Un smartphone 5G cuesta el doble que en Brasil o España. Y cerca del 60% más que en Londres, Santiago de Chile y Nueva York. No sólo eso: hay argentinos que pagan ticket de avión y hotel para ir a EEUU a comprar un celular y terminan desembolsando por todo eso menos que si lo compraran en el país.
Con esos argumentos –verdaderos, por cierto–, el portavoz y candidato Manuel Adorni anunció la semana pasada una quita escalonada de aranceles a la importación de móviles y otros productos electrónicos.
“Sacar aranceles es un objetivo de la gestión, pero hoy lo que más importa es que bajen los precios. El valor local del iPhone tiene que ser, más o menos, similar al de países limítrofes y parecerse al de EEUU. De paso, esta vez, se le hizo un guiño a la clase media porteña antes de las elecciones. El resto, vamos viendo”.
Esa idea –palabras más, palabras menos– la esbozó un rato después de los anuncios del martes otro integrante del Gobierno en estricto off the record. Un análisis general y de primera mano que sirvió para bajar a tierra una medida técnica a la que todavía le faltan conocerse todos los detalles. El “vamos viendo” fue una frutilla para este postre arancelario: el anuncio oficial, que se iba a hacer “jueves o viernes”, según se detalló, aún no se efectivizó. “Sale en las próximas horas”, prometen en Casa Rosada.
También se demoró otra esperada medida de la que el presidente Javier Milei y el ministro Luis Caputo vienen hablando desde hace largos días, también sin mayores precisiones ni alcance: los incentivos para que los argentinos usen unos USD 200.000 millones que atesoran por fuera del sistema. Los famosos dólares “del colchón”.
Celulares más baratos
Es cierto que la baja de aranceles es una de las banderas del Gobierno, casi desde que Milei puso un pie en la política.
“Apple quiere vender en el país el iPhone a precio europeo, que no salga USD 2.000, mientras allá cuesta USD 900, que les saquen los impuestos. Quiere que Argentina parezca un país normal, donde ellos puedan hacer negocios”, dijo hace un año desde Silicon Valley el empresario Martín Varsavsky, quien acompañó a Milei a una reunión con Tim Cook, el CEO de la empresa de la manzanita. Todo en medio de una seguidilla de encuentros que tuvo el Presidente con los números uno de gigantes tech globales, como Google, Microsoft, OpenAI y Meta.
El impacto que podría tener el anuncio arancelario revivió posturas oscilantes del propio Milei sobre el polémico y siempre cuestionado régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego, donde se producen casi todos los celulares y buena parte de los acondicionadores de aire y televisores que se venden en el país.
Después de la conferencia de prensa de Adorni, la tensión escaló rápido en la isla patagónica, donde hay medidas de fuerza desde el miércoles. Con todo, muchas de las compañías que fabrican allí dudan del real interés del Gobierno en hacer desaparecer un régimen que nació en 1972 y que tuvo, en su origen, motivos geopolíticos y el objetivo de poblar un territorio inhóspito.
Se trata de un esquema de promoción con fuertes beneficios impositivos, por el cual el Estado nacional deja de cobrar más de USD 1.000 millones por año, según cálculos de la fundación Fundar. Hace cuatro años, durante el gobierno de Alberto Fernández, se extendió hasta 2038.
Juan Carlos Hallak, economista, profesor de la UBA, investigador del Conicet y autor del trabajo sobre la economía de Tierra del Fuego, junto a Fundar, definió al régimen como “carísimo e inefectivo”.
“No creo que la medida vaya a tener un efecto muy grande en el empleo provincial, en principio porque la producción de celulares es una cuarta parte de lo que es el empleo industrial bajo el régimen. O sea, de 10.000 personas, son entre 2.000 y 2.500 que producen”, destacó.
– ¿Qué va a pasar luego de los anuncios?
– De máxima, que las empresas decidan no ensamblar más celulares en Tierra del Fuego. Pero no creo que eso ocurra: van a perder market share, pero seguirán. Si se da de baja la producción de celulares en Tierra del Fuego será una muy buena noticia, porque esa es la peor parte del régimen: nos cuesta carísimo y con muy poca incidencia en el empleo. Por cada celular que viene desarmado y se ensambla se pierde de recaudar 21% de IVA (y hasta ahora se cobraba por arancel de importación).
– ¿No habría impacto en el empleo, entonces?
– No habrá crisis de empleo en Tierra del Fuego, es una exageración.
¿Venta directa?
Los grandes hombres de negocios esperan la letra chica de la medida con las planillas de Excel abiertas.
“Es muy difícil que se sigan produciendo celulares en Argentina”, dijo en la semana Luis Galli, presidente de Newsan, uno de los grandes fabricantes de la isla cuyo dueño es Rubén Cherñajovsky. Nicolás Caputo, familiar del ministro de Economía y del principal asesor de Milei, Santiago Caputo, es accionista de Mirgor, el otro gigante de la isla.
