El caso de la autopsia de Robert Kennedy consolidó la reputación de Noguchi por su meticulosidad y precisión (The Thelegraph Foto: Dana Lixenberg)

Hollywood es sinónimo de fama. Ya sea por sus actores, lugares icónicos o su música, este destino es mencionado constantemente en todo el mundo. Y Thomas Noguchi soñaba con alcanzar la fama hollywoodense, pero a diferencia de la mayoría de los artistas, lo hizo desde un lugar inesperado: su apellido pasó a la historia por ser el “médico forense de las estrellas”.

“Los forenses de la década de 1960 vivían en la sombra. Nunca fueron famosos”, contó la autora Anne Soon Choi a A&E True Crime. Pero fue Thomas Noguchi, jefe médico forense del condado de Los Ángeles, quien rompió con esa premisa.

Desde 1967 en adelante, Noguchi investigaría algunos de los casos de muerte más famosos de Hollywood: Marilyn Monroe, Natalie Wood e incluso las víctimas de asesinato de la Familia Manson. Esto lo llevó a ser recordado como la figura destacada de las escenas de crímenes de la ciudad.

Thomas Noguchi fue uno de los pioneros en generalizar la investigación forense durante los años 60. El profesional sobresalía por sus pruebas en la escena y su forma de conectar las mismas con los perfiles de posibles sospechosos. Eso generó controversia en más de una oportunidad.

Asimismo, su afición por captar la atención de los medios generaba polémica entre los forenses de la época. Noguchi repetía a diario que su interés por las muertes de las personas no era más que un servicio que prestaba a los vivos, quienes buscaban descubrir la verdad de los hechos.

La exposición mediática de Noguchi transformó la oficina forense de Los Ángeles en una entidad pública y visible (Imagen del autor)

Su deseo implícito de alcanzar reconocimiento afectó, en más de una oportunidad, la investigación de algunos miembros fallecidos de la élite de Hollywood. Así lo explicó Choi, autora de LA Coroner: Thomas Noguchi and Death in Hollywood: “Noguchi es patólogo de profesión. La idea de usar la ciencia para explicar la muerte estaba surgiendo. Por ejemplo, fue el primer forense en Estados Unidos en usar un microscopio electrónico para examinar casquillos de bala”.

En más de una oportunidad, Noguchi, de 98 años, fue aclamado por lo que se llamó “la autopsia perfecta” que duró seis horas, explicó Choi. Fue tras realizar el procedimiento en el caso de Robert Kennedy. “No pasó por alto ni un solo detalle”, aseguró.

Una de las polémicas surgió cuando Noguchi comenzó a perfilar asesinos, algo no aceptado por los profesionales. Así sucedió en el caso de la familia Manson. “Fue la primera vez que un forense hacía esto. Los forenses se ocupan del cadáver; no les corresponde formular hipótesis sobre cómo ocurrió el presunto asesinato. Él asumió esto como parte de su trabajo forense, y eso irritó a mucha gente”, detalló la escritora.

En detalle, Choi indicó: “Pasó mucho tiempo desde que ocurrieron los asesinatos hasta que arrestaron a los miembros de la familia Manson. Los psicólogos estaban opinando. Y Noguchi vio esto como una oportunidad para que la oficina forense tuviera más publicidad”.

La exposición mediática de Noguchi transformó la oficina forense de Los Ángeles en una entidad pública y visible (Imagen del autor)

Según detalló la autora de la obra, Noguchi basaba su opinión en su experiencia en el campo de las autopsias. Tras varios polémicos comentarios, la sociedad lo acusaba de no estar lo suficientemente cualificado. “El departamento del sheriff y el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) lo criticaron duramente, pero este fue el momento en que la oficina forense dio un gran paso hacia una oficina de cara al público”, explicó Choi.

Pero opinar acerca del perfil del asesino no sería la única acción de Noguchi que irritaría a Hollywood. Hasta bien entrados los 90, existía la convicción de que las estrellas de cine debían tener privacidad absoluta. Es decir que, si algún famoso moría de sobredosis, todos se involucraban para que no se revelaran los motivos al público.

“Noguchi creía que su trabajo con los muertos era para los vivos. Especialmente con gente famosa, como el actor William Holden. Era alcohólico. Bebió demasiado, se cayó y se golpeó la cabeza, causándole la muerte el 12 de noviembre de 1981. Noguchi quería revelar el aspecto de su muerte relacionado con la bebida, para que la gente supiera que era peligroso”, detalló Choi.

En ese sentido, el accionar del forense generó gran molestia en el Sindicato de Actores de Cine (SAG).

A sus 98 años, Thomas Noguchi preside la World Association for Medical Law, promoviendo la medicina legal y la bioética a nivel global (Imagen del autor)

Dos semanas después, el médico hizo lo mismo con la actriz Natalie Wood, quien se ahogó en un accidente náutico el 29 de noviembre de 1981. En una conferencia de prensa, informó al público que había bebido seis o siete copas de champán. Esto no solo enfadó a el SAG sino también a Frank Sinatra, con quien Wood mantenía un vínculo amoroso.

Si bien Thomas Noguchi no se ganó el cariño de las estrellas de Hollywood, llegó a la fama y recibió grandes reconocimientos a lo largo de su carrera. Hoy, con 98, lleva adelante la presidencia de la World Association for Medical Law (WAML), un organismo médico fundado en 1967 para fomentar el estudio del derecho a la salud, la medicina legal y la bioética.