Fabio Di Tomaso es el protagonista de

Fabio Di Tomaso se hizo conocido por su papel en Floricienta como Máximo Augusto Calderón de la Hoya, Conde de Krikoragán. Pero en estos tiempos, decidió dejar la tele al costado y dedicarse al teatro. En una charla con Teleshow se mostró apasionado al hablar de su participación en la obra de teatro Nunca te fíes de una mujer despechada, que lleva tres años en la cartelera de la calle Corrientes, junto a Sabrina Carballo, Miriam Lanzoni, Nancy Gay, Mica Lapegüe y Juli Bartolomé.

“El teatro era un lugar recontra especial,” afirmó, destacando el valor que este espacio escénico tenía en su carrera y la resistencia que representaba en tiempos donde la ficción televisiva parecía estar en declive. Según Di Tomaso, “el teatro es el único lugar que nos está quedando como refugio,” un comentario que resaltó la vitalidad del teatro como forma artística.

El actor, conocido por sus papeles en exitosas producciones televisivas como Floricienta y Dulce amor, no consideró que su paso al teatro fuera un retroceso en su carrera luego de los éxitos que protagonizó. “Me gustaba mi trabajo en todos sus formatos”, aseguró, describiendo la transición como una parte natural de su desarrollo artístico.

— ¿Cómo fue pasar de la calle Corrientes a hacer una gira?

Fabio Di Tomaso: — Bueno, a mí me gusta la gira. Esta no es una gira nacional, estamos haciendo una gira por la provincia de Buenos Aires, el Conurbano y un poquito más para adentro. Las giras son complicadas, pero la posibilidad que nos da esta es que siempre vuelvo a dormir en mi casa y eso, claro, me es importante.

Lo que me gusta a mí de esto en particular es que uno se acerca a la gente de otra manera, al público. Un público que por ahí no tiene el acceso. Yo me críe acá en Boulogne, en la provincia, no tan lejano a la capital, pero sí era lejos para ir al teatro y en esa época tampoco llegaban las obras. No se hacían este tipo de giras y entonces estaban siempre lejos, porque era el centro, era todo una preparación o tenías que tener auto, volver muy tarde. Era todo bastante más caótico. Por eso me gusta esto porque es la posibilidad de estar en los barrios y que la gente tenga esa posibilidad de que estés más al alcance. Es una forma de acercar la cultura, lo que está pasando.

Di Tomaso se sube al escenario junto a Sabrina Carballo, Miriam Lanzoni, Nancy Gy, Mica Lapegüe y Juli Bartolomé

— En ese sentido, vos tenés un hijo ¿Cómo manejas la situación? ¿Te acompaña?

Fabio Di Tomaso: — Me acompaña a todos lados, desde chico. Yo ocupo gran parte de la crianza de mi hijo. Tenemos una crianza compartida con la madre, o sea, mitad y mitad, sobre todo en los tiempos escolares. Cuando es la época escolar, mi hijo está más acá conmigo en la semana.

Nunca es fácil porque siempre tenés que estar armando logísticas, no tiene clases, te enteras el día anterior, entonces tenés que empezar a armar chinos de todos lados para poder acomodar y bueno, no es fácil. La paternidad y la maternidad tampoco, ¿no? Eh, cómo el trabajo, cómo con todo lo bueno. La verdad es que mi hijo me acompaña desde muy chico, me ha acompañado a temporadas. Se queda conmigo, viene al teatro y le gusta.

— ¿Cómo fue para vos dejar los éxitos de Floricienta, Dulce Amor o Argentina, Tierra de Amor y Venganza?

Fabio Di Tomaso: —Yo no lo viví de esa manera, como dejar un éxito y pasar a otra cosa. Creo que la carrera del actor es bastante amplia. Yo hacía televisión y no sentía que eso era todo, me formé en teatro. Después el éxito, el supuesto éxito o eso que pasa, a veces te toca, está buenísimo porque te da una cierta popularidad. Es lindo el reconocimiento, pero uno va a laburar y labura. A mí me gusta mi trabajo en todos sus formatos. Hacerlo, yo lo disfruto. Y el teatro es un lugar re contra especial.

