El empresario Gonzalo Aguiar comenzó ese día del verano de 2024 de manera violenta. “Voy a ir y le voy a romper la cabeza, la voy a cortar en pedazos”, había amenazado por mensaje de texto, en referencia a su ex pareja Romina Camejo. Y así fue que llegó a la casa en la que ella, la madre de su hija de seis meses, vivía en Punta del Este. Estaba dispuesto a matarla.
—Te voy a matar, dame la bebé —le dijo, de acuerdo a la versión de Camejo.
Pero su ex pareja reaccionó rápido: disparó siete veces al empresario.
Camejo buscó un lugar seguro y llamó a la Policía, mientras Aguiar estaba en sus últimos instantes de vida.
La Fiscalía inició una investigación por este asesinato y comprobó que la muerte fue en legítima defensa. Durante todo el proceso, que se extendió durante 10 meses, Camejo estuvo en libertad. Y ahora, absuelta de cualquier culpa, reconstruye su vida.
Aguiar –un empresario que ostentaba de sus contactos políticos y policiales– y Camejo tuvieron una relación de casi tres años. Y, seis meses antes de que ella lo asesinara, había nacido la primera hija de ambos. Detrás de las imágenes juntos que mostraban en las redes sociales –en yates o delante de autos de lujo– había una relación violenta, que empeoró después del nacimiento de la bebé.
Esta semana Camejo reapareció públicamente al re lanzar su carrera de cantante, un sueño por el que había intentando luchar cuando estuvo en pareja con Aguiar. Camejo presentó la canción Valiente en la que relata que vivió un “infierno”:
Me juzgaron sin preguntar
pero no estuvieron en mi lugar
en mi piel solo hay una verdad
que ni el make up lo puede tapar
Esta semana también reapareció en una serie de entrevistas en la televisión argentina. En el programa El Diario de Mariana de América, Camejo relató que ese 26 de febrero de 2024, su ex pareja “empezó a amenazar” con que le quitaría la bebé. “Decía que nos iba a matar a las dos”, contó. La cantante contó que Aguiar ingresó a la casa en la que vivía “a las patadas, a los empujones y a los gritos”.
Lo que sintió cuando el empresario ingresó a la casa fue un “instinto animal” que derivó en que le disparara. “Cualquier especie tiene ese instinto de supervivencia. Nunca creemos que somos capaces de despertarlo, pero cuando están por tocar tu vida y la de tu cría sos capaz de cualquier cosa”, contó Camejo.
El asesinato no fue una decisión, sino una “reacción”, lo definió. “Cuando tenés a una personas totalmente drogada y sacada diciéndote que te va a matar a vos y a tu hija, es la vida tuya o la de él”, justificó Camejo.
La joven no recuerda el “sonido de los tiros”, pero sí que le disparó siete veces: estaba oscuro y quiso asegurarse que estuviera dando en el objetivo.
“Él estaba tan enajenado y tan drogado que seguía gritando. Yo salí corriendo con miedo de que él saliera atrás mío corriendo y me disparara por la espalda. Yo nunca lo vi. Él nunca cayó. Después de salir corriendo yo llamé a la policía porque no sabía que estaba muerto”, relató.
La falsa boda
El nombre de Gonzalo Aguiar está vinculado a varias causas judiciales en Uruguay. El empresario fue acusado de haber estafado a sus socios canadienses en un negocio de cannabis medicinal que se había instalado en el departamento de Salto (en el litoral uruguayo).
También se investiga la boda falsa que tuvo con Camejo. La fiesta tuvo de invitadas a varias figuras del sistema político y costó USD 150.000. Quien casó falsamente a Aguiar y Camejo en esa fiesta era una persona de su círculo íntimo que ofició de juez del Registro Civil, aunque no tenía ese título.
Tras esa fiesta, y con Camejo embarazada, la pareja se mudó a La Maison, una de las mansiones más grandes de Punta del Este por la que Aguiar pagó cerca de USD 4 millones.
La ex pareja de Camejo llegó a pagar USD 50.000 para que la invitaran a un certamen internacional del que participó en Colombia. Los periodistas de espectáculos no la conocían, pero la incipiente cantante declaró: “Gracias por darme el espacio, ya es como que me estoy acostumbrando a verlos y cuando me vaya a Uruguay los voy a extrañar”.
La cantante grabó el videoclip de su canción en una casa abandonada, una decisión que está relacionada con su vida en la mansión. “Quería mostrar las distintas realidades que pueden convivir en un mismo lugar. Mientras el mundo veía lujo, poder y ostentación, yo vivía una realidad muy distinta. Yo la veía como una prisión disfrazada de mansión. Para mí era una jaula de oro”, escribió en un posteo en Instagram.
Cuando se archivó la causa, Camejo le agradeció a su abogado, Camilo Silvera, en su cuenta de Instagram. Aseguró que vivió un tiempo de mucha “incertidumbre”: pasó días llenos de miedo y noches “sin respuestas”. En ese posteo, del 5 de mayo, destacó: “Aún me cuesta mucho hablar del tema, pero lo único que puedo decir es soy libre”.