Prisioneros de guerra ucranianos tras un acuerdo de intercambio de prisioneros con Rusia. Ukrainian Presidential Press Service/Handout via REUTERS

Un marine ucraniano ha relatado en una entrevista con The Guardian las condiciones que sufrió bajo captura rusa. El militar, identificado como Oleksiy, fue capturado durante combates en el sur de Ucrania y trasladado por fuerzas rusas a variados centros de detención. Oleksiy informó que, tras su detención, estuvo retenido en un espacio reducido compartido con decenas de prisioneros, sin acceso regular a agua potable, higiene básica ni contacto con el exterior.

El marine detalló que los interrogatorios incluyeron amenazas constantes y privación del sueño, además de episodios de violencia física. “Nos hacían sentir que no valíamos nada y que podíamos desaparecer sin que nadie lo supiera”, declaró Oleksiy, citado por el medio británico. Durante el cautiverio, los guardias también obligaron a los prisioneros a escuchar propaganda prorrusa y a firmar documentos en ruso, bajo presión.

Según el testimonio, la alimentación era insuficiente y las condiciones sanitarias provocaron enfermedades entre los detenidos. Oleksiy manifestó que solo después de varios meses, y mediante un intercambio oficial de prisioneros, logró regresar a territorio controlado por Ucrania.

Durante su tiempo bajo custodia rusa, Oleksiy describió un entorno de abuso sistemático. Según su relato a The Guardian, los prisioneros fueron objeto de repetidas golpizas por parte de los guardias, quienes utilizaban palos, porras y a veces empleaban descargas eléctricas para intimidar y extraer información. El marine explicó que las agresiones físicas se intensificaban cuando los carceleros sospechaban que los prisioneros ocultaban información significativa.

Además, Oleksiy mencionó la práctica de mantener a los cautivos durante prolongados periodos de rodillas, con los ojos vendados y las manos atadas, lo que dificultó la circulación sanguínea y provocó lesiones. Detalló que, al menor gesto considerado hostil, los guardias reaccionaban con mayor violencia. Según Oleksiy, el ambiente se caracterizaba por una vigilancia constante, tensión psicológica y amenazas de represalias a familiares.

Prisioneros de guerra ucranianos liberados cerca de familiares de otros prisioneros que siguen cautivos, en medio del ataque de Rusia a Ucrania, en un lugar no revelado de Ucrania el 14 de junio de 2025. REUTERS/Maksym Kishka

El marino aseguró que los interrogatorios iban acompañados de insultos y humillaciones, y que existía una estrategia deliberada de aislamiento para quebrar la moral de los detenidos. Durante semanas, no tuvieron acceso a abogados ni a representantes de organizaciones humanitarias. El testimonio de Oleksiy añade que las restricciones afectaron también la comunicación entre prisioneros, quienes solo podían susurrar para evitar castigos adicionales.

La liberación de Oleksiy se produjo tras varios meses de cautiverio, como parte de un intercambio oficial de prisioneros entre Ucrania y Rusia, de acuerdo con el testimonio publicado por The Guardian. El proceso incluyó negociaciones entre las autoridades de ambos países, observadas por representantes internacionales, y condujo a la repatriación de militares ucranianos que habían permanecido en condiciones de confinamiento en territorio ruso.

Un prisionero de guerra ucraniano liberado abraza a su madre. REUTERS/Maksym Kishka

Según la fuente, el intercambio se realizó en un punto acordado en la frontera y consistió en la entrega simultánea de detenidos de ambos bandos. Oleksiy relató que antes del traslado, los carceleros rusos instruyeron a los prisioneros sobre cómo debían comportarse y qué podían revelar a observadores independientes y representantes de organizaciones humanitarias. Los liberados recibieron revisiones médicas inmediatas al regresar a Ucrania y fueron sometidos a evaluaciones psicológicas debido al tratamiento sufrido durante la detención.

El relato de Oleksiy coincide con informes previos sobre la utilización del intercambio de prisioneros como herramienta política y humanitaria en el marco del conflicto actual. Actualmente, múltiples organizaciones internacionales continúan solicitando acceso a prisioneros de guerra y vigilando el cumplimiento de las normativas del derecho internacional.

El testimonio de Oleksiy llega en un momento en que diversas organizaciones de derechos humanos han alertado sobre la situación de los prisioneros de guerra ucranianos retenidos por Rusia. Según The Guardian, organismos como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) han reclamado acceso regular e independiente a todos los centros de detención, denunciando impedimentos para monitorear el trato y las condiciones de los cautivos.

Un prisionero de guerra ucraniano liberado habla por teléfono con sus familiares. REUTERS/Maksym Kishka

Las autoridades ucranianas han señalado que cientos de militares siguen en manos rusas, y que existen reportes sobre torturas, vejaciones y muertes en prisión. Al respecto, portavoces del Gobierno ruso suelen rechazar las denuncias e insisten en que respetan la legislación internacional aplicable a prisioneros de guerra. No obstante, las afirmaciones de Oleksiy refuerzan las preocupaciones sobre violaciones a la Convención de Ginebra, el principal marco legal internacional que regula los derechos de los detenidos en conflictos armados.

Paralelamente, el gobierno ucraniano subraya la importancia de los intercambios de prisioneros, considerándolos una vía prioritaria para preservar la vida de sus soldados. Los expertos advierten que la persistencia de denuncias sobre malos tratos puede aumentar la presión internacional sobre Rusia y dificultar los procesos de negociación futura. La comunidad internacional continúa evaluando mecanismos para mejorar la supervisión y la protección de los prisioneros de guerra en el contexto del conflicto armado en Ucrania.