— ¿Cómo te hace sentir el teatro? Porque es algo totalmente diferente a grabar una novela, con guión, cortes…

Fabio Di Tomaso: —Es un momento también muy particular, porque al haber tan poca ficción estamos todos haciendo teatro. O sea, yo vengo haciendo hace bastante, por suerte, con una continuidad y es el único, casi es el único lugar que nos está quedando como refugio.

Entre el INCAA, el cine, que no se hace nada y bueno, la ficción que está caída, nos queda el teatro y así que el teatro va a estar siempre. Es un lugar de resistencia. También es un lugar de encuentro con la gente, de otra forma también es algo que pasa ahí en vivo. Tiene esa adrenalina. Cada función es diferente, Todo es distinto. Y a mí me gusta. Me gusta mucho hacer teatro, la verdad que lo disfruto.

—Mencionaste el tema del INCAA ¿Qué te parece esto de que los artistas estén dando una batalla cultural? ¿Cómo vivís esto de que no hay ficción nacional?

Fabio Di Tomaso:— La verdad no me gusta que no haya ficción, me parece que el INCAA cumplía además determinadas funciones. No soy una persona sumamente estudiosa sobre el tema de INCAA, pero sí sé que hay mucha gente que a la que le daba la posibilidad de hacer, ese incentivo para aprender a hacer también. No nacemos sabiendo, entonces me imagino que para hacer una película, para un director que está estudiando, un pibe que está estudiando, acceder a una película o poder hacer una película es muy difícil todo.

Me parece que esos accesos te daban posibilidades, de hacer películas, de dar tus primeros pasos, no sé la generación de trabajo en todos los aspectos, la industria cultural. Porque no solamente están los actores, están los directores, todos los puestos de montaje y me parece que en el hacer uno va aprendiendo y ahí puede aparecer cosas interesantes, más interesantes, pero si no tenés un incentivo, no tenés alguien que te acompañe, en eso es muy difícil dar los primeros pasos. También con los actores, no es lo mismo tener la posibilidad de que te vayan llamando y estar haciendo películas, más pequeñas, con menor presupuesto, pero vas desarrollando el oficio, te vas enfrentando en la cámara ante las dificultades que te va dando todo ese proceso creativo.

A mí me parece que tiene que haber un fomento, porque si no es muy difícil. Me da pena que estemos en esta situación. La verdad que me da pena. Yo creo que se pueden encontrar un montón de variables, caminos para llegar a acordar o a mejorar. Pensaba el otro día ¿Sigue recaudando el INCAA o no recauda más?, digo, si hay una película que se está dando en cine, se sigue recaudando ¿Y dónde está yendo? Pero qué sé yo, me da pena, pero creo que hay que seguir. Hay que estar, hay que meterle para adelante. Creo que no nos queda otra, hay que estar juntos. En un momento las cosas van a cambiar.

Bendito tú eres entre todas las mujeres: sos el único varón entre cinco chicas en la obra ¿Cómo es trabajar con ellas?

Fabio Di Tomaso: —(ríe) La verdad que soy bastante bendito ahí entre ellas, este es el tercer año que estamos y ya nos re contra conocemos. Es un grupo hermoso y la sensación que siempre tengo es que la obra de ellas, que estoy como soy el invitado de esa obra, entonces disfruto ese espacio en el que me pongo yo mismo, pero me gusta este porque son ellas cinco que están.

Además, mi personaje entra mucho más tarde a escena, porque bueno, se va armando, se va cocinando todo el meollo de la cuestión, toda la trama, toda la locura que va pasando. Hasta que caigo y toco timbre. Entonces, muchas veces, lo que me permite esta gira en los teatros es poder quedarme a verlas, algo que en el centro no podía, no tenía acceso. Así que también me divierto espiando, viendo las cosas que hacen en el escenario, que están muy divertidas las chicas. La verdad que están bárbaras. No sé, es el tercer año y no dejo de disfrutarlo.

