El dato de la inflación que el Instituto Nacional de Estadística (INE) presentó en junio en Uruguay tuvo mucho simbolismo: se cumplieron dos años con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) dentro del rango meta fijado por las autoridades. Y la particularidad que tiene este período de 24 meses es que el país estuvo gobernado por partidos de distintos signos políticos. Se puede hablar, por tanto, que mantener la suba de precios controlada se transformó en una política de Estado.
El IPC en mayo fue de 0,11% y la inflación acumulada en los últimos 12 meses fue de 5,05%. El rango objetivo trazado por las autoridades es 3%-6%, una meta que fue fijada por las anteriores autoridades del Banco Central del Uruguay (BCU).
El presidente de la autoridad monetaria, Guillermo Tolosa, declaró al noticiero Telemundo de Canal 12 que el compromiso de contener la evolución de los precios es una “política de Estado”. “Cambian los gobiernos y hay un compromiso muy estricto con la inflación baja y estable”, señaló.
Tolosa señaló que el combate a la inflación en Uruguay tiene una “larga historia”, que lleva 80 años. “Esta es la primera vez que el Banco Central se compromete, en lo que nosotros llamamos el horizonte de política monetaria, y lo logra. Lo cual demuestra que finalmente el Banco Central tiene las herramientas, tiene la capacidad y ahora la credibilidad para conseguir su meta”, señaló.
El manejo de la tasa de interés es la herramienta central de la política monetaria de Uruguay. Una de las primeras decisiones que tomó la autoridad monetaria a comienzos de abril fue la de aumentar la tasa de interés de referencia, de 9% a 9,25%. Esto sitúa la política monetaria en una fase contractiva. En mayo, el comité mantuvo la referencia en ese rango.
Tolosa explicó por qué Uruguay debe mantener la inflación baja y estable con una metáfora. “Pensemos la inflación para el uruguayo como una polilla. Es algo que día tras día nos va haciendo agujeros en nuestra ropa. La inflación hace lo mismo con nuestro poder adquisitivo. Nos va generando agujeros, nos va eliminando la capacidad de consumir lo que nosotros ganamos con nuestro sueldo. De alguna manera, lo que trata de hacer la política monetaria es ser la naftalina que combate esa polilla y nos protege del poder adquisitivo”, expresó.
Para el presidente del BCU, la clave en la lucha por mejorar el poder adquisitivo es que el país no se siga encareciendo. “Ese es el mandato central del Banco Central: que no sigan subiendo los precios al ritmo que sucedía antes”, expresó.
En marzo, cuando asumió como presidente del BCU, Tolosa trazó una nueva meta para la inflación. Ya no habla de un rango objetivo sino de un número concreto: 4,5%. Estima que a esa meta se llegará en un año.
“Para nosotros la meta es 4,5%. Quiere decir que no nos sentimos cómodos con una inflación que bordeara el 6%, que antes era parte de la meta. Queremos ir al 4,5%. Eso implica que dentro de un rango lo podemos tolerar, pero vamos a hacer lo que esté a nuestro alcance para que la inflación realmente converja a 4,5%”, señaló el presidente del BCU en sus declaraciones a Canal 12.
Tolosa consideró que el escenario global está ayudando a Uruguay a contener la inflación. El factor que más ayuda es el momento de debilidad del dólar. “Esto quiere decir que es más barato en Uruguay y en muchos países emergentes comprar dólares. Esto quiere decir que es más barato comprar bienes importados en particular. Eso ayuda en el proceso desinflacionario”, explicó el jerarca.
La “incertidumbre” que provocan las decisiones de Donald Trump en Estados Unidos ha generado un enfriamiento de la economía que derivó en menos inversiones. Hay, por tanto, una menor demanda sobre los bienes lo que redunda en una “menor expresión al alza” de los precios.
Al asumir, Tolosa también ratificó la línea del gobierno anterior en cuanto a la libre flotación del dólar. “El mercado va a seguir dictando lo que es el valor del tipo de cambio. La intervención ha sido una herramienta que se puede utilizar, el gobierno anterior la utilizó esporádicamente. Nosotros no nos amputamos la posibilidad de también –en circunstancias desordenadas del mercado– utilizar ese instrumento. Pero la operativa del tipo de cambio, en el día a día, va a seguir como ha sido hasta ahora: de fluctuación libre”, expresó.
Washington Ribeiro fue el último presidente del BCU del gobierno de Luis Lacalle Pou. Cuando el INE publicó el nuevo dato de la inflación, lo destacó en su red social. “24 meses de cumplimiento. Un nuevo hito que confirma la política y consolida la confianza”, escribió en la red social X.
Esta política monetaria, sin embargo, ha sido cuestionada por el sector empresarial uruguayo, que se queja de problemas de “competitividad” generado –entre otros motivos– por el “atraso cambiario”. Los exportadores, por ejemplo, expresaron que la inflación se controló por el “ancla del dólar” y no por reformas impulsadas por el gobierno.