La edición del libro SPINETTA (Fotografías de Eduardo Martí), un título tan extremadamente elocuente como lacónico, supone un pequeño acontecimiento editorial de este año en la cultura popular argentina, en la cual el rock creado en el país hace 6 décadas —con Luis Alberto Spinetta como figura capital— ocupa un lugar relevante. En principio, el libro publicado por la unión de fuerzas del sello discográfico Sonamos y la editorial Vademécum tendrá una edición limitada de tan solo 900 ejemplares (que ya puede adquirirse en preventa a un precio especial en una página web que alude a los apellidos de músico y fotógrafo). Estará disponible a partir de la tercera semana de julio, estiman sus editores y será presentado el viernes 1 de agosto a las 18 horas en el Auditorio Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional con entrada gratuita.
La publicación reúne casi 300 imágenes restauradas en alta definición, muchas de ellas inéditas, que retratan la vida y la carrera de Spinetta a través de la mirada de su gran amigo de la vida y fotógrafo de cabecera, Eduardo “Dylan” Martí. Es una biografía visual que abarca desde finales de los años 60 hasta la primera década el siglo XXI, una forma de acercarse a la cotidianeidad del artista como sus distintas facetas personales y profesionales. Pero más que eso, también, es un testimonio de vida.
“Es un libro de cuya existencia ya tenía noticias desde hace mucho tiempo. Sabía que había tenido instancias de publicación firmes por lo menos en dos oportunidades y que por diferentes motivos se cancelaron. Es un proyecto bastante conocido del mundo editorial… Y tiene el gran valor de ser, de alguna manera, el eslabón perdido dentro de la bibliografía sobre Spinetta”, cuenta Roque Di Pietro, mentor, director y hombre orquesta de Vademécum, que ya ha publicado valiosos títulos dedicados a Charly García, Eduardo Mateo, Mono Villegas y Astor Piazzolla, entre otros.
Ciertos detalles técnicos de la obra contribuyen a dimensionar la magnitud de este emprendimiento editorial: se presenta en un formato de 34 x 21 centímetros, con 346 páginas impresas en papel ilustración de 150 gramos, encuadernación en tapa dura y detalles de stamping. “No es un libro estándar… Uno que fabricás una cantidad, se lo llevás al distribuidor y esperas que se distribuya y que la gente vaya a las librerías a comprarlo. Esto es otra cosa”, aporta Di Pietro.
El contenido del libro recorre las distintas etapas de Luis Alberto Spinetta: desde su perfil más íntimo y privado, pasando por su época como artista progresivo en los años 70, su incursión en el jazz-rock y el tecno-pop durante los 80, hasta su consolidación como figura eléctrica y renovadora en los 90 y su consagración como clásico en el siglo XXI. Incluye sesiones fotográficas realizadas tanto en estudios profesionales como al costado de rutas provinciales.
El relato empieza en 1969 en la actuación de Almendra en el festival Pinap, esa fue la primera vez que Dylan fotografió a Spinetta, todavía sin tener vínculo personal con él. Y termina con el show de las “bandas eternas” en Vélez. Hay especial énfasis en todos los períodos: Invisible, Spinetta Jade, Don Lucero, Téster de violencia… “, describe el editor.
Se ve a Spinetta en su faceta familiar, en una quinta del conurbano bonaerense, y en su vida cotidiana del barrio porteño de Villa Urquiza, en donde vivió hasta sus últimos días. Es una crónica visual fascinante de todas las dimensiones posibles de un personaje como Luis Alberto Spinetta, desde el padre de familia hasta el artista ermitaño y el músico innovador.
Por ejemplo, está documentada la colaboración con Fito Páez, cuyo resultado es un extraordinario disco doble, tal vez injustamente relegado en la obra spinetteana, titulado La la la. “Hay un capítulo dedicado a ese disco que es alucinante, porque se ven fotos que yo nunca las había visto en ningún lado. No sé si se habrán publicado alguna vez, pero son fotos de la sesión de grabación y de la tapa que tiene ese efecto que hoy quizás este sería más simple de resolver, pero que en el año 86, en la época analógica, fue todo un hallazgo”, cuenta Di Pietro.
Y también hay registro visual del fallido proyecto de un disco con Charly García, que naufragó en tempestades personales y guerra de egos a mediados de los años 80 y del cual emerge con peso propio una canción inolvidable como “Rezo por vos”.
Por cierto, ambos grabaron en respectivos discos solistas posteriores al naufragio de un disco conjunto: la versión de García, incluida en Parte de la religión, se volvió masiva como para ser coreada en estadios e integra el Olimpo de clásicos del rock argentino de todos los tiempos. En cambio, la de Spinetta publicada en Privé, mantiene un cierto bajo perfil que la convierte en versión “de culto”. A decir verdad, el derrotero de esta bella y emocionante canción refleja las personalidades y el sentido artístico en la obra de estos dos gigantes.
[Fotos: gentileza Editorial Vademécum]