El dron fue detectado durante un patrullaje preventivo cerca del penal de Bouwer en Córdoba

Durante un patrullaje preventivo en las inmediaciones de la cárcel de Bouwer, en la provincia de Córdoba, personal del Sistema Penitenciario detectó un dron colgado de un tendido eléctrico.

La escena llamó la atención: el dispositivo había quedado suspendido en los cables, visiblemente trabado, con dos teléfonos celulares atascados entre su estructura.

El hecho ocurrió este lunes y forma parte de una modalidad que, si bien no es nueva, sigue preocupando a los responsables de seguridad en los establecimientos carcelarios.

Según pudo reconstruir Infobae, el dron, marca Mavic Pro, fue detectado fuera del perímetro del penal, por lo que luego de realizar el hallazgo, el personal penitenciario dio aviso a la Policía de Córdoba, que tiene competencia sobre el lugar.

Al llegar a la zona, los policías descolgaron el dispositivo del tendido eléctrico y encontraron un paquete negro envuelto con cinta aislante, el cual pendía de un hilo blanco que estaba sujeto a una de las alas. Dentro de ese envoltorio, se encontraban dos celulares marca Samsung, que fueron incautados para la investigación.

El artefacto colgaba de un tendido eléctrico y transportaba dos teléfonos celulares

Esta maniobra, de acuerdo con fuentes penitenciarias, evidencia una modalidad que no es tan recurrente. En otras cárceles de la provincia, como San Francisco, Río Cuarto, Villa María, Cruz del Eje y Los Arroyos, se han registrado episodios similares, pero con otras modalidades, ya que el terreno es diferente y no están rodeadas de campo, como la de Bower.

En esos casos, personas se acercan en moto a los muros perimetrales y lanzan paquetes por encima, que pueden contener desde celulares hasta drogas. Esta tendencia obliga a los guardias a estar en constante alerta.

Pero en Bower no pueden llegar de la misma manera y el ingenio se puso a tono con la innovación. Actualmente, el penal no cuenta con sistemas de inhibición ni mecanismos para derribar drones. Desde la institución indicaron que ya se ha iniciado un proceso de licitación para incorporar tecnología que permita detectar e impedir este tipo de vuelos no autorizados.

El dron cargaba con un paquete envuelto que contenía los dos celulares

Mientras tanto, las estrategias de contención siguen siendo manuales y dependen de la vigilancia y los patrullajes, dado que esta cárcel está rodeada de campos.

La dificultad para neutralizar estos dispositivos responde también a los tiempos administrativos que implica la compra de tecnología de seguridad. Aunque se trata de una necesidad reconocida por las autoridades penitenciarias, los procesos formales para adquirir e implementar nuevas herramientas suelen extenderse.

El sistema penitenciario de Bouwer se encuentra rodeado de campos

En ese contexto, las organizaciones que intentan vulnerar la seguridad carcelaria continúan perfeccionando sus métodos. El uso de drones para introducir celulares no es exclusivo del complejo de Bouwer.

Estas prácticas, que combinan el uso de tecnología y logística externa, representan un desafío constante para las fuerzas de seguridad penitenciaria.

En muchos casos, la finalidad es garantizar a los internos el acceso a medios de comunicación o a elementos prohibidos, que pueden facilitar la coordinación de actividades ilegales desde el interior de las cárceles.

Por ahora, en el caso de Bouwer, las investigaciones continúan para establecer el origen del dron y determinar si existen personas detenidas implicadas en la organización del envío.