la genética, la adaptación ambiental o un entrenamiento extremo.

Según National Geographic y la revista Cell, se considera superpoder humano a toda capacidad orgánica o mental, muy superior a la media, que resulta de una combinación evolutiva de herencia, entorno y perseverancia individual.

Estas aptitudes muestran la plasticidad humana y abren interrogantes sobre el futuro de la medicina, la ética y la diversidad cultural. A continuación, cinco casos paradigmáticos documentados por la evidencia científica más relevante.

1. Sherpas del Himalaya: resistencia a grandes alturas

La ciencia confirma la existencia de superpoderes humanos reales, desde la resistencia de los sherpas hasta la memoria prodigiosa (Archivo)

Los sherpas, pobladores del Himalaya en Nepal y Tíbet, han evolucionado durante seis mil años para poder vivir y trabajar en altitudes donde el oxígeno es hasta un 40% menor que en el nivel del mar. Investigaciones lideradas por Tatum Simonson de la Universidad de California, publicadas por National Geographic y BBC News, demuestran que poseen una variante genética que permite utilizar el oxígeno de manera sumamente eficiente y evitar el mal de altura.

Su organismo metaboliza preferentemente la glucosa, que requiere menos oxígeno que las grasas, y mantiene niveles bajos de glóbulos rojos, previniendo riesgos vinculados a la hipoxia. Estas adaptaciones hacen posibles los grandes logros físicos de los sherpas y ofrecen a la ciencia nuevas ideas para tratar enfermedades respiratorias y cardíacas.

2. Bajau Laut: los “nómadas del mar”

En Filipinas, Malasia e Indonesia, los Bajau Laut han logrado bucear hasta 70 metros y permanecer más de diez minutos bajo el agua sin equipos. Un estudio publicado en Cell por Melissa Llardo comprobó que tienen un bazo considerablemente más grande, lo que permite almacenar y liberar más glóbulos rojos oxigenados durante las inmersiones, en un mecanismo similar al de varios mamíferos marinos.

Esta capacidad se transmite por la práctica desde la infancia y forma parte de su identidad cultural. No obstante, como advierte CNN Climate, la comunidad enfrenta apatridia, contaminación y amenazas a su modo de vida, lo que subraya la importancia de preservar el conocimiento y la diversidad cultural ligados a estos superpoderes.

Los Bajau Laut desarrollaron un bazo agrandado que les permite bucear hasta 70 metros y permanecer más de diez minutos bajo el agua (REUTERS/Hasnoor Hussain)

3. Mutaciones musculares: fuerza insólita

Algunas personas presentan mutaciones en el gen MSTN, responsable de limitar la producción de miostatina. Así, logran un desarrollo muscular notablemente superior incluso sin entrenamientos intensivos.

Según estudios difundidos por National Geographic y reportes médicos internacionales, este fenómeno aparece en determinadas familias y casos documentados, y constituye una vía de investigación para tratar enfermedades musculares y comprender el potencial humano en el deporte de fuerza y velocidad.

Variantes en el gen ACTN3 también benefician la aparición de fibras musculares de contracción rápida, asociadas a desempeños excepcionales en atletismo. Estos hallazgos promueven, a la vez, debates éticos sobre la ingeniería genética y la ampliación de las capacidades humanas.

4. Memoria extraordinaria y plasticidad mental

Este concepto también incluye la memoria prodigiosa. Existen personas con hipertimesia, capaces de recordar casi cada día vivido, y atletas mentales que memorizan largas listas o secuencias complejas, estudiados en laboratorios de neurociencia y documentados por BBC News.

Personas con memoria prodigiosa y plasticidad mental demuestran el potencial del cerebro humano y abren nuevas vías en neurociencia (EFE /Archivo)

Gran parte de estos logros se obtienen mediante un entrenamiento específico, lo que demuestra la notoria plasticidad neuronal del cerebro humano. Las investigaciones en este campo favorecen el diseño de nuevas estrategias educativas y terapias contra el deterioro cognitivo y las enfermedades neurodegenerativas.

5. Control sobre el miedo y el dolor

El dominio mental sobre el cuerpo ha sido observado en practicantes de meditación avanzada, atletas extremos y expertos en artes marciales. Estudios divulgados por National Geographic y la comunidad científica evidencian modificaciones fisiológicas medibles en el cerebro y el sistema nervioso tras años de disciplina mental.

Esto permite, por ejemplo, permanecer inmóvil ante el frío, ejecutar maniobras peligrosas o superar grandes niveles de dolor. Estas capacidades contribuyen al desarrollo de nuevas terapias psicológicas y tratamientos para el dolor.

Investigaciones revelan cinco capacidades extraordinarias en humanos, explicadas por genética, adaptación y disciplina (Imagen ilustrativa Infobae)

Más allá de los cinco ejemplos

Otros casos notables, como la tolerancia al frío en los inuit, la visión subacuática en niños Moken o la recuperación acelerada de ciertos individuos ante enfermedades, cuestionan la concepción tradicional de los límites humanos y plantean dilemas éticos sobre el uso de tecnologías para replicar o intensificar estos “superpoderes”.

El estudio de estas capacidades abre caminos en medicina deportiva, genética y psicología. Sin embargo, exige respeto por las comunidades y los saberes ancestrales que las respaldan.

Los superpoderes humanos existen como fruto de la evolución, la disciplina y la diversidad cultural. Estas habilidades, respaldadas por la investigación más reciente y por fuentes reconocidas, inspiran admiración y proyectan el futuro de la ciencia y la ética. Explorar estos límites nos lleva a reflexionar sobre nuestra naturaleza y nuestro potencial, destacando la importancia de respetar a quienes encarnan y preservan la riqueza del espíritu humano.