El Reino Unido condenó el viernes a las autoridades de Hong Kong por ofrecer recompensas por colaborar en el arresto de activistas prodemocracia residentes en Gran Bretaña.
“La emisión de nuevas órdenes de arresto y recompensas por parte de la Policía de Hong Kong contra personas que viven en el Reino Unido es otro ejemplo de represión transnacional”, declararon los ministros de Asuntos Exteriores, David Lammy, y del Interior, Yvette Cooper, en un comunicado conjunto.
La Policía de Hong Kong anunció la emisión de recompensas por información que lleve al arresto de 19 activistas radicados en el extranjero, acusados de formar parte de una organización identificada como subversiva y de violar la ley de seguridad nacional impuesta por Beijing, según un comunicado difundido el viernes. Las autoridades atribuyen a los señalados la promoción de la autodeterminación y la elaboración de una “constitución de Hong Kong” mediante medios que consideran ilegales y dirigidos a socavar las estructuras del sistema chino o desmantelar las instituciones vigentes en la ciudad o el país.
A instancias de la policía, un tribunal de Hong Kong emitió órdenes de arresto para los activistas Elmer Yuen, Johnny Fok, Tony Choi, Victor Ho, Keung Ka-wai y otras 14 personas. Las acusaciones se centran en la participación u organización de una elección en el extranjero para el denominado Parlamento de Hong Kong, así como en el establecimiento del grupo o en ser integrantes del mismo.
De acuerdo con una publicación compartida en Facebook el 30 de junio, la elección para este Parlamento recabó unos 15.700 votos válidos mediante una aplicación móvil y sistemas de votación en línea. Los candidatos y miembros electos representan regiones como Taiwán, Tailandia, Australia, Estados Unidos, Canadá y Reino Unido. Aunque el colectivo se autodenomina Parlamento de Hong Kong, su comité organizador electoral se fundó en Canadá y su influencia es limitada.
La policía ofreció recompensas de 1 millón de dólares hongkoneses (127.400 dólares estadounidenses) por datos que permitan detener a Yuen, Ho, Fok y Choi, quienes ya contaban con órdenes de arresto anteriores. A las demás 15 personas se les asignó una recompensa de 200.000 dólares hongkoneses (25.480 dólares estadounidenses) por individuo, solicitando colaboración a la ciudadanía para aportar información relevante sobre los casos.
“La investigación sigue en curso. Si es necesario, la policía ofrecerá recompensas para capturar a más sospechosos en el caso”, indicó la policía en su declaración. También instaron a los buscados a cesar sus actividades y regresar voluntariamente a Hong Kong, señalando que “aprovechen esta oportunidad para volver a Hong Kong y entregarse, en lugar de cometer más errores”.
En respuesta, Elmer Yuen manifestó en una transmisión en directo en Facebook que la elección del grupo registró una baja participación y consideró que la campaña policial aumentaría el apoyo al movimiento de resistencia. “Nos ayuda con mucha publicidad”, declaró Yuen. Durante la misma conversación en línea, Sasha Gong, también incluida en el grupo de buscados, afirmó que Hong Kong se ha transformado en un estado policial y, como ciudadana estadounidense, defenderá su caso ante autoridades y legisladores de Estados Unidos.
Durante los dos últimos años, las autoridades hongkonesas han emitido órdenes de arresto contra diversos activistas en el extranjero, incluidos los exlegisladores prodemocracia Nathan Law y Ted Hui. Además, se han revocado los pasaportes de algunas de estas personas basándose en nuevas disposiciones de seguridad implementadas el año pasado.
Las medidas adoptadas por Hong Kong han ocasionado críticas de gobiernos extranjeros, especialmente frente a la promesa efectuada tras su reincorporación a China en 1997, que garantizaba la preservación de libertades civiles y la semiautonomía local durante al menos 50 años.
En marzo, Estados Unidos sancionó a seis funcionarios de China y Hong Kong, acusándolos de “represión transnacional” y de amenazar con dañar la autonomía local. Beijing y las autoridades de Hong Kong sostienen que la ley de seguridad nacional es necesaria para preservar la estabilidad de la ciudad, subrayando que la normativa también tiene efecto sobre residentes permanentes que la infrinjan desde el extranjero. Posteriormente, China anunció en abril sanciones a funcionarios, legisladores y dirigentes de ONG estadounidenses, a quienes responsabiliza por un “mal desempeño” en asuntos relacionados con Hong Kong.
(Con información de AP)