En medio de su apretada agenda artística, Luciano Pereyra sorprendió al compartir una fotografía junto a Gabriela Sabatini, ícono del tenis argentino, durante un encuentro reciente en Europa. La imagen fue publicada originalmente en las historias de Instagram del cantante, y luego replicada por la deportista, que acompañó el posteo con un mensaje cargado de emoción: “Encuentros que llenan el alma, te quiero”. El gesto selló públicamente una relación de cercanía que ya había tenido su primera expresión visible a fines de 2024, cuando Sabatini asistió a uno de los recitales del artista en el Luna Park.
La fotografía los muestra juntos en Suiza, abrazados y sonrientes, en una escena que Pereyra definió con estas palabras: “Cuando el mundo te regala mágicos encuentros. Te queremos”. Lejos de los flashes del circuito deportivo y los escenarios porteños, el momento retrata un vínculo afectivo que se mantiene y se cultiva también a la distancia.
El antecedente inmediato de esta escena ocurrió el 8 de diciembre de 2024, cuando Gabriela Sabatini presenció el show número 19 del ciclo “Es Ahora” que Luciano Pereyra ofreció junto a Abel Pintos en el Luna Park. La extenista, ubicada en la platea preferencial, compartió desde sus redes videos entonando algunas de las canciones del espectáculo. “Ellos”, escribió entonces, mencionando a ambos artistas, y luego amplió: “Admiración total por estas voces que me hicieron conmover hasta lo más profundo. Gracias”.
Después del espectáculo, Sabatini bajó a los camarines y se tomó una fotografía con los músicos. La presencia de la leyenda del tenis no pasó inadvertida: durante el show, el propio Luciano Pereyra la saludó en vivo desde el escenario, mencionándola frente al público. “Tengo un partido con Gabriela Sabatini, que está acá”, bromeó, y las cámaras del recinto la enfocaron mientras el público la ovacionaba. “Muchas gracias Gaby por tu visita”, publicó luego el artista en sus redes.
Este tipo de apariciones públicas reflejan una faceta poco conocida de Sabatini, más cercana a los espacios culturales que deportivos. La extenista, que alterna su residencia entre Argentina y Europa, se mostró en el último tiempo más activa en sus redes, compartiendo eventos vinculados a sus intereses personales. Días antes del recital de Pereyra y Pintos, también había asistido al partido despedida de Juan Martín del Potro en el Parque Roca, donde volvió a ser foco de atención por su presencia y el mensaje de apoyo que le dedicó al tandilense.
Al mismo tiempo, la vida personal de Sabatini continúa siendo motivo de atención. Durante 2024, su ausencia en el casamiento de Oriana Sabatini y Paulo Dybala generó especulaciones sobre un distanciamiento familiar. Consultada por LAM (América), Oriana negó haber tenido conflictos con su tía y aseguró haberla invitado a la ceremonia: “Yo no tengo ningún problema con mi tía y lo sigo manteniendo”. No obstante, admitió que la decisión de Gabriela de no asistir la afectó: “Es triste que la poca familia que tengo en la Argentina no haya estado presente en uno de los momentos más importantes de mi vida”, declaró, aunque remarcó que no forzaría vínculos: “Los que quisieron estar, estuvieron. Los que no, no”.
La reciente fotografía junto a Pereyra parece dar cuenta de un presente distinto. Entre paisajes europeos, lejos del ruido mediático y sin declaraciones públicas, Gabriela se muestra cómoda con una exposición más emocional y espontánea, marcada por la admiración mutua con artistas de la escena local. Y mientras Luciano continúa su maratón de shows con más de treinta funciones agotadas en el Luna Park, la figura de Sabatini, sin raqueta pero con la misma sensibilidad, reaparece cada tanto para dejar en claro que su conexión con el público y la cultura argentina sigue intacta.