El Gobierno oficializó la reducción de aranceles de importación para teléfonos celulares. La noticia, que ya había sido comunicada por el vocero presidencial y legislador porteño electo, Manuel Adorni, plantea un cambio económico significativo que afectará tanto a consumidores como a empresas del sector. La decisión, que se aplicará en dos fases, también incluye una baja de los impuestos internos para equipos importados y para los producidos en Tierra del Fuego.
El primer anuncio se realizó el martes 13 de mayo durante una conferencia de prensa en la Casa Rosada, donde Adorni explicó que el decreto iba a ser publicado en el “cierre de la semana, seguramente entre jueves o viernes”. Finalmente, el Decreto 333/2025 fue publicado en el Boletín Oficial, siete días después.
Allí, el vocero dio detalles sobre la medida. En la primera etapa, que inicia ahora, se reducirá el arancel del 16% vigente al 8%, y posteriormente, para el 15 de enero de 2026, se eliminará completamente.
Según Adorni, el propósito de esta iniciativa es fomentar una baja en los precios de los dispositivos, que, en la mayoría de los casos, superan por mucho los valores en otros países. “La idea es equipararnos con países vecinos en término de precios, evitando que los consumidores tengan que viajar al exterior para comprar celulares a precios más accesibles”, afirmó. En línea con sus declaraciones, los celulares de gama alta pueden costar hasta el doble que en Estados Unidos o Brasil, y mencionó que en muchos casos los consumidores optaban por viajar al exterior para adquirir dispositivos, ya que incluso sumando pasajes y estadía los costos resultaban más bajos que comprarlos en el mercado local.
Según alega la normativa, firmada por Javier Milei, Guillermo Francos y Luis Caputo, esta medida entra en vigor esta madrugada y tiene validez “hasta el 31 de diciembre de 2038″.
La eliminación de los aranceles es parte de un enfoque más amplio del Gobierno por disminuir la presión fiscal. Esta iniciativa no se detiene en los teléfonos celulares; también incluye una disminución significativa de los impuestos internos sobre productos electrónicos, como televisores y aires acondicionados.
De acuerdo con lo establecido, estos impuestos pasarán del 19% actual al 9,5% para los importados, y se eliminarán completamente para los productos fabricados localmente en Tierra del Fuego.
Anteriormente, el Gobierno había avanzado con una medida similar en el sector de las autopartes, evidenciando que la eliminación de impuestos redujo significativamente los casos de robo y contrabando. Así, se espera que ocurra lo mismo en el mercado de dispositivos electrónicos al reducir el incentivo de recurrir al mercado negro debido a altos precios.
La iniciativa también despertó cierto malestar en la industria, puesto que consideran que el impacto sobre la producción local podría ser adverso.
No obstante, para mitigar posibles repercusiones en la industria nacional, el Gobierno introdujo incentivos fiscales que benefician a los productores en la región patagónica. Estos incentivos consisten en mantener una tasa de impuestos internos en cero para productos manufacturados en Tierra del Fuego bajo el régimen de promoción establecido.
Por otro lado, especialistas en economía advierten que una caída en los aranceles podría implicar una menor recaudación fiscal. Sin embargo, se espera que el aumento en el consumo y la formalización de ventas antes realizadas en el mercado negro compensen, al menos parcialmente, esta disminución en las arcas del Estado.
Este tipo de medidas apunta a transformar más que solo los precios. Al incentivar la competencia y reducir las barreras para la importación, se augura una mejora en la calidad de los productos disponibles en el mercado.
De manera paralela, se incluye una reducción significativa en los aranceles de consolas de videojuegos, pasando del 35% al 20%, lo que demuestra el interés por abarcar un espectro más amplio de productos tecnológicos.