El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), general de brigada Effie Defrin

El Ejército israelí acusó este jueves a Irán de utilizar municiones de racimo en su más reciente ofensiva contra territorio israelí, intensificando aún más el conflicto que desde hace una semana enfrenta a ambos países.

En su conferencia de prensa diaria, el portavoz militar, general Effie Defrin, afirmó que “el régimen terrorista busca dañar a la población civil y está incluso usando hoy municiones de racimo para aumentar los daños”. Sin embargo, no especificó con precisión dónde fueron utilizados estos proyectiles, cuya prohibición está establecida en más de cien países por el riesgo que representan para los civiles.

El uso de este tipo de armamento se produce en medio de una escalada de ataques cruzados entre las dos naciones. El Ejército israelí, según explicó Defrin, continúa bombardeando objetivos en diversas regiones de Irán, con un enfoque especial en Teherán.

“Nuestro objetivo es claro: eliminar la amenaza existencial para el Estado de Israel, dañar el programa nuclear y causar daños significativos a los sistemas de misiles”, declaró. Los ataques, según precisó, apuntan a todas las formaciones militares del régimen iraní.

Este jueves, un misil lanzado desde Irán impactó en el hospital Soroka de Beersheba, al sur de Israel, provocando un incendio de gran magnitud. El director del hospital, Shlomi Codish, informó que 40 personas resultaron heridas y que varias salas quedaron completamente destruidas. “Hay daños extensos en todo el hospital”, aseguró. Aunque Irán afirmó que el objetivo de sus misiles era una base militar y de inteligencia cercana, las autoridades israelíes sostienen que el ataque fue deliberado contra la infraestructura sanitaria.

Este jueves, un misil lanzado desde Irán impactó en el hospital Soroka de Beersheba, al sur de Israel (Marc Israel Sellem/Pool via REUTERS)

El portavoz Defrin visitó el hospital tras el bombardeo y calificó el ataque como “una flagrante violación del derecho internacional” y un acto de “terrorismo de Estado”.

Las críticas también llegaron desde la comunidad internacional. El Comité Internacional de la Cruz Roja recordó que los hospitales deben ser protegidos según las normas del derecho humanitario, mientras que el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, expresó su preocupación por el uso de civiles como “daño colateral” en las hostilidades.

Desde que el Ejército israelí iniciara una ofensiva sorpresa contra las capacidades militares y nucleares de Irán el pasado viernes, el conflicto no ha cesado. A la fecha, al menos 24 personas han muerto en Israel por los ataques iraníes, mientras que en Irán las autoridades reportaron 224 muertos producto de los bombardeos israelíes.

En Beersheba, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que Irán pagará “un precio muy alto”. “Estamos comprometidos a destruir la amenaza de una aniquilación nuclear y las capacidades de misiles balísticos de Irán”, afirmó. Por su parte, el ministro de Defensa, Israel Katz, apuntó directamente al líder supremo iraní: “Khamenei ya no puede seguir existiendo. Ordena ataques contra hospitales y quiere destruir a Israel. No se puede permitir que siga”.

Donald Trump declaró el martes que conoce el paradero de Khamenei, pero que por ahora no ha ordenado su eliminación. Sin embargo, no descartó un eventual ingreso militar estadounidense en el conflicto. “Podría hacerlo o no”, dijo el miércoles, y añadió que Irán ha buscado abrir negociaciones. Las declaraciones se conocen en paralelo a la organización de una ronda de conversaciones nucleares en Ginebra, con diplomáticos de Reino Unido, Francia, Alemania, la Unión Europea e Irán.

Según el Wall Street Journal, Trump habría aprobado planes de ataque pero decidió esperar una posible renuncia de Irán a su programa nuclear. Teherán, a través del Consejo de Guardianes, advirtió que cualquier participación estadounidense provocará una “respuesta severa” y calificó al mandatario como “criminal y estúpido”. Rusia, aliado de Irán, señaló que una acción militar estadounidense sería “extremadamente peligrosa”, mientras que grupos proiraníes en Irak amenazaron con represalias.

En el plano militar, Israel informó haber atacado un reactor nuclear inactivo en Arak y la planta de enriquecimiento de uranio en Natanz. Las autoridades señalaron que el objetivo era impedir la restauración del reactor. Netanyahu declaró a la televisión pública Kan que más de la mitad de los lanzadores de misiles iraníes han sido destruidos desde el inicio de la ofensiva. “Estamos cambiando la cara de Medio Oriente, y ahora digo que estamos cambiando la cara del mundo”, sostuvo.

Por su parte, los Guardianes de la Revolución iraní aseguraron haber lanzado más de 100 drones de combate y suicidas contra Israel durante la jornada del jueves, confirmando así que el conflicto se adentra en una nueva etapa de agresión directa y tecnológica.

(Con información de EFE y AFP)