EEUU enviará el próximo lunes cartas de notificación sobre los aranceles a los países con los que no alcanzó un acuerdos bilaterales (REUTERS/Carlos Barría)

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el viernes que firmó 12 cartas comerciales que serán enviadas el próximo lunes a países con los que su Gobierno no ha alcanzado acuerdos bilaterales.

En dichas misivas, notificará los nuevos aranceles que Washington planea aplicar a partir del 9 de julio, fecha en la que expira la actual tregua de 90 días.

«Firmé algunas cartas y saldrán el lunes, probablemente 12“, dijo Trump a periodistas a bordo del Air Force One, al regresar de Iowa durante la madrugada. El mandatario evitó precisar qué países recibirán las cartas, pero aseguró que los nombres se darán a conocer el mismo lunes.

La medida anticipa la entrada en vigor de una nueva ronda de aranceles escalonados, con tasas que el propio presidente estimó en un rango de 10% a 70%, según cada caso. Estas cifras superan algunas de las anunciadas previamente el pasado 2 de abril, fecha que Trump calificó como el “Día de la Liberación” comercial de Estados Unidos.

El plan forma parte de una ofensiva arancelaria más amplia lanzada por la administración Trump en abril, cuando impuso un 10% inicial a la mayoría de sus socios comerciales y anunció que incrementaría esos gravámenes en fases posteriores. No obstante, pausó la ejecución completa de la medida hasta el 9 de julio para permitir negociaciones.

Desde entonces, Washington ha alcanzado acuerdos con el Reino Unido, Vietnam y China, en los que se pactaron reducciones temporales de impuestos mutuos. Según el presidente, el método de enviar cartas “es mucho más sencillo que sentarse a negociar 15 cosas diferentes”.

Con el Reino Unido lo hicimos, y fue muy bueno para ambas partes. Con China también, y creo que fue positivo”, aseguró Trump. “Pero es más fácil mandar una carta diciendo: ‘sabemos que tenemos cierto déficit, o en algunos casos un superávit, pero no muchos. Y esto es lo que deben pagar si quieren hacer negocios con Estados Unidos’”.

Trump señaló que los aranceles notificados en estas cartas comenzarán a cobrarse el 1 de agosto, y reiteró su disposición a acortar los plazos para imponerlos. “Me gustaría simplemente enviar cartas a todos. ¡Felicidades! Vas a pagar el 25%”, dijo días atrás durante un acto en la Casa Blanca.

A pesar de las declaraciones presidenciales, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, adoptó un tono más cauteloso y sugirió que algunos países podrían recibir prórrogas hasta septiembre para concluir acuerdos comerciales.

El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent (REUTERS/Elizabeth Frantz)

En una entrevista con Bloomberg Television, concedida el jueves pasado, Bessent señaló que es probable que alrededor de 100 países enfrenten una tasa arancelaria recíproca del 10%, medida que entraría en vigor si no se alcanzan pactos bilaterales antes del 9 de julio.

Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó que la Unión Europea (UE) trabaja para lograr un “acuerdo de principio” con Estados Unidos antes de ese mismo plazo.

Durante una rueda de prensa celebrada en Dinamarca, la funcionaria explicó que el volumen del comercio transatlántico complica la posibilidad de cerrar un acuerdo detallado en tan corto tiempo.

Lo que pretendemos es un acuerdo de principio. Con semejante volumen, un acuerdo en detalle en 90 días es imposible; un acuerdo de principio es también lo que hizo el Reino Unido”, dijo Von der Leyen, en referencia al pacto alcanzado por Londres con Washington en semanas anteriores.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen (REUTERS/Yves Herman)

La presidenta del Ejecutivo europeo reconoció la dificultad de avanzar en las negociaciones y apuntó que “como siempre en unas negociaciones, nunca se sabe cuándo concluirán con éxito; nosotros apuntamos al 9 de julio”.

También advirtió que el reto es considerable, ya que la UE y Estados Unidos mantienen el mayor volumen comercial bilateral del mundo, estimado en 1,5 billones de euros, una cifra que calificó de “muy compleja y enorme”.

(Con información de AFP y EFE)