Un operario trabaja en San Pablo (EFE/Sebastião Moreira/Archivo)

Brasil generó 148.992 nuevos empleos formales en mayo, cifra que representa una disminución del 37,2% frente al mes de abril, según informó el Ministerio de Trabajo.

El resultado surge de la diferencia entre 2,2 millones de contrataciones y 2,1 millones de despidos registrados en mayo, superando en un 6,8% los puestos creados en el mismo mes de 2024 por la mayor economía de América Latina.

El sector de servicios, que aporta cerca del 70% al PIB brasileño, lideró la generación de empleo formal con 70.100 nuevos puestos durante mayo.

De acuerdo con estadísticas oficiales, entre enero y mayo de 2025, Brasil acumuló 1,05 millones de empleos formales creados, lo que refleja una caída del 4,9% comparado con el mismo periodo del año anterior.

Un repartidor en una calle del centro de San Pablo (EFE/Isaac Fontana/Archivo)

El aumento del empleo formal influyó en que la tasa de desempleo descendiera al 6,2% de la población activa en el trimestre finalizado en mayo, casi un punto porcentual menos que el 7,1% del mismo trimestre de 2024. Se trata de la menor tasa para este período en los últimos 14 años.

Este comportamiento también colaboró con la reducción de la tasa de informalidad, que pasó del 39,1% al 37,8% entre los trimestres de marzo a mayo de 2024 y 2025, respectivamente, lo que implica que 39,3 millones de brasileños trabajan en el sector informal.

En su último informe, el Banco Central había atribuido la mejora del empleo a la decisión de elevar la proyección de crecimiento económico de Brasil para este año en dos décimas, situándola en 2,1%. Esta estimación señala una desaceleración respecto al crecimiento del 3,4% del PIB en 2024.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (EFE/André Borges/Archivo)

Crece la desaprobación de Lula

En otro orden, una nueva encuesta de la firma Datafolha reveló que el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, genera vergüenza en el 56% de los brasileños, frente a un 40% que afirma sentir orgullo.

El estudio, realizado entre el 10 y el 11 de junio, incluyó entrevistas presenciales a 2.004 personas en 136 municipios de todo el país. Los resultados también muestran un profundo desencanto con otras instituciones del Estado: el 59% se avergüenza del Senado, el 58% de los diputados federales y otro 58% de los magistrados del Supremo Tribunal Federal (STF).

En contraste, los ciudadanos expresan niveles significativamente más altos de orgullo hacia figuras locales o instituciones específicas. El 62% se enorgullece de sus alcaldes, el 61% del pueblo brasileño, el 55% de las Fuerzas Armadas y el 52% de los gobernadores regionales.

Estos datos refuerzan una tendencia crítica hacia las esferas del poder central, en especial hacia Lula, en el contexto de su tercer mandato presidencial, iniciado en enero de 2023.

Los niveles actuales de aprobación del mandatario son los más bajos desde su retorno al poder. Durante sus dos primeras presidencias, entre 2003 y 2010, Lula mantuvo altos índices de popularidad.