Lollapalooza Argentina 2025 vista desde arriba (Prensa DF Entertainment)

La primera etapa de venta de entradas para Lollapalooza Argentina 2026, correspondiente a la fase pre line-up, agotó sus localidades en un día. Esta instancia incluyó los abonos Early Bird y las preventas 1, 2 y 3 para el festival, que tendrá lugar el 13, 14 y 15 de marzo de 2026 en el Hipódromo de San Isidro.

Será la undécima edición de un encuentro en el que la música, la cultura y las tendencias de hoy y de siempre y que volvió a mostrar la fidelidad de su público, que respondió rápidamente sin conocer aún el line-up confirmado para la próxima edición.

La siguiente etapa de venta se habilitará junto con el anuncio de los artistas, en fecha a definir, que se espera genere nuevas expectativas para los asistentes. En sus diez primeras ediciones en el país, Lollapalooza se consolidó como uno de los festivales más convocantes, reuniendo artistas locales e internacionales y posicionándose como un evento central en la agenda musical argentina.

Lollapalooza y Argentina, una relación más allá de los nombres y los años (Prensa DF Entertainment)

Los ecos de Lollapalooza Argentina 2025

Todavía está en el recuerdo la edición aniversario del festival, que por décima ocasión reunió a un público de todas las edades en el predio hípico de San Isidro. Entre artistas locales y extranjeros, nombres consagrados y talentos por descubrir, más de cien mil personas vivieron una experiencia que va mucho más allá de la música. Y con nombres propios que tallaron el cuadro de honor de Lollapalooza Argentina.

Día 1: Justin Timberlake y Alanis Morissette

El inicio de la décima edición convocó a una gran multitud desde las primeras horas. Uno de los shows más esperados fue el de Justin Timberlake, quien debutó ante el público argentino con una puesta en escena cargada de energía. El artista repasó algunos de los hitos de su carrera, interpretando temas como “Cry Me a River”, “Rock Your Body” y “Mirrors”. A lo largo del concierto, Timberlake demostró tanto solvencia vocal como destreza coreográfica, respaldado por una banda que mantuvo la calidad en cada tema.

Alanis Morissette (Jaime Olivos)

El momento más comentado ocurrió cuando una fan lanzó un corpiño al escenario. Timberlake interrumpió la canción, recogió la prenda e interactuó con la fan de manera relajada y humorística, lo que provocó risas y ovaciones. Esa secuencia fue replicada en redes sociales y marcó uno de los instantes icónicos del festival, con referencias a los clásicos shows de Sandro.

Por su parte, Alanis Morissette regresó al escenario local con un repaso de los temas emblemáticos de los noventa y dos mil. Frente a un público de distintas generaciones, cantó “Ironic”, “You Oughta Know” y “Uninvited” y fue acompañada por los coros de la audiencia, logrando un clima cargado de emoción y nostalgia. Su actuación quedó marcada por la conexión que logró mantener durante todo su set, rememorando éxitos que atravesaron el tiempo.

Día 2: Shawn Mendes, Emilia Mernes y Tate McRae

La segunda jornada de Lollapalooza abrió temprano con distintos géneros y propuestas, pero alcanzó uno de sus puntos más altos al anochecer con la presentación de Shawn Mendes. El músico canadiense, tras una pausa prolongada en su carrera, eligió Buenos Aires para uno de sus recitales de regreso. Alternó sus éxitos globales y, en un pasaje destacado, interpretó “Gracias a la vida”, pieza de Violeta Parra que Mercedes Sosa transformó en símbolo en Argentina. A pesar de no manejar el español, Mendes pronunció el tema con esfuerzo, levantando una ovación, particularmente luego de prometer que aprendería la letra completa para una próxima visita. La escena tuvo como fondo una llovizna suave, y esa atmósfera reforzó la sensación de cercanía y espontaneidad entre artista y público.

Shawn Mendes (Gustavo Gavotti)

Durante el día, otras figuras locales e internacionales aportaron momentos especiales. En el backstage, Emilia Mernes cruzó a Tate McRae, anticipando rumores sobre una posible colaboración futura, rumores que circularon fuerte en redes sociales tras la aparición de imágenes que mostraron la buena sintonía entre ambas artistas. Más tarde, Tate McRae ofreció uno de los sets más esperados de la jornada, luciendo una camiseta argentina brillante, elegida especialmente para la ocasión, gesto que fue celebrado por los presentes. Emilia siguió su show desde la primera fila y se sumó a los coros de los principales hits.

El sábado también ofreció un despliegue de estilos en todos los escenarios, con artistas emergentes y consagrados que mantuvieron alta la atención del público. El cruce entre propuestas y la interacción constante entre artistas y audiencia reafirmó el carácter participativo del festival.

Día 3: Benson Boone y Olivia Rodrigo

El cierre de Lollapalooza 2025 quedó a cargo de un cartel diverso, con números internacionales de impacto y propuestas que rindieron guiños a la cultura local. Benson Boone dejó una de las postales del día gracias a la elección de su vestuario: un traje celeste y blanco, adornado con un Sol de Mayo bordado. El gesto, vinculado a la bandera argentina, fue recibido con reconocimiento inmediato. Boone desplegó un show cargado de energía, marcando la escena con acrobacias, saltos y diálogos espontáneos con su audiencia. En un momento, un fan le arrojó una camiseta de Boca Juniors. Boone se detuvo, la levantó y, entre risas, preguntó si “gustaba o no” en medio de un ambiente festivo. Finalmente, se la apoyó sobre el hombro y siguió adelante.

Olivia Rodrigo (Gustavo Gavotti)

El evento alcanzó su punto máximo con el debut argentino de Olivia Rodrigo. La artista estadounidense, una de las figuras de mayor crecimiento global, subió al escenario ante miles de fanáticos. Rodrigo interpretó sus grandes éxitos y se mostró sorprendida por el fervor de los asistentes, llegando a declarar, en español, su asombro por la cantidad de público reunido. El recital incluyó un homenaje especial a No Doubt: Rodrigo se sumó a la tradición del festival interpretando “Don’t Speak”, estableciendo un lazo simbólico con las raíces históricas de Lollapalooza. Esa elección sumó un componente nostálgico y subrayó la influencia de la música de los noventa en la propuesta actual del evento.