El ministro de Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, reiteró su respaldo a la decisión del Parlamento iraní de suspender la cooperación con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), al tiempo que acusó al director general de este organismo, Rafael Grossi, de actuar de forma “perversa” y de haber facilitado los ataques lanzados por Estados Unidos e Israel contra infraestructuras iraníes.
En una publicación hecha este viernes en la red social X, Araqchi insistió en que “esto es consecuencia del lamentable papel de Rafael Grossi al ocultar que el organismo, hace décadas, ya había cerrado todos los asuntos pendientes”, unas declaraciones que también formuló la noche anterior en la televisión estatal iraní.
Respecto a los intentos del OIEA por acceder a los sitios atacados, Araqchi se mostró escéptico: “La insistencia de @rafaelgrossi en visitar los sitios bombardeados (…) no tiene sentido e incluso puede ocultar malas intenciones”.
“Irán se reserva el derecho de tomar cualquier medida en defensa de sus intereses, su pueblo y su soberanía”, advirtió. Israel ha hecho afirmaciones sobre una supuesta intención iraní de fabricar armas nucleares, algo que Irán ha negado reiteradamente.
El ministro afirmó que Grossi “estimuló directamente” que la Junta de Gobernadores del OIEA adoptara una resolución “políticamente motivada contra Irán” en relación con su programa nuclear. Esta resolución, según Araqchi, sirvió de justificación para los bombardeos israelíes y estadounidenses sobre tres instalaciones clave en el país. “El OIEA y su director general son completamente responsables de esta sórdida situación”, subrayó.
Además, criticó el hecho de que Grossi “tampoco ha condenado de forma explícita” dichos ataques, lo que —a juicio de Teherán— contradice tanto los estatutos como las normas internas de la agencia internacional.
Los acontecimientos recientes se intensificaron desde el 13 de junio, cuando Israel inició una serie de bombardeos sobre instalaciones nucleares y militares iraníes. Estos ataques provocaron la muerte de altos mandos y científicos vinculados al programa nuclear del país.
Posteriormente, el domingo, por orden del presidente Donald Trump, aviones de combate estadounidenses atacaron instalaciones nucleares clave como Fordo —un sitio subterráneo al sur de Teherán—, así como las de Isfahán y Natanz. Aunque el Pentágono declaró que estas operaciones “devastaron el programa nuclear iraní”, expertos apuntan a que aún es prematuro evaluar el daño real, particularmente en Fordo.
El lunes, Grossi solicitó permiso para inspeccionar las instalaciones nucleares iraníes con el fin de verificar el estado del uranio almacenado.
Por otro lado, el Consejo de los Guardianes —el órgano encargado de supervisar la legislación en Irán— confirmó el jueves que se aprobó un proyecto de ley para cesar la cooperación con el OIEA. Este texto todavía debe ser ratificado por la Presidencia.
Desde el inicio del conflicto, las autoridades iraníes han criticado con dureza al OIEA por su silencio ante los ataques de Estados Unidos e Israel contra sus instalaciones nucleares. Además, acusan a la agencia de la ONU de haber aprobado el 12 de junio una resolución que implica a Irán de incumplir sus obligaciones nucleares, lo cual, según Teherán, fue utilizado como “excusa” para justificar los ataques militares en su contra.
(Con información de EP/AFP)