Seis productos de la categoría

La inflación de abril finalmente mostró una desaceleración respecto a marzo. Mucho tuvo que ver con ese resultado el comportamiento de los precios de los alimentos, que según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), tuvieron una variación del 2,9%. Si bien se trata de un valor que estuvo por encima del IPC general (2,8%), implica una baja en relación a lo ocurrido en el tercer mes del año, cuando el ítem de “alimentos y bebidas no alcohólicas” registró un aumento del 5,9%.

Ahora bien, cuando se mira hacia adentro de la medición y se analizan los precios de cada producto en particular, se encuentra que algunos alimentos se abarataron de forma significativa. Es el caso de la lechuga, que pasó de costar $6.008,35 en marzo a costar $4.043,93 por kilo en abril, lo que implicó una retracción del precio del 33%.

También bajó el limón. De acuerdo al detalle publicado por el Indec, el kilo costaba $2.552,25 en el tercer mes del año y redujo su precio a $1.768,66 el mes pasado. En ese caso la baja fue del 31%.

También la papa se volvió más barata para los consumidores. Los datos relevados por el organismo de estadísticas señalan que el valor retrocedió 11%, pasando de $1.013,58 a $897,46 por kilo.

Dos de estos productos compensaron parcialmente los incrementos que habían registrado en marzo. La lechuga, por ejemplo, había tenido un aumento del 73,1% ese mes. La papa, por su parte, se había encarecido 28,2% en esa oportunidad. No fue el caso del limón, que ya en marzo había bajado 27,3%, por lo que acumula dos meses consecutivos de baja de precio.

Al momento de analizar los precios, es importante considerar que las frutas y verduras son particularmente volátiles. Las variaciones en los niveles de oferta y demanda hacen que se produzcan incrementos y caídas muy pronunciadas en períodos de tiempo cortos. Es por eso que algunos productos que en marzo se dispararon, en abril bajaron de precio de forma significativa. Esto, en consecuencia, trae movimientos abruptos en el IPC general hacia arriba o hacia abajo, dependiendo del caso.

Según los especialistas, fueron los productos estacionales los que hicieron la diferencia en abril (Reuters)

Según el economista Gabriel Caamaño, fueron justamente los “productos estacionales” los que condicionaron la desaceleración del Índice de Precios al Consumidor (IPC). En su cuenta de X, explicó: “Estacionales y regulados corriendo bastante por debajo de 2% mensual. Los estacionales desaceleraron fuerte versus marzo (+8,4%). Los regulados también, pero menos (+3,2% en marzo). Ahí está la explicación de por qué la general bajó a +2,8% mensual con núcleo estable”.

Las verduras, protagonistas

Como se puede observar, los tres alimentos que más bajaron de precio en abril fueron verduras. Y la lista continúa. Según el Indec, también bajó el zapallo anco un 8%. Ese producto tenía un precio por kilo de $1.032,24 en marzo y bajó a $949,95 en abril.

También la cebolla acompañó las bajas de precio, con una reducción al consumidor final del 5%. Si bien fue una baja más moderada, se trata de la segunda caída consecutiva del precio, ya que en marzo había registrado una disminución del 0,58%.

La banana, por su parte, tuvo una baja del precio del 2% en el período analizado por el Indec. En detalle, costaba $2.132,16 en marzo y pasó a $2.088,13 en abril.

No todos los retrocesos de precio se centralizaron en las frutas y verduras. De acuerdo a lo informado por el organismo, bajaron de precio también el arroz blanco simple ( -,4%) y la yerba mate (-3%).

En contraparte, el producto que más aumentó en abril fue el tomate, con una variación al alza del 16%. Los consumidores pagaban en promedio $2.608,11 por kilo en marzo y un mes más tarde el valor ascendió a $3.029,36.