En esta incierta dulce espera, casi nadie habla en on the record. “Va a ser muy difícil seguir porque los números no dan. Mantenemos el diferencial en impuestos internos y eso, en algún punto, puede ser beneficioso, pero bajan los derechos de importación y van a hacer que sea más beneficioso importar que fabricar”, coincidió otro empresario.
“Es una medida electoralista para los porteños que aman el iPhone. Lo de los derechos adquiridos que dijo alguna vez Milei sobre el régimen, es verdad. Además, el régimen es como un RIGI. Tiene inversiones comprometidas que se renovaron en 2021 a cambio de exenciones impositivas. ¿Dónde quedaría la seguridad jurídica si se cambia? No sé por qué lo hacen, pero hasta el martes se hablaba de ficha limpia y luego se pasó a hablar de los celulares”, se preguntó.
Para otro empresario, el anuncio fue un baldazo de agua helada. Es que si bien algunos funcionarios, como Federico Sturzenegger, que están en contra del régimen y no dejan de decirlo cada vez que pueden, el sector cree –creía– tener “buena onda” con el Gobierno.
Ana Vainman, directora general de Afarte, la cámara que nuclea a las principales empresas fabricantes de bienes electrónicos de Tierra del Fuego, aseguró que la medida dejó “sensaciones encontradas” porque, por un lado, reduce el costo argentino, pero bajar aranceles a cero afecta a la industria nacional. “Vamos a seguir trabajando en la mejora de la competitividad de toda la cadena de valor para estar a la altura y poder competir con los precios internacionales. No es tarea sencilla, pero seguiremos en esa dirección. La medida genera una preocupación importante, sobre todo teniendo en cuenta lo que ya ocurrió en el pasado, con otra baja de aranceles durante el gobierno de Macri”, dijo.
“Me parece que la medida tiene más que ver con una búsqueda de baja de los precios, que es uno de los objetivos primordiales que tiene el Gobierno. El conjunto de los anuncios tiene un sentido conceptual que apunta en esa dirección y así lo estamos entendiendo”, agregó.
En la isla ponen foco en otro ítem que no anunció Adorno, pero sí Caputo: realizar una simplificación aduanera para que las empresas pueden comercializar directamente celulares desde Tierra del Fuego hacia el continente.
“Vamos a seguir trabajando en la mejora de la competitividad de toda la cadena de valor para estar a la altura y poder competir con los precios internacionales” (Vainman)
“Hay una voluntad de sacar la intermediación y que los celulares se vendan de los fabricantes a la gente. Esa parte del cambio la empuja Caputo para bajar costos y precios”, aseguró otra fuente del sector. Otra vez los precios como objetivo final.
Las empresas, que ya venían haciendo números al respecto, aseguran que están dispuestas a invertir para hacerlo. “Podemos conversarlo. Quizás podrían no recortar tanto los aranceles, ya que se hizo en dos partes y la segunda sería recién el año que viene, y compensarlo en parte con esta baja de precios al consumidor”, afirmaron desde una de las grandes empresas del sector.
¿Avanzará el Gobierno con esa idea? Quizás porque Caputo lo anunció, pero parecen estar más cerca de aprovechar la baja de aranceles para acelerar el comienzo del fin de los beneficios del régimen austral.
Colchón
En paralelo, subsiste otra incógnita, si de anuncios se trata. Se trata de las muy mentadas medidas para que los argentinos usen sus dólares “del colchón”.
“No vamos a permitir que el kirchnerismo tenga la oportunidad de acusar de electoralista un paquete de medidas trascendentales para todos los ahorristas argentinos, el anuncio económico que tenía preparado el Gobierno Nacional para el día de hoy queda postergado”, mencionó Adorni en su cuenta de X.
En Economía aseguraron también que fue una razón de cálculo político y no de demora en el diseño de la medida. Pero, en rigor, no llegaron. El viernes lo tuvo que admitir el jefe de Gabinete, Guillermo Francos: “Se está trabajando y definiendo el encuadre jurídico para estos dólares”.
“No vamos a permitir que el kirchnerismo tenga la oportunidad de acusar de electoralista un paquete de medidas trascendentales para todos los ahorristas argentinos” (Adorni)
“La ingeniería que se está armando es una obra de arte”, aseguró un funcionario de primera línea del Gobierno, en diálogo con este medio. Seguramente exageró. Lo cierto es que en el paquete trabajan en paralelo Economía, el Banco Central, ARCA y la UIF.
Si bien aún faltan detalles y hay total hermetismo, se espera que las medidas incluyan modificaciones operativas en el impuesto a las Ganancias, temas relacionados con los controles bancarios y otras cuestiones de simplificación tributaria. Así, se trabaja en un esquema que permita ingresar divisas al sistema formal y utilizarlas sin problemas para consumos específicos luego de completar una simple declaración jurada en la que consignen el origen de los fondos, según reconocieron días atrás fuentes oficiales ante la consulta de Infobae. Esa simplificación podría hacerse, incluso, dentro del contexto de la presentación de Ganancias.
Importación de celulares sin aranceles e impulso para que salgan los dólares guardados en el colchón: las medidas que se iban a oficializar la semana pasada aguardan en gateras para salir a la luz en los próximos días.