A través de un video publicado en sus historias de Instagram, Nicole Neumann compartió un testimonio íntimo sobre su experiencia corporal tras el nacimiento de Cruz, su hijo menor con el piloto Manuel Urcera.

Desde su cama, la modelo repasó las sensaciones que tuvo durante los días posteriores al parto por cesárea y reveló cómo fue su proceso físico y emocional en las semanas siguientes. “Esta es mi panza a 1 día de parida. No he visto otras, después de una cuarta cesárea… pero sí puedo decir: ¡que no se desanimen!”, escribió junto a una imagen en la que se la ve recostada, con su bebé recién nacido sobre su abdomen.

Con el correr de las horas, Nicole sumó un nuevo video para ampliar su experiencia personal. Frente a la cámara, y sin maquillaje, relató las dudas que la invadieron al ver su cuerpo posparto. “Me quedé pensando en la panza que tenía cuando todavía estaba en la clínica después de tenerlo a Cruz. Dije: ‘Esto no se me va nunca más’”, recordó.

Con tranquilidad y sin dietas estrictas, Nicole Neumann priorizó la alimentación consciente y el cuidado personal

Esa percepción, contó, fue superada con el tiempo, aunque no a través de exigencias físicas extremas ni con la presión de recuperar su silueta rápidamente. “Algunos pensarán ‘Ah, no comió nada’, ‘Se mató entrenando’, y no… La verdad que nada de eso”, aseguró.

En su testimonio, aclaró que no siguió dietas estrictas ni esquemas de entrenamiento exigente. Lejos de las estrategias restrictivas que muchas veces se promueven en redes sociales, destacó la importancia de una alimentación consciente pero también placentera. “Comí un montón. Siempre soy de muy buen comer. No debe haber una persona que realmente me conozca que pueda decir que no como rebien”, dijo, y agregó que su clave fue priorizar alimentos nutritivos. “Lo que sí como es calidad. Como muy sano. O sea, comida que me nutra. Pero me encantan los postres. Así que me doy mis gustos”, completó.

Otra de las claves que mencionó fue su vínculo con la actividad física. Lejos de los entrenamientos de alta intensidad que muchas figuras suelen mostrar tras ser madres, la modelo explicó que retomó el movimiento de manera gradual y cuidada, escuchando lo que su cuerpo le pedía. “Entrené cuando lo sentí y cuando tuve energía, porque muchas veces me levantaba y no podía más de estar toda la noche amamantando”, relató.

Nicole Neumann reflexionó sobre las demandas del posparto mientras equilibraba maternidad y autocuidado

A eso se sumó una situación médica que postergó aún más el regreso al ejercicio. “Ni siquiera a los 40 días, porque se me saltaron unos puntitos. Así que tardé un poco más en poder empezar a hacer realmente un poquito de ejercicio”, reveló.

También reflexionó sobre el aspecto emocional del posparto, que en su caso, no fue más liviano por tratarse de su cuarto hijo. “Pensarán: ‘Ah, el cuarto hijo’. ‘Se crían solos’. ¿Vieron ese gran dicho? Bueno, los míos no. Volví a ser tipo una primeriza. Mismos miedos, cuidados”, rememoró.

La modelo destacó la importancia de los alimentos nutritivos y mantener momentos de autocuidado tras la maternidad

La modelo admitió que durante las primeras semanas no se animaba a dejar a su bebé con nadie, lo cual redujo aún más sus tiempos personales y, por ende, cualquier posibilidad de encarar rutinas de entrenamiento exigentes. “Todo tiene que ver con disciplina, perseverancia, manejo de energía y tiempos. Lo mejor posible”, explicó. En ese equilibrio, entre la demanda de la maternidad y el autocuidado, encontró su fórmula para reconstruir el vínculo con su cuerpo.

Por último, reconoció que en su caso también hay un componente que colabora: “Seguramente la genética también ayuda, no lo voy a negar. Pero nunca me abandoné tampoco. Traté siempre de darme un ratito”. Así, se ubicó en un punto más realista que muchas madres pueden compartir: la necesidad de escuchar al cuerpo, aceptar los tiempos de cada etapa y priorizar el bienestar por encima del espejo.