—Esto que decís ya van tres años y por ahí a veces cansa hacer siempre lo mismo ¿Le vas dando pequeños giros, le vas dando tu toquecito, vas inventando algo?

Fabio Di Tomaso:— Mira, yo creo que los dos. Pude hacer entre medio de las temporadas teatrales otras obras también. Me fui a Mar del Plata con otra obra, con Aldo Funes. Entonces también eso está bueno, porque así corté con otra cosa y volvés. Yo siento que sí, que siempre es distinto, que lo que hacía el primer año, no tiene nada que ver con el segundo.

Por ahí no son grandes cambios, grandes cosas. Esas son las cosas que uno va reinterpretando o entendiendo. Hay textos que uno cree que entiende y por ahí al segundo año decís ´Ah, pero esto era lo que estaba pasando acá´, entonces es para mí tiene que ver con que el teatro está vivo todo el tiempo.

No solo cambia año tras año, función tras función. Depende de lo que te pase. Depende el día que tuviste, la semana. Todo eso siempre está ahí, latente en el escenario. Entonces lo hace para mí un espacio muy, muy vivo, de cosas que te atraviesan en la vida, en el día. Y entonces todo el tiempo está en movimiento. Para mí, por más que el texto sea el mismo, las marcaciones sea las mismas, van pasando otras cosas.

—El teatro es muy cabulero ¿Tenés alguna cábala, algún ritual antes de entrar a escena?

Fabio Di Tomaso:— Vos sabés que no tengo. No me gusta llevar nada, no tengo nada en los camarines, no tengo fotos, no pongo nada, salvo si alguien me obsequió con una cosa. Lo único que intento es tratar de que el que no me falle la memoria para que esté la letra. Así que es lo único que pido antes de la función. Un beso al cielo y que esté la letra.

—¿Qué va a pasar ahora con la obra?

Fabio Di Tomaso:— No lo sé. Por ahora estamos haciendo esta gira de mayo a junio y después no lo sé, porque no se sabe todavía. Esto fue lo que nos propusimos. Me encantaría que sigamos. También hay que ver que cuáles son las situaciones de cada uno, yo tengo ahí algunas cosas también, entonces no sé si vamos a poder estar.

Me encantaría, pero no lo sé. Por ahora lo seguro que tenemos es esta gira y por eso le estamos diciendo a la gente que venga a disfrutar, que no se quede sin verla, que la va a pasar bárbaro, porque de verdad no sé si vamos a volver a la calle Corrientes.

Fabio dejó la puerta abierta a la posibilidad de retomar su rol como Máximo Augusto Calderón de la Hoya, Conde de Krikoragán (Foto: Gentileza prensa)

—¿Te molesta que te sigan diciendo el conde o que te frenen y te digan ´porque yo te veía´?

Fabio Di Tomaso:— Para nada. Es lo que me dicen todos: Conde, Conde, Conde. Creo que fue un personaje que tuve la posibilidad de hacer y que tuvo una trascendencia que hasta el día de hoy no puedo creer. La verdad es que ha pasado tanto tiempo y todavía sigue ahí. No puedo renegar de eso, me divierte. Es algo que me gusta que haya pasado, algo que es inesperado, nunca pensas que va a tener tanta trascendencia a lo largo del tiempo. No solo mi personaje, sino el de todos, se metió en el corazón de la gente y fue en una ead en la que uno acompaña. Cuando vienen al teatro me traen flores amarillas, es una cosa hermosa.

—Vamos a lo que toda una generación quiere saber ¿Vas a estar en la segunda temporada de Margarita?

Fabio Di Tomaso:— Desde el año pasado que me están tirando. No y si lo estuviese no se tampoco si lo anunciaría, ni diría nada, no sé. Honestamente no sé nada, siempre digo un no lo sé, dejamos la llave puesta.

—¿Qué planes tenés para el futuro?

Fabio Di Tomaso:— Estoy con una serie, también para hacer teatro y la paternidad. Son un montón de cosas, trató de no pensarlo demasiado para no estresarme.