Un millonario que vuela al espacio, compra periódicos, invierte en biotecnología y celebra su boda con 250 celebridades a bordo de yates de lujo. Así es Jeff Bezos, fundador de Amazon y una de las personas más ricas del planeta.
Su estilo de vida, su poder financiero y su influencia global lo convierten en un personaje que despierta tanto fascinación como controversia. En torno a su figura se cruzan los avances tecnológicos, la acumulación de capital y el debate sobre el impacto social de los grandes empresarios.
La reciente boda de Jeff Bezos, celebrada entre el 26 y el 28 de junio de 2025, volvió a posicionar al fundador de Amazon en el centro del debate público. Más allá del despliegue de lujo, la magnitud de su fortuna —estimada en 210.000 millones de dólares, según el Bloomberg Billionaires Index— alimentó nuevamente las discusiones sobre la concentración de riqueza. Un informe especial de GQ analizó sus fuentes de ingreso.
Origen y evolución de su patrimonio
El camino de Bezos hacia la élite financiera comenzó tras graduarse con honores en Ingeniería Eléctrica y Ciencias de la Computación por la Universidad de Princeton en 1986. Trabajó en empresas como Fitel, Bankers Trust y D. E. Shaw & Co., donde alcanzó el cargo de vicepresidente senior. Durante esta última etapa, identificó el potencial comercial de internet y renunció para fundar Cadabra.com, que pronto se transformó en Amazon.com.
Inicialmente enfocada en la venta de libros por internet, Amazon evolucionó hasta convertirse en un referente global del comercio electrónico. Aunque Bezos dejó de ser su director ejecutivo en 2021, conserva cerca del 10% de las acciones, lo que mantiene su fortuna atada al desempeño bursátil de la compañía.
Diversificación e inversiones clave
Además de Amazon, Bezos ha canalizado inversiones a través de su fondo Bezos Expeditions, con participaciones en empresas como Uber, Airbnb, Unity Biotechnology, Nextdoor, Business Insider y The Washington Post, que compró en 2013 por 250 millones de dólares. Este medio, aunque no representa una fuente principal de ingresos, forma parte de su estrategia de diversificación.
Uno de los proyectos más ambiciosos es Blue Origin, su empresa aeroespacial fundada en 2000, orientada a democratizar el acceso al espacio. Según GQ, se trata del emprendimiento que más recursos recibe dentro de su portafolio. Aunque aún no es rentable, refleja su interés en tecnologías con impacto a largo plazo.
En el sector inmobiliario, posee propiedades en Nueva York, Los Ángeles, Washington D.C. y Hawái. También ha invertido en salud y biotecnología, especialmente en laboratorios como Altos Labs y Unity Biotechnology, enfocados en la investigación del envejecimiento.
Iniciativas filantrópicas
La filantropía ocupa un lugar dentro de su estructura de inversiones. A través del Bezos Earth Fund, destina recursos a iniciativas contra el cambio climático. El Day 1 Fund, por su parte, apoya la educación preescolar y programas para personas sin hogar. Aunque estas acciones han sido destacadas, críticos citados por GQ cuestionan su impacto en comparación con el volumen total de su patrimonio.
Con un crecimiento estimado de 10.000 millones de dólares anuales, su fortuna equivaldría, según GQ, a 27,4 millones por día, 1,14 millones por hora y 316 por segundo. Estas cifras ilustran la magnitud del capital que puede generar. No obstante, como su patrimonio depende en gran parte de las acciones de Amazon, puede experimentar fluctuaciones notables.
La boda y el debate social
La celebración del matrimonio entre Bezos y Lauren Sánchez, de origen mexico-estadounidense, se llevó a cabo durante tres días, con un costo estimado entre 10 y 20 millones de dólares.
De acuerdo con GQ, el evento incluyó yates, hoteles de lujo, artistas internacionales y una flota de 90 aviones privados. Entre los invitados estuvieron Leonardo DiCaprio, Oprah Winfrey, Bill Gates, Ivanka Trump y Rania de Jordania.
La opulencia del evento generó reacciones encontradas. Mientras algunos admiraron el despliegue, otros lo interpretaron como símbolo de desigualdad. Activistas intentaron interrumpir la ceremonia en protesta por la acumulación de riqueza.
Más allá de la celebración y los números, Jeff Bezos representa un caso paradigmático de cómo el éxito empresarial puede derivar en un poder económico de escala global, alimentando tanto admiración como críticas en una sociedad cada vez más consciente de las desigualdades estructurales.