Jeanine Añez, ex presidenta de Bolivia, tras el fraude y la huída de Evo Morales del país.

La ex mandataria interina de Bolivia, Jeanine Añez (2019-2020), abogó por su liberación y la de otros “presos políticos”, en un mensaje dirigido al presidente Luis Arce desde una cárcel de La Paz, donde cumple una condena de diez años y enfrenta varios juicios que podrían prolongar su encarcelamiento.

Usted es autor material y cómplice intelectual de la persecución política más infame de la historia de Bolivia”, señala en el mensaje en el que apunta que Arce fue ministro de Economía de Evo Morales (2006-2019) cuando “pretendió imponer el fraude de 2019” que provocó las protestas sociales que forzaron su renuncia.

La publicación de Añez surge luego de que el primer mandatario pidiera a Morales no arriesgar la vida de otras personas “por su propio beneficio”, como ocurrió en 2019. “Tuvimos un golpe de Estado por el capricho de una reelección, hay que decirlo con claridad. Ha habido muertes en el país producto de ese capricho. No vamos a volver a repetir esos errores”, indicó Arce el domingo, en medio de una ola de protestas de los seguidores del líder cocalero por su exclusión de las elecciones generales de agosto debido a una sentencia judicial que lo inhabilita para un cuarto mandato.

Seguidores sostienen un cartel con la imagen del expresidente Evo Morales y la frase

Añez llegó al poder el 12 de noviembre de 2019 luego de la renuncia de Morales, mediante una sucesión que ha sido calificada de ilegal por los seguidores del ex presidente quienes la acusan de haber provocado un “golpe de Estado”. En medio de investigaciones por ese caso, fue detenida en marzo de 2021 por el Gobierno de Arce.

La ex presidenta manifestó que ahora “se volcó la tortilla” y que el jefe de Estado tiene “el deber de encarcelar al verdadero terrorista, al golpista serial y liberar a todos los presos políticos”.

La administración de Luis Arce enfrenta una ola de protestas de varios sectores que reclaman por el alza de los precios y el desabastecimiento de combustible, por un nuevo periodo de escasez en el que hace un mes no se regulariza el suministro. A estos conflictos, se suman los de los partidarios de Morales, que el 2 de junio instalaron varios puntos de bloqueo en su defensa.

Este miércoles, la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) registra al menos 20 puntos de bloqueo en el país, la mayoría ubicados en la región cocalera, el bastión político del ex presidente donde está atrincherado desde finales de septiembre ante una posible aprehensión por una investigación de trata de personas.

FOTODELDÍA AME4648. PAROTANI (BOLIVIA), 09/06/2025.- Seguidores del expresidente Evo Morales bloquean una de las vías que une el oriente con el occidente boliviano este lunes, en Parotani (Bolivia). El Gobierno de Luis Arce analiza invitar a Bolivia a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) o a Naciones Unidas para que verifiquen las afectaciones que, según ellos, han dejado en el país las protestas promovidas por Morales, en especial por los bloqueos de carreteras en el último año. EFE/ Luis Gandarillas

El distanciamiento entre ambos líderes surgió poco después de que Arce llegara a la Presidencia, por diferencias sobre el rumbo del Gobierno y el control del Movimiento Al Socialismo (MAS). Las tensiones entre ambos fueron escalando y rebasaron las vías institucionales, con marchas, bloqueos e intervenciones policiales para intervenir protestas.

El partido quedó finalmente bajo el control legal de los aliados de Arce que eligieron al ex ministro de Gobierno (Seguridad) como candidato a la Presidencia para las elecciones de agosto, tras el bajo rendimiento de Arce en las encuestas previas.

La disputa política entre Arce y Morales, además de la agudización de la crisis económica y el empobrecimiento de la población frente al alza de los precios, están generando tensión en el país, que avanza hacia las urnas en medio de preocupaciones e incertidumbre por acciones legales que podrían dilatar el proceso.

Los comicios están convocados para el 17 de agosto y se estima que al menos siete millones de bolivianos voten para elegir presidente, vicepresidente, 36 senadores y 130 diputados, en una contienda electoral que se prevé incierta y competitiva.