Las retenciones para el complejo soja pasarán de 24,5% para harina y aceite y 26% para poroto, a 31% y 33%. REUTERS/Matias Baglietto/Foto de archivo

El fin de la baja temporal de la retenciones para las exportacioones de soja y maíz, que de no haber novedades de último momento se producirá a partir del 1 de julio, el poder de compra de los productores locales se verá disminuido.

Fue precisamente por ello que días antes de la finalización de la medida anunciada en enero pasado se registraron embarques masivos.

A excepción del trigo y la cebada, a partir del martes vuelven a su nivel anterior los derechos de exportación (DEX) de ciertos commodities agropecuarios, luego de la reducción temporal dispuesta a principios de año que buscaba incentivar la liquidación de la cosecha gruesa.

Así, las retenciones para el complejo soja pasarán de 24,5% para harina y aceite y 26% para poroto, a 31% y 33%, respectivamente. Por su parte, para maíz el incremento iría desde el 9,5% actual hasta el 12% vigente hasta mediados de enero.

“Con la suba de retenciones, el poder de compra del sector exportador se ve mermado. Tomando los valores actuales para embarques en julio, el poder teórico de compra de la exportación caería un 9% en soja y un 3% para maíz”, precisó un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).

Soja

  • Con DEX bajos de 24,5% y 26%, el valor teórico en puerto se estima en USD 283 por tonelada.
  • Con DEX altos de 31% y 33%, bajaría a USD 257 por tonelada.

Maíz

  • Con DEX bajos de 9,5%, el valor teórico en puerto se calcula en USD 168 por tonelada.
  • Con DEX altos de 12%, se ubicaría en USD 164 por tonelada.

En este contexto, en lo que va de junio se registraron 930.000 toneladas de aceite de soja, 2,1 millones de toneladas de soja y 3,2 millones de toneladas de harina para embarcar desde julio en adelante, un total de 6,1 millones de toneladas del complejo soja vendidas al exterior.

Aceite de maíz (AdobeStock)

El lunes 24 de junio se convirtió en el día con mayor volumen de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) del año. Según datos difundidos por el analista Salvador Vitelli, de Romano Group, ese día se anotaron 750.000 toneladas de soja para julio, 270.000 toneladas para agosto y otras 750.000 toneladas para septiembre, lo que representó más de 1,7 millones de toneladas comprometidas para embarque en el corto y mediano plazo.

Esto debido a que “los derechos de exportación (DEX) se fijan al momento de anotar la DJVE, es decir, pueden ya dejar fija la alícuota de ‘retenciones’ a pesar de no haber hecho el embarque del producto. Estos movimientos normalmente suceden en momentos cuando se esperan cambios de DEX en el corto plazo”.

La decisión oficial de no extender la reducción de alícuotas se vincula con el costo fiscal que implica: según una estimación del consultor Javier Preciado Patiño, el Ejecutivo dejó de recaudar cerca de USD 800 millones en el segundo trimestre.

De no ser por esta medida, el fisco hubiese recaudado USD 3.500 millones; mientras que ahora va a recibir cerca de USD 2.700. La soja representa el 86% de esos USD 800 millones que dejaron de ingresar.

Lo positivo fue el nivel de liquidaciones que se contabilizaron en estos últimos meses: entre enero y mayo ingresaron USD 11.713 millones, lo que representa un aumento del 29% en relación al mismo periodo del 2024, según la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC).

De no ser por la baja temporal de retenciones, el fisco hubiese recaudado USD 3.500 millones; mientras que ahora va a recibir cerca de USD 2.700

Pese a la no prórroga de la quita de retenciones, el sector agroindustrial tiene un motivo de festejo: por primera vez desde que se abrió el mercado en 2019, China realiza importaciones de harina de soja de Argentina. “La industria China busca diversificar sus opciones de suministro para mitigar las posibles disrupciones que cause el conflicto comercial con los Estados Unidos”, indicó la BCR.

El acuerdo se produjo luego de más de dos décadas de exportaciones argentinas de poroto de soja sin procesar al mercado chino, sin que se habilitara la venta de derivados industriales como la harina.

El ingreso del primer cargamento se concretó luego de que China aprobara los protocolos de inspección y cuarentena requeridos para la harina de soja desactivada argentina. Este producto representa el mayor volumen de exportación industrial del país y es una de las principales fuentes de ingreso de divisas.

El grupo de empresas chinas involucrado habría cerrado un acuerdo para adquirir 30.000 toneladas de la harina de soja argentina el próximo mes, de acuerdo a lo reportado por Reuters.

“Además de la búsqueda de salvaguardar el suministro de harina ante posibles disrupciones en el flujo de importaciones de soja, los menores precios del producto originado en Argentina con relación al producido por la industria china fue un factor de relevancia para motivar la operación”, consideró la BCR.