Las empresas que integran la Asociación de Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (AFARTE) y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) alcanzaron este viernes un acuerdo que generó el cese del conflicto en la isla y la vuelta al trabajo de los operarios, quienes desde hacía una semana habían decretado paro por tiempo indeterminado producto de la decisión del gobierno nacional de eliminar los aranceles de importación a los celulares.
Según un comunicado difundido hace minutos, en el entendimiento, las partes pactaron la suspensión de despidos hasta el 31 de diciembre de 2025 y el retorno inmediato de los trabajadores a sus puestos laborales.
A partir de este compromiso, las compañías del sector electrónico acordaron no avanzar con cesantías, mientras que los empleados aceptaron retomar sus actividades laborales. El acuerdo contempla la creación de una mesa de trabajo conjunta, donde participarán representantes sindicales, empresariales y gubernamentales, tanto a nivel nacional como provincial.
El objetivo de esta instancia de diálogo es desarrollar estrategias de competitividad frente al anuncio oficial que dispone una reducción total del arancel a la importación de celulares a partir de enero de 2026. Desde la semana pasada el arancel se redujo a la mitad (de 16% a 8%) y en el verano desaparecerá. Mientras tanto, las conversaciones buscarán implementar herramientas de adaptación y sostenibilidad industrial para enfrentar el nuevo escenario.
Según manifestó Ana Vainman, directora ejecutiva de AFARTE, la industria asumió el compromiso de mantener el empleo y redoblar los esfuerzos para preservar la sustentabilidad del sector. “Asumimos este compromiso para no realizar despidos y, al mismo tiempo, redoblamos los esfuerzos para encontrar caminos que nos permitan encontrar medidas paliativas que permitan mantener la sustentabilidad de la industria y ganar competitividad en conjunto con todos los actores involucrados”, expresó.
La negociación entre las partes fue larga y con muchos momentos de tensión, en donde parecía que el acuerdo se caía. Pero finalmente se firmó. Los delegados sindicales avanzaron así con asambleas que se extendieron durante este viernes para informar el contenido del documento.
La industria electrónica de Tierra del Fuego representa entre 30 % y 35 % del Producto Bruto Interno (PBI) de la provincia y es el mayor generador de empleo privado y el principal contribuyente fiscal de la isla. Más de 18.000 empleos directos e indirectos dependen de esta actividad, consolidando su importancia en la estructura económica fueguina, precisaron en el comunicado.
Además -agrega-, el ecosistema industrial fueguino cumple un rol protagónico en la cadena de valor automotriz nacional. Ocho de cada diez componentes electrónicos utilizados por la industria automotriz argentina provienen de la isla, y siete de las once terminales automotrices del país incorporan insumos electrónicos fabricados en la región. Este aporte resulta clave para la integración productiva de los vehículos exportados desde Argentina.
El contexto de la negociación incluyó una serie de protestas laborales, en respuesta al anuncio gubernamental sobre la baja de aranceles. El paro se transformó en una herramienta de presión para exigir medidas de contención ante una política que podría afectar gravemente la viabilidad económica de las plantas locales.
El nuevo compromiso firmado busca enmarcar la discusión en términos de cooperación y visión estratégica. Tanto trabajadores como empleadores reconocieron la necesidad de diseñar respuestas que respeten la producción nacional sin desatender la necesidad de mejorar la competitividad.
En este sentido, desde AFARTE señalaron que es indispensable abordar el desafío de los costos estructurales elevados, una de las principales causas de los precios altos en relación con mercados internacionales. “El consumidor merece precios más bajos pero hay muchos caminos para hacerlo sin destruir la industria nacional. Por eso proponemos seguir trabajando en la reducción del costo argentino”, subrayaron desde la entidad.
Vale recordar que al mismo tiempo que el Gobierno anunció una reducción y/o eliminación del arancel de importación para celulares, también oficializó una baja de los impuestos internos para ese producto y para televisores y aires acondicionados. Y se mantuvo el diferencial del impuesto que beneficia a la producción fueguina, medida que fue festejada en ese momento por los industriales. Mientras que para los productos importados, el impuesto interno se redujo del 19% al 9,5%, para los producidos en Tierra del Fuego pasaron del 9,5% al 0 por ciento.
Las empresas nucleadas en AFARTE reafirmaron su compromiso con la inversión en investigación y desarrollo, así como con la reconversión productiva de la isla. La apuesta busca combinar tecnología, innovación y eficiencia para garantizar una inserción competitiva de la industria fueguina en un entorno de mayor apertura comercial.