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En un contexto donde los depósitos a plazo fijo y algunos fondos mutuos ofrecen rendimientos limitados, el factoring comienza a ser considerado como una alternativa por quienes buscan otras formas de rentabilizar sus ahorros. Esta opción, que requiere montos de entrada bajos y ofrece retornos en plazos cortos, ha ganado visibilidad entre inversionistas.

Originalmente empleado por empresas para obtener liquidez inmediata, el factoring también ha sido adaptado para el público en general mediante plataformas digitales. Su funcionamiento permite a personas naturales participar en operaciones financieras que, en algunos casos, pueden generar mayores retornos que productos tradicionales de inversión.

Un mecanismo basado en la cesión de facturas

El factoring consiste en la cesión de facturas por cobrar, emitidas por empresas que han realizado ventas a crédito. En lugar de esperar entre 30 y 90 días para recibir el pago de sus clientes, estas compañías acceden a un adelanto de efectivo mediante la venta de esas facturas a un tercero.

Ese tercero es un inversionista individual, quien asume el derecho de cobro de la factura. Una vez cumplido el plazo, el pago lo realiza el cliente de la empresa que emitió la factura. Por lo general, se trata de medianas o grandes compañías del sector privado.

Rangos de inversión y plazos de retorno

Una de las particularidades del factoring como instrumento de inversión es que no requiere un capital elevado para comenzar. En el mercado peruano, algunas plataformas permiten participar desde S/ 100 o US$ 25. Los ciclos de inversión suelen ser de uno a tres meses, lo que facilita una rotación rápida del capital.

La rentabilidad varía según el tipo de operación, el perfil del deudor y el plazo de vencimiento. Algunos servicios especializados estiman retornos anuales que pueden ir desde el 8 % hasta cifras superiores al 20 %. No obstante, estos resultados dependen de diversos factores y no están garantizados.

Otro aspecto que suele destacarse es la relativa independencia del factoring respecto de los mercados financieros tradicionales. Al no estar directamente expuesto a la volatilidad de la bolsa de valores, puede ser considerado por algunos como una forma de diversificación del portafolio.

Participación a través de plataformas digitales

En el Perú, la participación de personas naturales en este tipo de operaciones se ha facilitado mediante plataformas tecnológicas que intermedian entre empresas que requieren liquidez e inversionistas particulares. Una de ellas es Prestamype, que opera en el país desde 2017. Según datos corporativos, esta Fintech ha canalizado más de S/ 1.600 millones en inversiones.

FACTORING PRESTAMYPE SAC, perteneciente al grupo Prestamype, es una empresa participante de CAVALI (Registro Central de Valores y Liquidaciones) e inscrita en el “Registro de empresas de factoring no comprendidas en el ámbito de la Ley General” (Oficio SBS N°19585-2020). La plataforma ofrece operaciones con diversos niveles de riesgo, dependiendo de la solvencia del deudor y otros elementos técnicos.

El proceso de participación suele ser digital. Incluye el registro del usuario, la carga de documentos, la visualización de facturas disponibles y la posibilidad de elegir en qué invertir. Al término del plazo, el capital puede ser retirado o reinvertido.

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