El vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, minimizó este miércoles el impacto de la investigación abierta por EEUU sobre supuestas “prácticas discriminatorias” y afirmó que “lo urgente ahora es revolver la cuestión arancelaria con ese país”.
Alckmin, quien también ejerce como ministro de Industria y Comercio, declaró en una rueda de prensa que investigaciones como la que ha anunciado la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos fueron hechas “otras veces” y nunca llegaron a nada.
El ministro insistió en que el Gobierno ahora pretende negociar la amenaza de aranceles del 50 % a los productos brasileños que ha hecho el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien entre otras razones para la sanción citó el juicio por golpismo que enfrenta el ex presidente ultraderechista Jair Bolsonaro.
“Hemos dicho que las cuestiones políticas no pueden establecer un antecedente en asuntos comerciales y arancelarios”, dijo Alckmin, quien reiteró que Brasil propuso abrir negociaciones con Estados Unidos en mayo pasado y que hasta ahora no ha tenido respuesta.
Trump aseguró que los aranceles a los productos brasileños serán impuestos a partir del próximo 1 de agosto, y entre las razones para ello citó, junto con el proceso penal contra Bolsonaro, un supuesto desequilibrio en la relación comercial con Brasil, que en realidad es favorable a Estados Unidos desde hace quince años.
La investigación anunciada este martes, según la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos, se refiere a comercio digital y servicios de pago electrónico, aranceles preferenciales, la interferencia de la corrupción, la protección de la propiedad intelectual, el mercado de etanol y la deforestación ilegal.
Alckmin garantizó que Brasil responderá todas las dudas que haya sobre esos asuntos y se mostró especialmente sorprendido con la inclusión de la deforestación, que ha caído con fuerza en los últimos años.
“Tenemos la mayor selva tropical del mundo (por la Amazonía) y las tasas de deforestación están cayendo. Tenemos además la meta de acabar por completo con la tala ilegal para 2030”, declaró.
Alckmin conversó con periodistas después de una reunión con miembros de la Cámara Americana de Comercio en Brasil (Amcham), que también han rechazado la amenaza arancelaria hecha por Trump.
Abrão Neto, presidente de ese organismo, reiteró que “todos los empresarios estadounidenses” que operan en Brasil defienden “la vía del diálogo y la negociación” para intentar resolver una situación “que no beneficia a nadie”.
Alckmin subrayó que “las empresas tanto estadounidenses como brasileñas tienen un papel importante” en eventuales negociaciones y destacó que muchas compañías estadounidenses establecidas en el país también exportan hacia Estados Unidos.
En la reunión, entre otras grandes firmas, participaron los directivos de las empresas Cargill, Coca-Cola, John Deer, General Motors y Caterpillar, todas con más de 70 años de operaciones en Brasil.
El Gobierno de Brasil ha enviado una carta a las autoridades estadounidenses en la que se ha mostrado “dispuesto” a negociar una solución “mutuamente aceptable” a los aranceles.
“Brasil sigue dispuesto a colaborar con las autoridades estadounidenses y negociar una solución mutuamente aceptable sobre los aspectos comerciales de la agenda bilateral, con el objetivo de preservar y profundizar la relación histórica entre ambos países y mitigar los impactos negativos del aumento de aranceles en nuestro comercio bilateral”, reza la carta.
Sin embargo, Brasilia “todavía espera la respuesta” a su propuesta. La misiva, firmada por el vicepresidente y el ministro de Exteriores, Mauro Vieira, ha sido enviada al secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick, y la representante de Comercio, Jamieson Greer.
(Con información de EFE y EP)