De cara al gran estreno, la actriz habló a corazón abierto sobre el cariño que le tiene a la obra, su personaje y el mensaje que espera dejar a la audiencia (@joynixmedia y @agenciacoralok)

Hay musicales que llegan para quedarse, y La Llamada es uno de esos espectáculos capaces de conquistar a cualquier generación con una combinación única de humor directo, ternura contagiosa y una energía pop que desarma hasta al más cauto. Luego de brillar en Madrid, Latinoamérica y Off-Broadway, la obra regresa a la cartelera porteña con una propuesta renovada y un equipo artístico dispuesto a dejar todo en el escenario. Entre las protagonistas está Leticia Siciliani, que interpretará a la Hermana Milagros. En diálogo exclusivo con Teleshow, habló de su fanatismo por “Los Javis”, de cómo el arte y la fe se cruzan en su vida, de los nervios por cantar en escena y de lo que significa subirse al escenario con César “Banana” Pueyrredón.

Desde los primeros ensayos, Leticia se deja atravesar por el universo inesperado del campamento “La Brújula”, ese lugar donde la música y la fe se mezclan con el desconcierto, propio de la adolescencia, y el despertar a nuevas preguntas sobre la identidad y las propias elecciones. En esta puesta en escena, invita a transitar hasta lo divino a ritmo de Whitney Houston, entre dudas, deseos y carcajadas, y para la actriz, interpretar a la Hermana Milagros implica también animarse a mirar hacia adentro, descubrir nuevas formas de creer y, sobre todo, permitirse dudar.

Detrás del fenómeno teatral que se estrenará el próximo 15 de julio en el teatro Astros, La Llamada también supo dejar huella en la pantalla grande, ya que su conmovedora historia inspiró una exitosa adaptación cinematográfica dirigida por sus propios creadores “Los Javis”, nombre popular con el que se conoce a Javier Calvo y Javier Ambrossi, con gran repercusión tanto en España como en el exterior. Ese cruce entre el lenguaje teatral y el cinematográfico consolidó aún más el impacto de la obra y permitió que su mensaje llegara a nuevas audiencias en distintos rincones del mundo. En este regreso a las carteleras, Leticia no estará sola, sino también por Flor Jazmín Peña, Juli Castro y Mariano Saborido, son dirigidos por Juanse Rausch.

—¿Qué sentiste cuando te ofrecieron hacer La Llamada?

Me emocioné. Soy fan de “Los Javis” desde que vi la peli. Me acuerdo que la vi en 2018, y me la devoré. Después busqué videos de la obra en Madrid, vi todo lo que se podía ver. Cuando me llamaron no lo dudé. Es un honor hacer algo de ellos y más con este mensaje. Además, siempre soñé con cantar actuando y esta es la mejor oportunidad para hacerlo

—Interpretás a Milagros, una novicia que atraviesa su propia crisis de fe. ¿Qué te conecta con ese personaje?

— Milagros es una novicia que empieza a descubrir que lo que eligió para su vida quizás no la representa más. Y me pegó mucho eso. Porque siento que muchas veces nos piden saber quiénes somos y qué queremos hacer para siempre. Y uno va cambiando, y no está mal. Ella se da cuenta de grande que quiere otra cosa y eso me parece maravilloso, me interpela mucho porque se está conociendo y descubriendo a una edad en la que se supone que ya deberíamos saber quiénes somos y qué vamos a hacer por el resto de nuestras vidas. Y no es así. Me hizo pensar mucho eso, porque yo también me exijo tenerlo todo claro, y no siempre es posible. Por otro lado, yo no soy como ella en lo superficial: es más callada, tímida. Pero su transformación me toca. Milagros se da cuenta de grande que puede cambiar su vida, que no está obligada a vivir como pensó que tenía que vivir. Y eso me parece poderosísimo.

En esta oportunidad, Leticia se pondrá en la piel de la Hermana Milagros y emocionará a la audiencia con su búsqueda (@joynixmedia y @agenciacoralok)

—Uno de los puntos de esta obra es la religión. ¿Cómo te atraviesa esa temática?

—Ya fui novicia en Esperanza mía. Así que tengo experiencia previa. Me encanta el mundo de las novicias. Además, vengo de una familia creyente. Mi hermana es laica consagrada, que es algo así como una monja sin hábito. Tengo mis discrepancias, más con la institución que con la fe, pero creo profundamente que es como un motor. Sea en Dios o en lo que cada uno crea, es lo que nos mueve.

—¿Creés que la fe y el arte pueden convivir? ¿Se encuentran en este tipo de obras?

—Sí, totalmente. Hacer teatro hoy es un acto de fe. Cada ensayo es una revelación, una búsqueda. En esta obra, la protagonista tiene una revelación cuando se le aparece Dios cantando canciones de Whitney Houston. Es impensado, pero pasa. Y nosotros, en cada ensayo, vivimos algo de eso. Para mí, además, es muy importante cómo esta obra dialoga con la comunidad LGBT, cómo plantea temas de identidad y libertad. Poder hacer La Llamada desde nuestro lugar, con nuestro equipo, es todo.

La obra aborda temas como la identidad, la fe y el deseo. ¿Qué impacto creés que puede tener hoy?

—Enorme. Sobre todo, en este contexto, donde vemos que se está intentando retroceder en derechos que ya habíamos conquistado. La comunidad LGBT está siendo atacada desde muchos frentes. Y que esta obra hable de amor libre, de deseo, de elecciones personales, es importantísimo.

—¿Cómo vivís esa responsabilidad como artista?

—No hay manera de hacer esta obra sin compromiso. En los ensayos lloramos, reímos, cantamos, nos interpelamos. Pero además, creo que es un mensaje que necesitamos hoy más que nunca. Que cada persona que venga se lleve aunque sea una frase, una emoción, un impulso para vivir más auténticamente.

—¿Cómo es trabajar con el elenco y con Juanse Rauch, el director?

Juanse es un genio. Tiene 26 años, ¡y un nivel de dirección que es increíble! Y el elenco es un regalo: Flor Jazmín, Juli, Mariano… ¡y Banana Pueyrredón como Dios! Es todo lo que está bien. Con él es re sencillo trabajar. Él empieza a ver cosas de nuestra generación y nosotros descubrimos cosas de la suya. Mis hermanas mayores lo escuchaban y ahora lo tengo ahí, trabajando conmigo. Es un copado. Cuando lo vean, van a morir.

El elenco que llevará adelante la puesta en escena se prepara para su inminente estreno (@agenciacoralok)

—¿Qué te gustaría que sienta el público cuando se levante de la butaca?

—Quiero que la gente se ría, se emocione, se identifique. Que salga del teatro sintiendo un poquito más de libertad. En este contexto donde algunos derechos están retrocediendo, especialmente en la comunidad LGBT, esta obra es un soplo de aire. Habla de amor, identidad y elección. Y eso no puede pasar desapercibido.

Hay historias que marcan un antes y un después en quienes las escuchan. La Llamada es de esas obras que no solo entretiene: invita a atreverse, a aceptar las dudas, a celebrar la búsqueda y, sobre todo, a escucharse. Si bien todavía queda tiempo para su estreno, el cual conlleva una lista de espera para los fanáticos de la obra que quieran adquirir sus lugares lo más pronto posible, todo está dispuesta para poner en marcha la historia. Con un elenco preparado para conmover y desafiar, y una protagonista como Siciliani que promete dejar huella, el escenario del Astros será mucho más que un teatro: será el lugar donde, por una noche, todos podrán animarse a atender nuestra propia llamada.

Crédito de fotos: @joynixmedia y @agenciacoralok.