La escena del departamento 6A de la calle Aguirre al 200, en el barrio porteño de Villa Crespo, donde fueron hallados sin vida Adrián Seltzer, Laura Leguizamón y sus dos hijos, Ian e Ivo, continúa siendo objeto de análisis por parte de los peritos forenses. La intervención de la Policía Científica, encabezada por el superintendente comisario general Esteban Henain Gari, fue clave para “hacer hablar a los testigos mudos”.
“Lo que nosotros hacemos, al llegar al lugar, es realizar una amplia inspección ocular, de lo general a lo particular, sin olvidar ningún tipo de detalle”, explicó Henain Gari en declaraciones al canal A24.
Según indicó, en todos los hechos criminales se ejecutan una serie de tareas técnicas periciales, entre ellas fotografías, videofilmación, levantamiento de rastros papilares, búsqueda de residuos biológicos, y, en los casos que así lo requieran, pericias balísticas.
La vivienda donde fueron encontrados los cuerpos no presentaba signos de violencia en sus accesos. Ambas puertas eran blindadas y no estaban forzadas. Tampoco había objetos revueltos ni faltantes.
“A nivel pericial queda totalmente descartado que haya ingresado otra persona al departamento. No hubo un hecho delictivo”, afirmó Henain Gari.
Entre los elementos recolectados en el lugar, se encontraron dos armas blancas: un cuchillo con mango de madera y, posteriormente, una cuchilla con mango de metal. Ambas fueron secuestradas por los peritos, quienes además analizaron una carta hallada en la cocina.
El mensaje, presuntamente escrito por Laura Leguizamón, fue sometido a tareas técnicas específicas. “Con la carta se trató de revelar diseños papilares con un polvo magnético”, detalló el jefe de la Policía Científica.
Respecto a la inspección de los cuerpos, el funcionario subrayó que se evaluaron posibles lesiones defensivas, un punto central en la investigación para determinar si las víctimas intentaron resistirse.
“Cuando una persona es atacada por otra, lo primero que atina el ser humano como mecanismo de defensa es tratar de cubrirse. Eso es muy importante”, señaló. La observación de estos rastros permite establecer si hubo lucha o reacción ante el ataque.
La disposición de los cuerpos, de acuerdo al informe preliminar, también aportó datos relevantes. El menor de los hijos, Ivo Seltzer, fue encontrado en el pasillo. Tenía heridas en la espalda y cortes defensivos en manos y brazos. El mayor, Ian, fue hallado en el comedor, con lesiones de arma blanca en el pecho y la espalda, además de signos de defensa.
El cuerpo del padre, Adrián Seltzer, yacía en la cama matrimonial, con tres heridas punzantes en el pecho, sin indicios de haberse movido del lugar ni de haber intentado defenderse. Se investiga si había consumido un tranquilizante antes de ser atacado.
Por último, el cuerpo de Laura Leguizamón fue hallado sobre el bidet del baño. Tenía una lesión profunda en el pecho, además de heridas autoinferidas en las muñecas, sin signos de defensa. Según la información forense, fue la última en morir.
El jefe policial confirmó que para determinar la data de fallecimiento se utilizaron tres factores: la temperatura corporal, que disminuye un grado por hora hasta igualarse con la temperatura ambiente; la rigidez cadavérica, que se instala entre las 4 y 6 horas posteriores al deceso; y las livideces cadavéricas, es decir, el enrojecimiento de los tejidos debido a la gravedad.
Otro de los indicios mencionados por los investigadores fue la presencia de una uña clavada en el cuello de Leguizamón y restos de pelos o pelusas en sus manos. Estos elementos se están analizando para establecer su origen y si corresponden a un forcejeo o a transferencia por contacto.
La investigación está a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°5, conducida por César Troncoso, y se tramita bajo la carátula de homicidio. La hipótesis es que Leguizamón mató a su pareja y a sus hijos y luego se suicidó.
Entre los objetos secuestrados se encuentran también las carpetas escolares de Ian e Ivo, que serán peritadas en busca de información sobre el contexto previo a la tragedia.
Henain Gari, con 36 años de trayectoria en la fuerza y una larga experiencia en criminalística, resumió el objetivo de su equipo en estos casos: “La misión nuestra en el lugar del hecho es hacer hablar a los testigos mudos”. En otras palabras, reconstruir lo ocurrido a partir de los rastros que las personas ya no pueden contar.
El hallazgo del crimen se produjo alrededor de las 13.30 del miércoles, cuando una empleada doméstica ingresó al departamento y encontró a uno de los menores desvanecido. De inmediato alertó al 911. Al llegar al lugar, las fuerzas policiales encontraron los otros tres cuerpos.