FOTO DE ARCHIVO. Una mujer junto a carteles de personas desaparecidas que se encontraban en el interior de la prisión de Sednaya, conocida como el matadero del régimen sirio de Bashar al-Asad, después de que los combatientes del actual grupo gobernante sirio lo derrocaran, en Sednaya, Siria. 16 de diciembre de 2024 (REUTERS/Amr Abdallah Dalsh)

Las autoridades sirias anunciaron este domingo la excarcelación de decenas de personas en Latakia, en el oeste de Siria, que fueron detenidas durante la ofensiva que terminó en diciembre de 2024 con el régimen de Bashar al Assad, y cuya participación en delitos de sangre no ha podido ser demostrada.

“El Comando de Seguridad Interna de la provincia de Latakia, en coordinación con el Comité Civil de Paz, liberó a decenas de detenidos que fueron arrestados durante las batallas de liberación, pero cuya participación en el derramamiento de sangre no fue probada”, indicó en redes sociales el Ministerio del Interior sirio en un escueto comunicado acompañado con imágenes del momento de la liberación, si bien no aportó más detalles.

Además de estos, han sido liberados más de 300 detenidos con motivo del Eid al Adha, conocida como Fiesta del Sacrificio y una de las principales celebraciones en el islam. Así lo anunció el pasado jueves el Ministerio de Justicia, después de haber ordenado a la Fiscalía que agilizara los procedimientos legales para garantizar que la excarcelación tenía lugar antes del Eid.

Por otra parte, el ministro sirio de Información, Hamza Al Mustafa, afirmó el sábado que con el desmantelamiento del campamento de Rukban y el regreso de los desplazados, se cierra un “capítulo trágico y triste” de la historia del desplazamiento creado por “la maquinaria de guerra del antiguo régimen” de Al Assad.

Fuerzas de seguridad se encuentran cerca de la puerta de la base aérea de Hmeimim, en Latakia, Siria, el 13 de marzo de 2025 (REUTERS/Khalil Ashawi)

“El campamento de Rukban no era solo un campamento, sino un triángulo de muerte que fue testigo de la crueldad del asedio y la hambruna, cuando el régimen abandonó a la gente a que afrontara un doloroso destino en el árido desierto”, afirmó el ministro en su cuenta de X.

Este campamento se encuentra en una zona desértica en la frontera entre Siria, Jordania e Irak, cerca de la base militar de Al Tanf, controlada por Estados Unidos, y llegó a albergar hasta 75.000 personas que huían de los combates durante la guerra civil siria, que estalló en 2011.

Al Mustafa explicó que el fin del campamento de Rukban representa “el inicio de un nuevo camino para desmantelar los demás campamentos”, lo que sucederá “con el apoyo del Estado, hasta que cada persona desplazada regrese a su hogar”.

El ministro sirio añadió que “con cada paso hacia el retorno, una gran esperanza se abre paso entre las arenas del dolor en los corazones de los sirios, junto con su determinación de hacer lo imposible para construir una nueva patria que acoja a todos”.

El campamento de Rukban se estableció en 2014, durante los primeros años de la guerra civil siria, tras la represión de las protestas prodemocráticas por parte del régimen de Al Assad, y se creó como refugio improvisado y temporal para civiles sirios que huían de los combates en numerosas provincias, especialmente Homs.

Naciones Unidas denunció en numerosas ocasiones que las condiciones de vida eran inhumanas y se vieron afectadas por la difícil e irregular entrada de ayuda humanitaria, que siempre fue compleja por su ubicación y por las condiciones de seguridad en la zona.

(Con información de Europa Press y EFE)