El Ejército de Pakistán anunció este jueves que entre el 1 y el 3 de julio mató a treinta presuntos insurgentes que intentaban infiltrarse desde Afganistán en la conflictiva provincia fronteriza de Khyber Pakhtunkhwa. Según las autoridades militares, los abatidos pertenecían a un grupo al que vinculan con India.
La operación tuvo lugar en el noroeste del país y fue informada mediante un comunicado del ala de medios del Ejército paquistaní (ISPR, por sus siglas en inglés), que aseguró que las fuerzas de seguridad detectaron el movimiento de un “numeroso grupo de khawarij”, término utilizado por el Ejército para referirse a extremistas disidentes.
“Nuestras tropas respondieron con eficacia y lograron frustrar el intento de infiltración de estos ‘khawarij’ patrocinados por la India. Como resultado de una intervención precisa y profesional, los treinta insurgentes fueron abatidos”, indicó el comunicado, en el que también se informa de la recuperación de armas, municiones y explosivos en poder de los atacantes.
Las autoridades paquistaníes identificaron a los combatientes como miembros del grupo «Fitna al Khwarij», al que acusan de recibir apoyo desde territorio indio. En su mensaje, el Ejército también llamó al gobierno de facto liderado por los talibanes en Afganistán a que “controle y evite el uso de su territorio por parte de apoderados extranjeros para llevar a cabo actividades terroristas contra Pakistán”.
La provincia de Khyber Pakhtunkhwa, que limita con Afganistán, es escenario frecuente de violencia insurgente. La situación se ha deteriorado desde el regreso al poder de los talibanes en Kabul en agosto de 2021, lo que, según Islamabad, ha contribuido al aumento de la actividad militante en zonas tribales y fronterizas.
La tensión en la región también se refleja en otros ataques recientes. La semana pasada, un atentado suicida contra un convoy militar dejó 13 soldados muertos, y el miércoles, cinco civiles, entre ellos un funcionario, murieron al explotar una bomba en un vehículo. Ambos hechos ocurrieron en Khyber Pakhtunkhwa.
Pakistán ha intensificado en los últimos meses sus acusaciones contra India, a la que señala por presuntamente apoyar a grupos insurgentes que operan dentro de su territorio. Las relaciones entre ambas potencias nucleares del sur de Asia se deterioraron aún más tras un atentado en la Cachemira administrada por India, ocurrido entre abril y mayo, que Nueva Delhi atribuyó a grupos vinculados a Islamabad.
El conflicto en las regiones fronterizas, sumado al cruce de acusaciones entre Islamabad y Nueva Delhi, eleva nuevamente la tensión entre dos países con una larga historia de disputas territoriales y enfrentamientos armados.
(Con información de EFE)