El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, anunció este lunes, en una rueda de prensa ofrecida solo para medios locales, que ha dado instrucciones al Ejército para que prepare un plan para establecer una nueva “ciudad humanitaria” en las ruinas de la urbe de Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza, donde pretende concentrar a toda la población gazatí.
Según Katz, esta nueva zona humanitaria albergaría inicialmente a unos 600.000 palestinos que malviven en la zona costera de Mawasi cercana a Rafah, a la que han ido llegando en estos meses tras ser desplazados forzosamente por el Ejército de otros puntos del enclave.
El objetivo de Israel es que toda la población gazatí (poco más de dos millones) quede concentrada en este punto, si bien el ministro de Defensa volvió a alentar a los palestinos a “emigrar voluntariamente” a otros países, tal y como propuso el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a principios de año.
Aquellos palestinos que accedan a esta nueva “ciudad humanitaria”, tras pasar un control de seguridad en el que Israel examinará si son “agentes de Hamas”, ya no podrán salir de ella, advirtió Katz.
El anuncio del ministro llega mientras está previsto que durante esta madrugada el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y Donald Trump aborden la propuesta de alto el fuego en Washington que, de momento, contempla 60 días de tregua durante los cuales se realizarán intercambios de rehenes por presos palestinos.
En este sentido, el titular israelí de Defensa dijo que, si las condiciones lo permiten, la construcción de esta nueva “ciudad” comenzaría durante el alto el fuego, que paralelamente también se está discutiendo en Doha en conversaciones indirectas entre los mediadores.
Según detalló Katz, el Ejército solo se encargaría de custodiar esta nueva “ciudad humanitaria”, donde se instalarían nuevos puntos de reparto de ayuda, mientras que su gestión quedaría en manos, dijo, de organismos internacionales, sin dar más pistas.
Todo hace pensar que sea la polémica Fundación Humanitaria para Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), respaldada por Estados Unidos e Israel, encargada desde finales de mayo de la distribución de la comida en la Franja a través de cuatro puntos de reparto militarizados donde todos los días se registran muertes de gazatíes por disparos del Ejército mientras esperan para recibir la ayuda.
Katz insistió en que estas zonas no estarán gobernadas por Israel, sino que serán gestionadas por organismos internacionales. Sin embargo, hasta ahora las organizaciones internacionales de mayor peso han rechazado colaborar en un sistema controlado en última instancia por Israel y solo funciona en consonancia con el Ejército israelí la opaca GHF.
Precisamente GHF se ha desvinculado este lunes de cualquier proyecto de “Zona Humanitaria de Tránsito”. “La GHF no tiene planeadas ni va a aplicar estas Zonas Humanitarias de Tránsito ni ahora ni en ningún momento del futuro”, indicó el grupo en un comunicado remitido a Europa Press.
“El documento que citan ciertos medios de comunicación no es un documento de GHF y no tiene nada que ver con nuestra organización ni con nuestra misión”, añadió. “Es perturbador que hayan dado esta información errónea a pesar de los reiterados desmentidos de la GHF sobre su supuesta implicación”, apuntó.
El grupo subrayó que “nuestro único objetivo es incrementar las operaciones de ayuda alimentaria para cubrir las necesidades urgentes y abrumadoras de la población de Gaza”.
(Con información de EFE y Europa Press)