El recién investido presidente de Corea del Sur, Lee Jae Myung, mantuvo este viernes su primera conversación de alto nivel con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, centrada en cuestiones arancelarias. Este diálogo marca el inicio oficial de los contactos bilaterales tras la victoria electoral de Lee a principios de esta semana.
Durante aproximadamente 20 minutos, ambos líderes discutieron la posibilidad de resolver las diferencias comerciales entre ambos países. Según informó la Presidencia surcoreana en un comunicado difundido por la agencia oficial Yonhap, se comprometieron a alcanzar una solución “mutuamente satisfactoria”.
“Ambos líderes acordaron trabajar para alcanzar rápidamente un acuerdo mutuamente satisfactorio” sobre las negociaciones arancelarias entre Corea del Sur y Estados Unidos, según la oficina presidencial. “Para ello, decidieron fomentar las negociaciones a nivel técnico para obtener resultados tangibles”. Trump invitó a Lee a una cumbre en Estados Unidos y planean reunirse pronto, según un funcionario de la Casa Blanca.
La llamada telefónica entre Lee y Trump se produjo tan solo dos días después de que Lee asumiera el cargo, poniendo fin a un periodo de inestabilidad política y diplomática desencadenado por la destitución del expresidente Yoon Suk Yeol el pasado abril, tras el fallido intento de imponer la ley marcial.
Donald Trump ha impuesto aranceles a Corea del Sur, a pesar de que ambos países cuentan con un acuerdo bilateral de libre comercio. Además, ha presionado para que Seúl incremente su contribución económica por la presencia de 28.500 tropas estadounidenses en su territorio, al tiempo que ha intensificado la competencia regional con China.
El futuro de la economía surcoreana, altamente dependiente de las exportaciones, estará estrechamente ligado al tipo de acuerdo que Lee Jae Myung logre negociar con Washington. Sectores clave como el de semiconductores, automotriz y construcción naval se encuentran especialmente expuestos a las fluctuaciones del comercio global.
Durante su conversación, ambos mandatarios también intercambiaron relatos personales sobre sus campañas electorales, incluyendo intentos de atentado y desafíos políticos. Coincidieron en que un liderazgo fuerte se forja al superar adversidades, según informó la oficina presidencial de Lee.
El mandatario surcoreano sobrevivió a un ataque con cuchillo el año pasado, cuando fue apuñalado en el cuello durante un evento y requirió cirugía.
Más allá de los asuntos políticos, Trump y Lee hablaron sobre sus habilidades en el golf y acordaron jugar juntos en la oportunidad que se presente. Lee mencionó haber recibido como obsequio un sombrero firmado por Trump, añadió su oficina.
Corea del Sur, un aliado estratégico clave para Estados Unidos y uno de los primeros países en negociar acuerdos comerciales con Washington tras Japón, acordó a finales de abril diseñar un “paquete de julio” destinado a eliminar aranceles antes de que finalice la pausa de 90 días sobre los gravámenes recíprocos impuestos por Trump. Sin embargo, el progreso en estas negociaciones se vio afectado por los recientes cambios en el liderazgo surcoreano.
En la víspera de las elecciones, Lee declaró que “la cuestión más urgente son las negociaciones comerciales con Estados Unidos”. No obstante, su equipo ha manifestado la intención de solicitar más tiempo para negociar con la administración Trump.
Aunque reiteró la importancia de la alianza con Estados Unidos, Lee ha adoptado una postura más conciliadora hacia China y Corea del Norte, destacando el papel crucial de China como socio comercial y mostrando cautela respecto a tomar una posición firme sobre las tensiones de seguridad en el estrecho de Taiwán.
(Con información de Europa Press/Reuters)